Tucker Carlson ya no está, pero una demanda por intimidación y sexismo lo persigue
La cultura interna del antiguo programa de Tucker Carlson en Fox News se ha visto sometida a un duro escrutinio por las acusaciones de Abby Grossberg. Foto: Chip Somodevilla/Getty Images

La súbita salida de Tucker Carlson de Fox News causó conmoción en el panorama político y mediático estadounidense e inmediatamente numerosos expertos estadounidenses la vincularon al enorme acuerdo que la cadena de derecha acababa de alcanzar con la empresa Dominion Voting Systems.

Carlson, como incitador de extrema derecha, desempeñó un papel decisivo en la emisión por parte del canal de teorías de conspiración relacionadas con las elecciones de 2020, las cuales con frecuencia situaban a las máquinas de votación de la empresa Dominion en el centro de falsas acusaciones de fraude electoral.

Sin embargo, existe otro caso legal en el que están implicados Carlson, su programa y la cadena Fox que también está acaparando la atención tras su despido: un caso que revela de forma brutal la cultura interna del programa de Carlson y de algunos de sus altos ejecutivos, con denuncias de intimidación, antisemitismo y sexismo.

Se trata de una demanda interpuesta por Abby Grossberg, exbooker (agente de invitados del programa) de Carlson. Grossberg fue despedida por Fox News poco después de que en marzo interpusiera dos demandas contra la empresa en las que alegaba que Fox News, Fox Corp y empleados como Tucker Carlson fomentaban un entorno laboral plagado de comportamientos abusivos.

Las denuncias de Grossberg se centraron en Tucker Carlson Tonight (TCT), uno de los programas de entrevistas de televisión por cable más vistos, aunque no el más lucrativo de Fox News (ese título corresponde a The Five). Grossberg afirma que fue “aislada, sobreexplotada, infravalorada, se le negaron oportunidades de ascenso y, en general, fue tratada de manera significativamente peor que sus homólogos masculinos, incluso cuando esos hombres eran menos cualificados que ella”.

Fox News, por su parte, calificó las afirmaciones de Grossberg como “indignas” y “plagadas de acusaciones falsas contra la cadena y nuestros empleados”. La empresa indicó que había contratado a un asesor externo independiente para que investigara los problemas planteados por la exempleada.

No obstante, la denuncia de Grossberg constituye una lectura brutal. En su primer día en el programa, afirma Grossberg, descubrió que la oficina estaba decorada con prototipos de fotos de la expresidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, “con un traje de baño que dejaba al descubierto su escote”. La demanda sostiene que “el chiste” era que Pelosi tenía un aspecto terrible en traje de baño.

A Grossberg también le preguntaron si la presentadora de Fox y exjefa de Grossberg, Maria Bartiromo, tenía una relación sexual con el líder republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy.

En la demanda, Grossberg alega que se sintió “mortificada por lo que estaba presenciando y empezó a experimentar una sensación de vacío en el estómago cuando se volvió evidente hasta qué punto la misoginia y el afán de avergonzar y cosificar a las mujeres estaban muy extendidos entre el personal masculino de TCT”.

Parece que la guerra en varios frentes en Fox News –político, entre la división de noticias del canal de cable y los presentadores de opinión en horario de máxima audiencia como Carlson, así como en términos de discriminación de género que se remonta a Roger Ailes y Bill O’Reilly– se fusionó en las denuncias de Grossberg.

Tucker Carlson ya no está, pero una demanda por intimidación y sexismo lo persigue - carlson
Las personas pasan junto a una imagen promocional de Tucker Carlson en el edificio de News Corporation en Nueva York en 2019. Foto: Brendan McDermid/Reuters

La periodista y booker se expresó de esta forma en su comunicado tras el repentino despido de Carlson: “Este es un paso hacia la rendición de cuentas en relación con las mentiras electorales y las teorías de conspiración infundadas difundidas por Fox News“, señaló Grossberg en un comunicado, “así como por el abuso y el acoso que soporté”.

No obstante, la demanda de Grossberg también supone un riesgo jurídico para Fox News debido a su interacción con una demanda independiente que el equipo de Grossberg presentó en Delaware, la misma jurisdicción en la que Fox resolvió la semana pasada una demanda por difamación interpuesta por la empresa Dominion cuyo valor ascendió a mil 600 millones de dólares.

Grossberg indicó en su demanda por discriminación en Nueva York que los abogados de Fox la obligaron a prestar una declaración engañosa en el caso de Dominion, que los abogados de Fox no registraron el número celular de su empresa a pesar de una orden judicial y que no le dieron la oportunidad de revisar y corregir su testimonio.

En la demanda independiente interpuesta en Delaware, Grossberg alega que existió una conspiración, descrita por su abogado, Gerry Filippatos, como un esfuerzo “para sacrificarla, (y hacerla) testificar falsamente con el fin de encubrir los errores de Fox” en el caso Dominion.

Fox News indicó que las acusaciones de Grossberg relativas al caso Dominion son “infundadas” y que “defenderá enérgicamente a Fox contra sus indignas demandas legales, que están plagadas de acusaciones falsas dirigidas contra la cadena y nuestros empleados”.

Sin embargo, la demanda por discriminación laboral que Grossberg interpuso contra Fox, Carlson y varios de sus productores principales, alegando intimidación, sexismo y antisemitismo, es la razón por la que algunos creen que Suzanne Scott, directora ejecutiva de Fox News; Lachlan Murdoch, director ejecutivo de Fox Corporation; y Rupert Murdoch, presidente de Fox Corp y presidente ejecutivo de News Corp, se vieron forzados a despedir a Carlson.

La demanda alega que Carlson creó un ambiente en el que “el poco profesionalismo reinaba por encima de todo, y la aversión y el desdén del personal por las mujeres se infiltraba en casi todas las decisiones de la jornada laboral” además de que su sueldo, de 145 mil dólares, era significativamente inferior al sueldo típico de los productores senior de programas de televisión emitidos en horario de máxima audiencia y constituía una violación de las leyes de igualdad salarial.

Grossberg afirma que cuando presentó una queja ante su superior, le respondieron: “Este es el tono de Tucker y simplemente el ritmo del programa”. El personal masculino que la maltrató se vio “inspirado, autorizado y facultado para hacerlo por el propio Sr. Carlson”, afirma Grossberg, que actuó de ese modo debido a la “corrupción institucional”.

Grossberg, que es judía, afirma que fue objeto de discriminación religiosa por parte de un productor senior, Alex McCaskill, quien colocó tres adornos navideños inflables en la zona de bookings: “una demostración absurda que distraía y era estridente” y otra más pequeña junto a su escritorio con un cartel en el que se leía “Hannukah bush” (árbol de Hannukah).

Cuando, en diciembre del año pasado, el equipo de TCT debatió sobre los próximos premios concedidos a los empleados más destacados de Fox News, McCaskill bromeó diciendo que el equipo de TCT, “completamente caucásico”, nunca podría ganar un premio de 10 mil dólares al “Embajador de la Inclusión del Año”. Sin embargo, una “judía israelí” en las reservas sí lo haría y podría utilizar el dinero “para comprarle pizza al equipo durante todo un año”.

McCaskill, sostiene la demanda, “denigraba habitualmente a las empleadas”. Mientras presentaba una idea promocional para el documental de Carlson titulado End of Men, McCaskill señaló que la “sala para las madres”, dedicada a la lactancia materna, era un “desperdicio de espacio” y debería ser sustituida por una “sala de camas de bronceado para que los muchachos se broncearan los testículos”, una práctica que aparecía en TCT.

Cuando Grossberg presentó su denuncia a McCaskill, según alega la demanda, se le citó a una reunión de RRHH para “discutir (su) rendimiento laboral”. Un responsable de RRHH de Fox News le advirtió que “se requiere una mejora inmediata”.

El productor de TCT Justin Wells –que también se fue de la cadena Fox el lunes– elegía a las invitadas basándose en su apariencia y hacía comentarios inapropiados, afirma la demanda. En una ocasión, alega Grossberg, Wells y McCaskill comentaron que una booker junior de TCT que era subordinada de Grossberg “debería utilizar su atractivo sexual para el beneficio del equipo de TCT, como por ejemplo ‘acostarse con Elon Musk para conseguir (una) entrevista'”.

Los expertos jurídicos consideran que las demandas por discriminación son notoriamente difíciles de demostrar en juicio, ya que con frecuencia se basan en pruebas circunstanciales. El hecho de que se establezca un patrón de demandas previas por acoso sexual y por razón de sexo presentadas contra Fox News, muchas de las cuales se resolvieron, no necesariamente sería admitido en juicio.

No obstante, los abogados de Grossberg podrían pedir que se desclasificaran documentos y pruebas de las demandas anteriores, lo cual desencadenaría una nueva ronda de atención no deseada para Fox.

“Demostrar este tipo de denuncias ante los tribunales puede ser muchas veces un reto; especialmente cuando las únicas pruebas disponibles son circunstanciales y se necesitan testigos para fundamentarlas. Las alegaciones de la Sra. Grossberg también suponen retos únicos”, indicó Eric M. Baum, del despacho de abogados Eisenberg & Baum en Nueva York.

“El testimonio de la Sra. Grossberg en la demanda por difamación interpuesta por Dominion contra Fox crea otras complejidades en este caso. Dicho esto, es de suma importancia que las acusaciones de la Sra. Grossberg sean escuchadas e investigadas exhaustivamente”, añadió.

Este artículo fue modificado el 26 de abril de 2023 para indicar correctamente que el programa de entrevistas de televisión por cable más lucrativo de Fox News es The Five, y no Tucker Carlson Tonight, como señalaba una versión anterior.

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