Trump ‘cavó su propia tumba’ con documentos clasificados y asalto al Capitolio, Barr

Donald Trump “tiene una afición por adoptar un comportamiento imprudente y autodestructivo” y se enfrenta a una seria amenaza de ser acusado a nivel federal por su manejo de documentos clasificados y el letal ataque perpetrado por sus partidarios el 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos, dijo el domingo su exfiscal general William Barr.

“Él cavó su propia tumba con los documentos, y también con el asunto del 6 de enero”, comentó Barr sobre el expresidente durante una entrevista en el programa This Week de la cadena ABC. “Ese fue un comportamiento imprudente que estaba destinado a terminar siendo investigado. Por eso no me sorprende que tenga todos estos problemas legales”.

Un abogado especial del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Jack Smith, está investigando si Trump obstruyó una investigación sobre su forma de manejar documentos clasificados en la finca Mar-a-Lago.

Smith también está investigando el papel que desempeñó Trump en el ataque del 6 de enero. Trump le dijo a una turba de sus partidarios que “lucharan como el demonio” ese día mientras el Congreso se preparaba para certificar su derrota en las elecciones presidenciales de 2020, y muchos de ellos irrumpieron después en el Capitolio en un ataque que ha sido vinculado a nueve muertes, entre ellas los suicidios de agentes de policía que defendieron el edificio y quedaron traumatizados.

Uno de los abogados de Trump, Jim Trusty, también apareció en varios programas de televisión dominicales para defender al expresidente. Trusty comentó en This Week que estaba 100% seguro de que Trump no tenía documentos clasificados en su posesión, a pesar de las afirmaciones contrarias de los investigadores federales.

Barr, que ha intentado rehabilitar su imagen pública tras haber sido uno de los aliados más cercanos de Trump, también criticó la única causa penal abierta contra el expresidente, que figura en los cargos presentados por el fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg.

Trump se enfrenta a 34 cargos por delitos graves relacionados con las acusaciones de que falsificó registros empresariales para encubrir los pagos de un soborno realizados a la estrella de cine para adultos Stormy Daniels en 2016, pagos que, según sostiene la oficina de Bragg, formaban parte de un complot para evadir las leyes electorales estatales y federales o para engañar a las autoridades fiscales.

“Me pareció muy poco transparente lo que se ha divulgado”, señaló Barr. “Y creo que si (Bragg) tuviera un buen caso especificaría exactamente cuál es su caso, pero está intentando esconder la evidencia que podría resultar perjudicial”.

Trusty también rechazó las acusaciones.

“Es una situación absurda y varios fiscales no tomaron en cuenta esto”, señaló. El predecesor de Bragg, Cyrus Vance, ha comentado que los fiscales federales pidieron a su oficina que “desistiera” de las acusaciones, pero estos decidieron no seguir adelante con el caso contra Trump.

Trusty también calificó la acusación que presentó el gran jurado de Manhattan contra Trump como un “sándwich de jamón rancio”, una frase que hacía alusión a la expresión coloquial popular de que las acusaciones del gran jurado implican pocos elementos sobre la culpabilidad o inocencia de una persona, debido a que los fiscales podrían persuadir a un gran jurado de “acusar a un sándwich de jamón” si quisieran.

Además del abogado especial y los fiscales de Manhattan, Trump también se enfrenta a posibles cargos penales en el estado de Georgia, donde los fiscales están analizando si violó la ley estatal al intentar anular las elecciones.

También está programado para el 25 de abril un juicio civil en Nueva York sobre las acusaciones de que Trump abusó sexualmente y difamó a E. Jean Carroll, una excolumnista de una revista, a finales de 1995 o 1996. Se desconoce si Trump testificará en el caso, y podría sufrir daños políticos considerables si fuera declarado responsable de las acusaciones de Carroll.