La petrolera Eni se enfrenta a una demanda por su presunto conocimiento anticipado de la crisis climática
Logotipo de Eni visto en una gasolinera en Roma, Italia. La empresa suele figurar entre las doce empresas petroleras más ricas del mundo. Foto: Max Rossi/Reuters

La empresa petrolera italiana Eni se enfrenta a la primera demanda climática del país, ya que los grupos ecologistas alegan que la empresa utilizó “actividades de cabildeo y lavado verde” para promover un mayor uso de combustibles fósiles a pesar de que conocía los riesgos que suponían sus productos desde 1970.

Greenpeace Italia y el grupo de defensa italiano ReCommon pretenden tomar como base un caso similar interpuesto contra la empresa petrolera anglo-neerlandesa Royal Dutch Shell en los Países Bajos para obligar a Eni a reducir sus emisiones de carbono en un 45% antes de 2030.

La urgencia de tomar medidas contra la crisis climática nos ha impulsado a presentar la primera demanda climática en Italia contra la mayor empresa energética del país“, señaló Matteo Ceruti, abogado de los demandantes.

Las acusaciones se basan parcialmente en un estudio que Eni encargó entre 1969 y 1970 a su centro de investigación Isvet, que el servicio de noticias sobre el clima sin fines lucrativos DeSmog compartió con The Guardian. El informe dejaba claro que, si no se controlaba, el aumento del uso de combustibles fósiles podría conducir a una crisis climática en pocas décadas.

“(E)l dióxido de carbono en la atmósfera, según un reciente informe del secretario de la ONU, debido al aumento del uso de (combustibles fósiles), ha aumentado en el último siglo en un promedio del 10% en todo el mundo; aproximadamente en el año 2000 este aumento podría alcanzar el 25%, lo que tendría consecuencias ‘catastróficas’ para el clima“, indicaba el informe.

Greenpeace Italia y ReCommon también revelaron un informe de 1978 redactado por la empresa Tecneco de Eni, que incluía un cálculo de cuánto aumentarían los niveles de CO2 en la atmósfera a finales de siglo.

“Se supone que con el creciente consumo de combustibles fósiles, que comenzó con la Revolución Industrial, la concentración de CO2 alcanzará las 375-400 (partes por millón o ppm) en el año 2000”, aseguraba el informe. “Algunos científicos consideran que este aumento es un posible problema a largo plazo, especialmente porque podría modificar el equilibrio térmico de la atmósfera provocando cambios climáticos que tendrían graves consecuencias para la biosfera”.

Esta predicción resultaría ser acertada en términos generales. Entre 1970 y 2000, la concentración atmosférica de CO2 en la Tierra aumentó de 325ppm a 371ppm. En la actualidad es de 420 ppm.

Otras investigaciones de DeSmog revelaron que la revista Ecos, de la empresa Eni, hizo repetidas referencias al cambio climático a finales de la década de 1980 y durante los años 90, al tiempo que realizaba campañas publicitarias en las que promocionaba el gas natural, que calienta el planeta, como un combustible “limpio”.

Eni no respondió la solicitud de comentarios sobre estos documentos.

La demanda también citará a dos entidades gubernamentales –el Ministerio de Economía y Finanzas y el banco de desarrollo Cassa Depositi e Prestiti– por la “influencia que ejercen sobre Eni”, indica la citación. Entre ambas entidades, el Ministerio y el banco poseen un tercio de la participación del gobierno italiano en las acciones de Eni.

Greenpeace Italia y ReCommon anunciaron la demanda en una conferencia de prensa en Roma el martes, que se llevó a cabo en la víspera de la reunión general anual de Eni. Los grupos señalan que tienen intención de presentar la demanda ante el tribunal civil de Roma antes del 19 de mayo y solicitarán que las audiencias comiencen en noviembre.

Los expertos en litigios climáticos comentan que los documentos relacionados con el caso de Eni se suman a un conjunto cada vez mayor de evidencia de que las empresas petroleras tenían un claro conocimiento de los riesgos que planteaba la combustión de sus productos desde hace más de medio siglo, pero que aun así decidieron restar importancia a los peligros y aumentar la producción de petróleo y gas.

“Estos hallazgos refuerzan y se suman al patrón detectado en investigaciones anteriores: las grandes empresas petroleras comprendían los efectos catastróficos que sus productos tendrían en el mundo, pero no advirtieron al público, ocultaron su conocimiento, negaron el problema y obstruyeron los esfuerzos para solucionarlo”, indicó Ben Franta, investigador principal del Programa de Derecho Sostenible de Oxford. “Al igual que otras empresas de combustibles fósiles, en última instancia Eni podría ser declarada responsable en los tribunales por este patrón de engaño y perjuicio“.

Con una capitalización bursátil de casi 49 mil millones de dólares (unos 800 mil millones de pesos), Eni suele figurar entre las 12 empresas petroleras más ricas del mundo. En 2022, Eni registró una ganancia de 14.12 millones de dólares, es decir, 9.9 millones de dólares más que en 2021. La empresa opera en más de 60 países y en todos los niveles del sector del petróleo y el gas, desde la exploración y la perforación hasta la fabricación de productos petroquímicos.

Eni ocupa el puesto 24 entre las grandes empresas mundiales de petróleo y gas en lo que respecta a la acumulación de emisiones de dióxido de carbono y metano entre 1950 y 2018, según indica un análisis del Climate Accountability Institute.

Dos casos históricos en materia climática presentados en los Países Bajos aumentaron las esperanzas de los activistas italianos de poder utilizar los litigios para obligar a las empresas y a los gobiernos a reducir rápidamente las emisiones de carbono que contribuyen al calentamiento global.

En 2019, el Tribunal Supremo neerlandés confirmó una sentencia de un tribunal inferior que favorecía a la fundación Urgenda Foundation, un grupo ecologista, y ordenó al gobierno neerlandés que estableciera objetivos más ambiciosos para reducir las emisiones. Dos años después, el tribunal de distrito de La Haya falló a favor de Amigos de la Tierra Países Bajos, Greenpeace Países Bajos y otros grupos que demandaron a la empresa Shell para que redujera sus emisiones un 45% antes de 2030. Shell apeló el fallo.

El caso italiano también tiene cierto parecido con el creciente número de demandas por fraude al consumidor que Estados, ciudades y municipios de Estados Unidos han interpuesto contra las grandes empresas petroleras. La Corte Suprema rechazó en abril las apelaciones de las empresas Exxon Mobil, Chevron y Suncor Energy de transferir cinco de estos casos de los tribunales estatales a los federales.

En abril de 2020, la autoridad italiana de la competencia informó que había multado a Eni con aproximadamente 5.5 millones de dólares por engañar a los consumidores con afirmaciones “ecológicas” incluidas en una campaña publicitaria sobre el combustible diesel. El año pasado, grupos ecologistas presentaron una denuncia ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), un organismo intergubernamental, en la que alegaban que los planes de Eni de aumentar la producción de petróleo contradecían su objetivo de alcanzar el cero neto de emisiones para el año 2050. El caso sigue pendiente.

Eni señaló que demostraría que la nueva demanda era “infundada” y, en caso necesario, demostraría ante los tribunales que adoptó el enfoque correcto para la descarbonización. “La estrategia combina y equilibra los objetivos esenciales de sustentabilidad, seguridad energética y competitividad de Italia”, indicó Eni en un comunicado.

La empresa añadió que se reservaba el derecho a emprender acciones legales para proteger su reputación como respuesta a las “repetidas acciones difamatorias” emprendidas por ReCommon.

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