Tras la anulación del caso Roe, los republicanos atacan los derechos de las personas trans

Los estadounidenses se sienten “frustrados y ansiosos”, lamentó el exvicepresidente Mike Pence. El país se encuentra “en una situación precaria”, estimó el vicegobernador de Carolina del Norte, Mark Robinson. Y Glenn Jacobs, exestrella de la lucha libre profesional y actual alcalde del condado de Knox, Tennessee, declaró que “son tiempos difíciles”.

¿Cuál podría ser la causa de semejante penuria? Para los candidatos presidenciales republicanos que hablaron el viernes en Washington D.C. en una importante reunión de la derecha cristiana, la culpable era la aceptación por parte de la sociedad estadounidense de las personas transgénero y de la comunidad LGBTQ+ en general.

El lenguaje y el imaginario son extremos y están llenos de teorías conspirativas.

“Nos enfrentamos al mayor desafío que este país haya visto jamás, por supuesto en toda mi vida”, dijo el senador de Misuri, Josh Hawley, a la multitud de cientos de personas reunidas en la Conferencia Política anual Camino a la Mayoría de la Coalición Fe y Libertad.

Describió el desafío como “un nuevo marxismo que está creciendo en este país”, uno que dice a los estadounidenses, entre otras cosas: “Que no existen conceptos como hombre y mujer, que no hay dos géneros. Hay 2 mil géneros y les dice a nuestros hijos que la forma en que Dios los hizo está mal”.

“Estos nuevos marxistas quieren darle a Estados Unidos una nueva religión. Quieren imponernos la religión del woke. Es la religión de lo transgénero, de la teoría crítica de la raza y del multiculturalismo de fronteras abiertas, y nos la están imponiendo”, señaló Hawley.

Celebrada en el hotel donde Ronald Reagan sobrevivió a un intento de asesinato, la audiencia compuesta por cientos de personas reunidas en su salón escuchó a varios de los principales candidatos presidenciales republicanos, entre ellos el gobernador de Florida, Ron DeSantis, el senador Tim Scott y el exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson.

Sus apariciones se produjeron en un punto de inflexión para los conservadores culturales. Hace un año, vieron cómo su antiguo sueño de derogar el caso Roe vs Wade se hizo realidad cuando la Corte Suprema anuló el precedente después de 49 años, permitiendo que los estados prohibieran el aborto. Sin embargo, en el ámbito de los derechos LGBTQ+, el movimiento parecía haber retrocedido en los últimos tiempos, ya que en 2022 los congresistas republicanos ayudaron a aprobar una ley que protegía el matrimonio entre personas del mismo sexo a nivel nacional, basándose en la consagración de este derecho por parte de la Corte Suprema en 2015.

En respuesta, los grupos que se oponen a los derechos de las comunidades de homosexuales, lesbianas y transgénero han organizado una reacción negativa bien financiada contra la ampliación de los derechos, una reacción que están fomentando los extremistas, que ha supuesto la erosión de los derechos de las personas homosexuales en muchos estados de Estados Unidos y que incluye una creciente amenaza de violencia.

“Dios odia el orgullo. Odia el orgullo en enero, febrero, marzo, abril, mayo y en el mes de junio”, proclamó el predicador conservador John Amanchukwu al principio de la conferencia, haciendo referencia al mes del Orgullo LGBTQ+, lo cual provocó risas y vítores entre la multitud congregada en Washington.

Las consecuencias han afectado particularmente a la comunidad trans en Estados Unidos. En lo que ha transcurrido de este año, la Campaña de Derechos Humanos (HRC, por sus siglas en inglés) afirma que se han promulgado 15 leyes que prohíben la atención médica de afirmación de género a jóvenes transgénero, así como siete proyectos de ley que permiten o exigen que se modifique el género de los estudiantes transgénero, además de otras medidas que afectan a los espectáculos drag o los programas escolares. En total, se han presentado más proyectos de ley antihomosexuales en los parlamentos estatales en 2023 que en los últimos cinco años, según datos de HRC.

“El propósito de estas leyes es facilitar el aumento del extremismo político alienando y aislando a los estadounidenses LGBTQ+, y el impacto de estas leyes es alarmante”, comentó Kelley Robinson, presidenta de HRC, en un reciente comunicado, calificándolo como “estado de emergencia”.

“En cada condado que ustedes representen, en cada condado que representen sus colegas, encontrarán padres e hijos, maestros y enfermeras, líderes comunitarios y propietarios de pequeñas empresas que temen que el aumento de los ataques legislativos y del extremismo político haya puesto un blanco en sus espaldas”.

A principios de este mes, la encuestadora Gallup informó sobre un descenso del apoyo público a las relaciones entre personas del mismo sexo, impulsado principalmente por los republicanos. La aprobación sobre esta cuestión ahora se sitúa en el 64%, en comparación con el 71% del año pasado, y solo el 41% de los republicanos la aprueban, lo que supone un descenso de 15 puntos porcentuales respecto al año pasado.

La semana pasada, los grupos de derechos Glaad y la Liga Antidifamación descubrieron que al menos 356 incidentes de odio dirigidos contra estadounidenses LGBTQ+ ocurrieron entre junio de 2022 y el pasado mes de abril, incluido un tiroteo masivo en un club nocturno homosexual ubicado en Colorado Springs que dejó cinco muertos.

En la conferencia de la Coalición Fe y Libertad, un orador tras otro hicieron evidente su determinación de continuar la campaña contra los estadounidenses trans.

“Acabaremos con la ideología de género que se extiende sin control en nuestras escuelas, y prohibiremos los tratamientos químicos y quirúrgicos de transición de género para menores de 18 años”, señaló Pence.

Como gobernador de Florida, DeSantis ha supervisado una campaña dirigida contra lo que él llama “ideología woke“, que incluye un proyecto de ley que firmó a principios de este año y que prohíbe la atención médica de afirmación de género para menores, restringe su acceso en el caso de los adultos y permite que el estado separe temporalmente a los niños trans de sus padres.

Las encuestas muestran que DeSantis se encuentra en un distante segundo lugar frente a Donald Trump, quien ha mantenido su liderazgo en el campo de las primarias republicanas ofreciendo a los votantes una mezcla familiar de conspiraciones, carisma y promesas de continuar con las políticas que llevó a cabo durante su primer mandato como presidente.

DeSantis se abstuvo de atacar al candidato republicano favorito en su discurso, y en su lugar prometió a la audiencia de la Coalición Fe y Libertad que, como presidente, aplicaría sus políticas de Florida en todo Estados Unidos.

“Lucharemos contra los woke en las escuelas, lucharemos contra los woke en las corporaciones, lucharemos contra los woke en los pasillos del gobierno. Nunca jamás nos rendiremos a la multitud woke. Dejaremos la ideología woke en el basurero de la historia, donde pertenece”, señaló DeSantis.