Joe Biden anuncia formalmente su candidatura a la Casa Blanca para 2024
Joe Biden confirma su candidatura a la reelección para 2024, en un anuncio en video.

El presidente estadounidense, Joe Biden, anunció formalmente que buscará la reelección en 2024, pidiendo a los estadounidenses que le den otros cuatro años para “terminar este trabajo” y, posiblemente, preparando una extraordinaria revancha contra Donald Trump.

En un video de campaña de tres minutos, que comienza con imágenes intermitentes de la turba de simpatizantes de Trump que atacaron el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero, Biden advierte que la nación aún está bajo la amenaza de las fuerzas antidemocráticas desencadenadas por su predecesor, a quien derrotó para ganar la Casa Blanca en 2020.

“Cuando me postulé para presidente hace cuatro años”, narra Biden, “dije que estábamos en una batalla por el alma de Estados Unidos, y todavía lo estamos”.

El presidente, famoso por su nostalgia, lanzó su campaña de reelección en el cuarto aniversario de su regreso a la política en 2019, cuando declaró su intención de aspirar a la nominación presidencial por tercera vez. En aquel entonces, como ahora, Biden recurrió a un video para declarar formalmente su candidatura antes de aventurarse en el camino de la campaña.

Sin embargo, el panorama ha cambiado de forma notable desde su campaña de hace cuatro años. El país sigue lidiando con las secuelas de una pandemia que cobró más de 1.1 millones de vidas y con una inflación que ha disminuido tras alcanzar niveles máximos históricos, pero que sigue siendo perjudicial para los consumidores.

Los estadounidenses todavía están profundamente divididos, convulsionados por la pérdida del derecho federal al aborto, los tiroteos masivos casi semanales y el empeoramiento de los desastres climáticos.

Biden, que ya es el presidente de mayor edad en la historia de Estados Unidos con 80 años, si es reelegido, tendría 86 años antes del final de un segundo mandato, es decir, casi una década más que Ronald Reagan cuando dejó la Casa Blanca en 1989. Trump tiene 76 años.

En su video de campaña, Biden advirtió que los “extremistas MAGA” -utilizando el slogan Make America Great de Trump para describir al movimiento leal al expresidente- estaban trabajando para despojar a los estadounidenses de sus “libertades fundamentales”.

“Recortar la seguridad social que han pagado toda su vida mientras recortan los impuestos que pagan los más ricos. Dictar qué decisiones de salud pueden tomar las mujeres, prohibir libros y decirle a la gente a quién puede amar. Todo esto mientras hacen que sea más difícil para ustedes poder votar”, dijo Biden.

Biden y la primera dama, Jill Biden, dieron a conocer hace meses su intención de buscar un segundo mandato. No obstante, el presidente no sintió la necesidad de precipitar su entrada a la contienda después de que los resultados de su partido en las elecciones de mitad de mandato de noviembre, mejores de lo esperado, aplacaran las peticiones de que se presentara a un serio desafío en las elecciones primarias.

Los demócratas lograron evitar importantes pérdidas en la Cámara de Representantes y consiguieron ampliar su estrecha mayoría en el Senado, lo que permitió que Biden siguiera presionando a jueces y funcionarios de la administración.

En última instancia, el presidente decidió esperar hasta después de su viaje ancestral a Irlanda, donde un alegre Biden declaró que el viaje de tres días renovó su “sentido del optimismo” respecto a lo que aún se podía lograr en su país. Al salir de la Isla Esmeralda, comentó a los periodistas que su plan era “volver a postularse”.

Se incorpora a la campaña de 2024 acosado por unos índices de aprobación obstinadamente bajos y por la preocupación que suscita su edad. Solo una cuarta parte de los estadounidenses -el 26%- desea que Biden vuelva a postularse, según indica una nueva encuesta de Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research.

Aproximadamente la mitad de los demócratas cree que debería buscar un segundo mandato, lo que supone una mejora respecto al 37% que opinaba lo mismo en la encuesta realizada en enero. Sin embargo, en caso de que Biden ganara la nominación del partido, como se espera, lo apoyaría la mayoría de los demócratas.

En las próximas semanas, Biden se centrará en sus obligaciones oficiales. El martes deberá recibir al presidente de Corea del Sur y viajará a la cumbre del G7 en Japón el próximo mes. Su equipo empezará a formalizar la campaña, que se espera tenga su sede en Wilmington, Delaware.

Julie Chávez Rodríguez, asesora principal en la Casa Blanca y nieta del célebre líder sindical César Chávez, desempeñará el cargo de directora de campaña. Su principal adjunto será Quentin Fulks, un estratega demócrata que recientemente dirigió la exitosa campaña de reelección en 2022 del senador estadounidense Raphael Warnock en Georgia, un campo de batalla presidencial que Biden ganó en 2020.

El anuncio dará comienzo a una carrera de recaudación de fondos en la que su campaña se esforzará por reunir decenas de millones de dólares antes de la fecha límite del 30 de junio, la cual constituirá una prueba inicial del entusiasmo que despierta su candidatura. Esta semana se convocó en Washington a los principales donadores del partido para que ayuden a reunir el fondo de financiamiento de la campaña de reelección del presidente.

Biden dejó claro en su video de anuncio que planea postularse basándose en los logros legislativos que consiguió durante la primera mitad de su presidencia, durante la cual los demócratas tenían una mayoría escasa, pero decisiva en el Congreso.

Durante esos dos años, Biden aprobó el Plan de Rescate Estadounidense, que proporcionó una amplia ayuda financiera a las familias que seguían luchando contra las consecuencias de la pandemia de coronavirus. También aprobó un programa de 1 billón de dólares para revitalizar las envejecidas infraestructuras del país y ampliar el acceso a la banda ancha en todo el territorio.

Promulgó el primer gran proyecto de ley federal sobre seguridad de las armas en casi 30 años, emprendió iniciativas para tratar a los veteranos expuestos a quemaduras tóxicas e impulsó la industria nacional de semiconductores para competir mejor con China, además de lograr el nombramiento de la jueza Ketanji Brown Jackson, la primera mujer afroamericana en formar parte de la Corte Suprema de Estados Unidos.

Quizás el logro legislativo más importante de Biden hasta la fecha fue la promulgación de la Ley para la Reducción de la Inflación, un vasto paquete de medidas en materia climática y de salud que supuso la respuesta más significativa de Estados Unidos a la crisis climática.

Aunque sus políticas son ampliamente populares, le ha costado obtener crédito por ellas, según muestran las encuestas. Biden ha pasado los últimos meses viajando por el país en un intento de promocionar sus políticas económicas y movilizar a los estadounidenses para que apoyen su propuesta de cara a la riesgosa confrontación con los congresistas republicanos respecto al límite de la deuda.

En la escena internacional, Biden logró reunir una coalición mundial en torno a Ucrania en respuesta a la invasión no provocada de Rusia, al tiempo que intentaba reforzar las defensas de Estados Unidos contra el creciente poderío económico y militar de China.

No obstante, la caótica y letal retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán fue uno de los peores momentos de la presidencia de Biden, a pesar de que cumplió su promesa de poner fin a la guerra más larga de Estados Unidos.

El anuncio se da a conocer en un momento en el que se enfrenta al reto de negociar acuerdos con un Congreso dividido, después de que los republicanos tomaran el control de la Cámara de Representantes en enero. El presidente y el presidente republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, están inmersos en una tensa batalla sobre el aumento del límite de la deuda, es decir, el límite de endeudamiento del gobierno federal.

Las amenazas contra la democracia siguen siendo uno de los ejes de su presidencia y volverán a constituir un tema de motivación de su campaña de reelección. En un par de importantes discursos, Biden advirtió que las fuerzas antidemocráticas leales a su predecesor amenazaban los principios fundamentales de Estados Unidos.

Las libertades individuales se encuentran bajo el ataque de estados dirigidos por los republicanos y tribunales de mayoría conservadora que pisotearon los derechos reproductivos de las mujeres, el derecho al voto y los derechos de la comunidad LGBTQ+, argumenta Biden.

El anuncio de la candidatura a la reelección de Biden inaugura una nueva fase de la campaña para 2024, meses después de que su predecesor, Trump, a quien derrotó en 2020, anunciara su propia candidatura a la Casa Blanca. Sus candidaturas podrían sentar las bases para una extraordinaria revancha, ya que ambos se verán envueltos en batallas políticas y legales sin precedentes.

Los dos se enfrentan a investigaciones del fiscal especial sobre el manejo de información clasificada. En el caso de Biden, la investigación del Departamento de Justicia está relacionada con documentos clasificados descubiertos en su despacho privado y en su casa. Se informó inmediatamente a las autoridades y el equipo jurídico de Biden ha hecho hincapié en que está cooperando plenamente.

Trump, por el contrario, se opuso a los esfuerzos del gobierno de recuperar el material clasificado que indebidamente llevó consigo a su finca en Florida tras dejar la Casa Blanca. Sin embargo, este es solo uno de los muchos desafíos legales que amenazan al candidato favorito republicano. A principios de este mes, Trump se declaró inocente de 34 cargos de falsificación de registros empresariales en un tribunal penal de Manhattan. También se enfrenta a múltiples investigaciones relacionadas con sus intentos de anular las elecciones de 2020.

Biden no se enfrenta a ninguna oposición importante para conseguir la nominación del partido. La escritora Marianne Williamson y el activista antivacunas Robert F. Kennedy Jr., sobrino de John F. Kennedy, hicieron sus apuestas para conseguir la nominación.

Mientras tanto, la lista de posibles candidatos republicanos sigue creciendo desde que Trump lanzó su campaña electoral a finales del año pasado. Nikki Haley, exgobernadora de Carolina del Sur y exsecretaria de la ONU de Trump, se incorporó a la contienda, mientras que el senador de Carolina del Sur Tim Scott dio los primeros pasos para postularse. Se espera ampliamente que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, anuncie su candidatura en los próximos meses. Mike Pence, vicepresidente de Trump, también está considerando su candidatura presidencial.

Joan E. Greve contribuyó a este artículo.

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