Conceden libertad bajo fianza a expremier de Pakistán en un caso de corrupción
Los seguidores de Imran Khan celebran después de que un tribunal paquistaní le concediera la libertad bajo fianza.

Un tribunal concedió al exprimer ministro de Pakistán, Imran Khan, la libertad bajo fianza por un periodo de dos semanas en un caso de corrupción y ordenó su protección frente a la detención por cualquier cargo hasta el lunes, en medio de la preocupación de que volviera a ser detenido inmediatamente tras su liberación.

La seguridad fue muy estricta cuando Khan compareció el viernes ante el Tribunal Supremo de Islamabad para solicitar la libertad bajo fianza en varios casos. Khan se encontraba bajo custodia policial desde el martes, después de que casi 100 agentes paramilitares lo detuvieran en las instalaciones del tribunal.

Para enojo del gobierno, Khan quedó en libertad el jueves, cuando el Tribunal Supremo determinó que la forma en que fue detenido, en las instalaciones del Tribunal, era ilegal, y le ordenó que solicitara la libertad bajo fianza al Tribunal Supremo. Pasó la noche en una pensión de la policía, pero ya no estaba detenido.

El viernes, los jueces del Tribunal Supremo de Islamabad le concedieron formalmente a Khan la libertad bajo fianza por un periodo de dos semanas en el caso Al Qadir, que implica acusaciones de transferencias ilegales de terrenos. El juez también concedió a Khan la libertad bajo fianza en otros tres casos y le prohibió a las autoridades detener a Khan por cualquier caso en todo el país hasta el lunes.

Khan permaneció en la sala del Tribunal hasta última hora de la tarde del viernes por motivos de seguridad, después de que se registraran disparos en el exterior. Khan tenía previsto regresar a su hogar en la ciudad de Lahore.

Khan y su abogado expresaron su preocupación por la posibilidad de que volvieran a detenerlo en relación con algunas de las decenas de casos judiciales a los que se enfrenta. “Estoy 100% preocupado de que me vayan a detener de nuevo”, comentó Khan a los medios de comunicación locales cuando se dirigía a la sala del Tribunal. Señaló que si lo volvían a detener, continuaría el ciclo de violencia.

El abogado de Khan, Babar Awan, afirmó que la policía de las ciudades de Lahore y Punjab se dirigía al Tribunal Supremo de Islamabad para detener a Khan. “¿Por qué están entonces tan empeñados en detener a Imran? Permítanme decirles que cualquier intento de detener de nuevo a Imran será inconstitucional”, dijo a los periodistas.

El gobierno, dirigido por el primer ministro, Shehbaz Sharif, acusó al Tribunal Supremo de “hipocresía” por su veredicto e indicó que los líderes del partido de Khan, Pakistan Tehreek-e-Insaf, estaban “llevando al país hacia la destrucción”.

El ministro del Interior, Rana Sanaullah, aclaró que Khan no estaba a salvo de las detenciones a pesar de las indicaciones del Tribunal. “Intentaremos anular su libertad bajo fianza”, indicó. “Y si se le concede la libertad bajo fianza en algunos casos y aún quedan otros, definitivamente lo detendremos”.

Maulana Fazlur Rehman, presidente del Movimiento Democrático de Pakistán (PDM) –la coalición política que gobierna Pakistán bajo el primer ministro Sharif– acusó al Tribunal Supremo de “proteger al terrorismo” al concederle la libertad bajo fianza a Khan.

La represión contra los miembros del partido PTI continuó en las primeras horas del viernes con la detención de otras dos altas dirigentes, Yasmin Rashid y Shireen Mazari, en las ciudades de Lahore e Islamabad, lo que eleva a siete el número total de dirigentes del PTI detenidos.

Khan niega todos los cargos que se le imputan alegando que tienen motivaciones políticas. Su popularidad ha aumentado desde que fue destituido del poder en abril del año pasado, y acusó al poderoso ejército del país, en su momento su estrecho aliado, de orquestar su derrocamiento, y a altos mandos militares de intentar asesinarlo.

A medida que aumentaba el número de casos presentados contra él, la detención de Khan parecía algo probable desde hace varios meses. Ya había logrado eludir un intento de detención policial en marzo.

En su comparecencia ante el tribunal el viernes, Khan indicó que su batalla no estaba dirigida contra toda la clase dirigente militar, sino contra “un hombre, el jefe del ejército”, refiriéndose al recién nombrado Asim Munir Ahmed, un general con el que Khan tuvo una relación notoriamente conflictiva cuando fue primer ministro.

Cientos de personas son detenidas en las protestas en Pakistán tras la detención de Imran Khan, video

Las violentas protestas que se produjeron esta semana en todo el país disminuyeron en gran medida tras la sentencia del Tribunal Supremo, sin embargo, el ejército seguía presente en las calles y la policía impuso en la capital una ley de emergencia que impedía las concentraciones. Más de 2 mil personas fueron detenidas, y la red de telefonía móvil sigue interrumpida en todo el país.

Nusrat Javed, analista de alto nivel, señaló que, aunque parecía que Khan era “invencible” tras la protección que le habían concedido los tribunales contra la detención, advirtió que el exprimer ministro se enfrentaba a una ardua batalla si quería enfrentarse al poderoso ejército de Pakistán, en particular al jefe del ejército. “En el contexto histórico de Pakistán, me resulta difícil imaginar que Imran Khan triunfe sobre el jefe del ejército”, comentó Javed.

Hammad Azhar, un alto cargo del partido PTI, señaló: “Imran Khan transmitió el mensaje de que están intentando detenerlo de nuevo y quiere que todo el país salga a protestar pacíficamente”.

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