Ideas terribles, programas aburridos, cero talento: El naufragio de Meghan y Harry en los podcasts

En general, si hay algo que el mundo ya no necesita en absoluto son podcasts. Y, sin embargo, la muerte del acuerdo de Spotify con el príncipe Harry y la duquesa de Sussex –tan pública y turbia como resultó– nos privó, según se cuenta, de una auténtica maravilla.

La semana pasada, Bloomberg informó que Harry propuso seriamente la idea de hacer una serie entera sobre traumas infantiles. No solo sobre su propio trauma, porque es obvio que le ha sacado suficiente provecho en otros lugares, sino sobre el trauma de un grupo mejor descrito como “los malos del mundo”. Como escribió Bloomberg, el concepto de la serie era el siguiente: “Harry entrevistaría a varios invitados controvertidos, como Vladimir Putin, Mark Zuckerberg y Donald Trump, sobre sus primeros años formativos y la manera en que esas experiencias desembocaron en los adultos que son hoy en día”.

Esta es la mejor idea de toda la historia, convencer a una flota de hombres poderosos y peligrosos de que dejen de lado todos los instintos que los llevaron al poder en primer lugar, para que puedan hablar sobre cuán tristes se sienten porque nunca los abrazaron sus padres, con el príncipe Harry, para un podcast. Desgraciadamente, tal vez porque Vladimir Putin ha estado demasiado ocupado amenazando al mundo con la aniquilación nuclear como para hablar de lo mucho que lo intimidaron en la escuela, el proyecto no llegó a nada.

Por supuesto, era inevitable que las malas ideas de Harry terminaran filtrándose a la prensa, después de que el ejecutivo de Spotify, Bill Simmons, se burlara de algunas de ellas en vivo recientemente. Etiquetando a Harry y a Meghan como un par de “malditos estafadores”, Simmons comentó: “Tengo que emborracharme una noche y contar la historia de la reunión en Zoom que tuve con Harry para intentar ayudarlo con una idea para un podcast. Es una de mis mejores historias… Que se vayan al carajo. Los estafadores”.

La tragedia consiste, sin embargo, en que las noticias sobre estas terribles ideas se perdieron en el barullo de otras personas que se apresuraron a destrozar a la pareja. Al igual que Simmons, Jeremy Zimmer –director ejecutivo de United Talent Agency– mencionó el fracaso del acuerdo durante un festival de publicidad en Cannes, comentando: “Resulta que Meghan Markle no tenía un gran talento para el audio, ni necesariamente ningún tipo de talento. Y, ya saben, el simple hecho de ser famoso no te hace genial en algo”. Taylor Swift, al parecer, quedó tan poco impresionada con el podcast Archetypes de Meghan que, según se dice, rechazó una invitación personal para aparecer en el programa.

Y, además, para colmo de los colmos, Netflix aparentemente se está preparando para despedir a Harry y Meghan, negándose a pagarles decenas de millones de dólares a menos que produzcan algo tan exitoso como su reciente documental de seis episodios. Cosa que no harán, presumiblemente, porque ese documental literalmente fue la esencia de toda su vida. Además, no ayuda que sus otras ideas no parezcan particularmente convincentes; una de ellas consiste en una reinterpretación de Grandes esperanzas en la que la señorita Havisham ahora es “una mujer fuerte que vive en una sociedad patriarcal”, y otra idea descrita como “Emily en París, pero sobre un hombre”.

Sus problemas actuales, parece, provienen de renunciar a lo bueno antes de tiempo. Como entidad, Harry y Meghan solo son interesantes mientras puedan desestabilizar a la monarquía. Su entrevista con Oprah lo hizo. Su documental lo hizo. El libro de Harry Spare: En la sombra lo hizo. Archetypes no lo hizo, y como tal fue más o menos tan interesante como escuchar la plática del vestidor en el estudio de yoga más insufrible del mundo. Como tal, cada vez es más evidente que solo quedan restos. Puede que sea hora de que Harry y Meghan se alejen durante algún tiempo y decidan quiénes quieren ser realmente ahora.

Esto no quiere decir que deberíamos descartarlos, por supuesto. La duquesa de Sussex firmó un contrato con una agencia de talentos y, dependiendo de a quién se escuche, quiere revivir su blog como un centro de bienestar estilo Goop o convertirse en presidenta de Estados Unidos. Cualquiera de estos proyectos podría aumentar las arcas de la familia, algo que le daría a Harry un poco más de libertad para ir y perseguir a Putin para esa entrevista.