Jack Teixeira comparecerá ante el tribunal como acusado de las filtraciones del Pentágono

Jack Teixeira, el sospechoso de 21 años de las recientes filtraciones de información de inteligencia del Pentágono, comparecerá ante el tribunal el viernes.

Teixeira fue detenido en su domicilio por agentes del FBI, anunció el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, el jueves. La detención se efectuó “en relación con una investigación sobre la presunta sustracción, retención y transmisión no autorizadas de información de defensa nacional clasificada”, indicó.

Las imágenes de un helicóptero de prensa mostraron cómo se obligaba a un joven de cabello oscuro rapado, camiseta verde oliva y shorts rojos a caminar de espaldas hacia un equipo de agentes del FBI, que le apuntaban con sus rifles, en la localidad de North Dighton, Massachusetts.

El vocero del Pentágono, Patrick Ryder, señaló que la filtración de información clasificada fue un “acto deliberado y delictivo“. Añadió que el Pentágono había tomado medidas para revisar las listas de distribución y asegurarse de que las personas que recibieron la información tenían la necesidad de conocerla.

Se cree que la filtración comenzó en Discord, una popular plataforma de redes sociales en la que las personas juegan videojuegos en línea y donde se cree que Teixeira publicó durante años mensajes sobre armas, videojuegos y memes racistas.

La página web de investigación Bellingcat y el periódico The New York Times identificaron públicamente a Jack Teixeira minutos antes de que los funcionarios federales confirmaran que era objeto de interés de la investigación. Informaron sobre el rastreo de perfiles en otros sitios más oscuros vinculados a Teixeira.

Teixeira era un “especialista en sistemas de transporte cibernético”, básicamente un especialista informático responsable de las redes de comunicaciones militares, entre ellas su cableado y centros de conexión. Un funcionario del Departamento de Defensa comentó a la agencia de noticias Associated Press que, en ese puesto, Jack Teixeira habría tenido una autorización de seguridad de mayor nivel, dado que también se le habría encomendado la tarea de garantizar la protección de las redes.

En un discurso pronunciado el jueves en Irlanda, el presidente estadounidense, Joe Biden, intentó restar importancia al impacto que podría tener la filtración. “No me preocupa la filtración“, señaló. “Me preocupa que ocurriera. Pero no hay nada actual que yo sepa que tenga grandes consecuencias“.

The Guardian vio alrededor de 50 de los documentos. Sin embargo, hay indicios de que se publicaron inicialmente muchos más de ellos en el grupo Thug Shaker Central. El New York Times indicó que había visto alrededor de 300 de los documentos, de los que hasta ahora solo se ha informado sobre una pequeña parte, lo que indica que los daños causados a la seguridad nacional podrían ser peores de lo que se ha reconocido hasta el momento.

Una de las formas en que la filtración podría repercutir en la seguridad de Estados Unidos consistiría en que los aliados se mostraran recelosos a la hora de compartir información de inteligencia. El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, negó que la filtración pudiera afectar negativamente la confianza de su país en la capacidad de Washington para mantener secretos.

“No lo pensaré dos veces”, comentó Morawiecki a The Guardian en un evento del Consejo del Atlántico Norte en Washington. “Creo que los fallos ocurren y los errores también, pero tenemos que mantenernos lo más cerca posible de nuestros aliados en Europa Occidental y Estados Unidos. Tenemos que unirnos también en este ámbito”.

Una parte de la investigación sobre la filtración analizará cómo un guardia nacional aéreo de 21 años de Massachusetts pudo tener acceso a material ultra secreto vital para los intereses de seguridad de Estados Unidos y sus aliados, incluidos los despliegues en el campo de batalla en Ucrania. El Pentágono informó que estaba revisando sus políticas relativas a la protección de material clasificado, incluida la actualización de las listas de distribución y la evaluación de cómo y dónde se comparte la información de inteligencia.

“Es importante entender que no se trata únicamente del DoD (el Departamento de Defensa). Esto concierne al gobierno de Estados Unidos”, señaló Ryder. “Se trata de cómo protegemos y salvaguardamos la información clasificada. Tenemos protocolos estrictos, por lo que cada vez que ocurre un incidente existe la oportunidad de revisarlos y perfeccionarlos”.