‘No es mi rey’: Grupo antimonárquico alista protesta contra coronación del rey Carlos
Manifestantes sostienen un cartel que dice 'no es mi rey' y se unen a la multitud que se congregó para recibir al rey Carlos y a Camila, la reina consorte en el castillo de Colchester. Foto: Graeme Robertson/The Guardian

Dos semanas antes de la coronación del rey Carlos, los partidarios de un derrocamiento sin derramamiento de sangre contra la monarquía se reunieron dentro de una iglesia en el oeste de Londres para escuchar que por fin podrían tener un motivo de alegría.

“La buena noticia es que podemos deshacernos de ella y que lo haremos”, prometió a un grupo de unas 70 personas Graham Smith, director ejecutivo del grupo de presión republicano Republic, desde detrás de un púlpito.

El discreto evento evidenció la escala relativamente pequeña del movimiento republicano activo británico. Al menos 10 de las personas presentes eran periodistas, entre ellos un equipo de cámaras de la televisión japonesa, y era difícil evitar tener la impresión de que se estaba sermoneando a un público no exclusivamente joven y mayoritariamente blanco.

No obstante, en vísperas de la coronación, aquellos que llevan mucho tiempo defendiendo la causa republicana se sienten más animados, pues más de mil 400 personas se comprometieron a participar en las protestas del 6 de mayo en Londres.

Algunos creen que la atención sin precedentes prestada a las finanzas y el financiamiento de la realeza –en particular por parte de The Guardian– tiene el potencial de ganar adeptos entre el público. Una encuesta realizada por YouGov reveló que el 51% de los encuestados no cree que se deba financiar públicamente la coronación, en comparación con el 32% que sí lo cree.

“La lucha está iniciando”, señaló Norman Baker, exministro de gobierno del Partido Liberal Demócrata, que describió el uso del dinero público por parte de la familia real en su libro titulado And What Do You Do?

Aunque desaprueba este tipo de acciones, Baker comentó que no recordaba que se hubiera lanzado un huevo a la reina de la misma manera en que se hizo recientemente con Carlos.

“Es evidente que la población en general –incluidos muchos monárquicos– está extraordinariamente descontenta con lo que la realeza recibe del erario público y creo que ahí es donde son realmente vulnerables”, comentó Baker.

Fundado en 1983, Republic está experimentando un modesto impulso. Siendo un movimiento basado en la afiliación, que afirma contar con el apoyo de al menos 80 mil republicanos, el año pasado recibió 70 mil libras (aproximadamente un millón de pesos) en donaciones durante el mes del fallecimiento de la reina, una suma considerable si se toma en cuenta que sus ingresos en 2020 apenas superaron las 100 mil libras.

Republic cree que puede aprovechar este impulso antes, durante y después del 6 de mayo, fecha en la que los simpatizantes vestidos de amarillo corearán la frase “no es mi rey” y portarán carteles brillantes en grupos a lo largo de la ruta de la procesión, creando un “imperdible mar amarillo”.

En otros lugares, se prevén protestas y marchas en ciudades como Cardiff y Nottingham, mientras que en Oxford y Londres se llevarán a cabo fiestas callejeras contra la monarquía. En Escocia –donde se registran los mayores niveles de oposición a la monarquía de Reino Unido– se realizarán protestas en Edimburgo y Glasgow al mismo tiempo que el servicio de coronación.

Los republicanos se enfrentan a un obstinado cimiento de apoyo a la monarquía. Según las encuestas, el porcentaje de la población que cree que la realeza es buena para Gran Bretaña cayó a poco más del 50%, en comparación con el 60% de 2019.

No obstante, un análisis más minucioso de las encuestas indica que existe una profunda división generacional. Una encuesta realizada esta semana reveló que casi el 40% de las personas de entre 18 y 24 años preferirían tener un jefe de Estado electo.

En los últimos meses, Republic ha estado preparando una campaña mediante el uso de vallas publicitarias y redes sociales, así como siguiendo de cerca las salidas del rey Carlos.

El mes pasado, en la ciudad de Colchester, Essex, The Guardian fue testigo de una de las protestas que sirvieron de ensayo general para el 6 de mayo, cuando Smith y un grupo de partidarios de Republic que portaban carteles utilizaron un altavoz para desafiar al rey a participar en un debate.

Vigilados con recelo por la policía, los manifestantes fueron a su vez abucheados por miembros de la multitud. Quizás lo más interesante, sin embargo, es que uno de los más vociferantes hizo una pausa y reconoció que podían tener razón cuando le preguntaron a Carlos –cerca para escuchar el megáfono, pero ignorándolo deliberadamente– sobre el uso de fondos reales para apoyar los problemas legales de su hermano, el príncipe Andrés.

No obstante, lo que sigue ausente del movimiento republicano británico es cualquier tipo de campaña enérgica por parte de los diputados.

Exdiputados como Baker insisten en que un número significativo de diputados del Partido Laborista y del Partido Liberal Demócrata son antimonárquicos, aunque “no quieren la molestia” de hablar públicamente sobre ello. El movimiento laborista presidido por Keir Starmer se ha mostrado ansioso por blandir su respeto por la monarquía mientras intenta hacer hincapié en el patriotismo como forma de distanciar al partido de la época de Jeremy Corbyn.

Aun así, Ken Ritchie, de la agrupación interna Labour for a Republic, insiste en que existe interés entre los miembros del partido y destaca el aumento de la asistencia a sus reuniones durante las conferencias del partido. Varios partidos, ramas y clubes laboristas de distrito también respaldaron una moción que el grupo presentó recientemente en el foro político del partido.

Los diputados laboristas republicanos “mantienen una gran calma”, comentó, con la excepción de figuras francas como Clive Lewis. La semana pasada, Richard Burgon dijo en la Cámara de los Comunes que el rey debería pagar la coronación.

De nuevo en el evento de Republic en Kilburn, una de las dos rondas de aplausos más sonoras surgió cuando la periodista Yasmin Alibhai-Brown contó cómo se negó a hacer una reverencia durante un encuentro con la reina.

Por lo demás, con tono pesimista, añadió: “No comparto el optimismo de Graham porque han sido muy listos a la hora de manipular a la población”.

No obstante, Smith citó la apatía de la población como motivo que permitía a los republicanos mostrarse optimistas. Cuando YouGov les preguntó cuánto les importaba la coronación, el 64% de los encuestados respondió “nada” o “poco”.

“La monarquía es una idea que empieza a desmoronarse. Solo al 9% de la gente le entusiasma la coronación. Es algo que en su mayor parte está pasando desapercibido para la gente”.

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