Zarpa el mayor crucero del mundo: el peor, el más grande, ¿pero es el más limpio?
El mayor crucero del mundo, el Icon of the Seas de Royal Caribbean, que zarpará mañana de Miami en su viaje inaugural. Amigos de la Tierra de Estados Unidos declaró: “Al construir estos megabuques y utilizar GNL, el sector de los cruceros está avanzando en la dirección equivocada”.

Las afirmaciones de que el crucero Icon of the Seas, el nuevo y enorme buque descrito como una “lasaña humana”, funciona con combustible limpio han sido tachadas de engaño ecológico, ya que las emisiones de metano del GNL son un gas climático más potente que el CO2.

El mayor crucero del mundo, que zarpará el sábado de Miami en su primer viaje comercial, fue botado en medio de una fanfarria de superlativos. Más largo que la Torre Eiffel, el Icon of the Seas se eleva 20 cubiertas sobre las olas, tiene capacidad para más de 7 mil pasajeros y tripulación y, con un cuarto de millón de toneladas brutas, podría tragarse cinco Titanics para desayunar.

Los toboganes de colores de su cubierta superior señalan a “Thrill Island”, el mayor parque acuático en alta mar, y cuenta con una cascada interior de 17 metros. El presidente de Royal Caribbean, Jason Liberty, declaró a la prensa que se trataba del “barco más grande y malo del planeta”, aunque rápidamente se le conoció en las redes sociales como la “lasaña humana”.

Sin embargo, la botadura del enorme buque en Florida, uno de los muchos del mismo tamaño o mayores que podrían construirse en los próximos años, ha vuelto a centrar la atención en el impacto del turismo de cruceros sobre el planeta.

Diversos estudios de organizaciones ecologistas, en los que se comparaba la huella de carbono de unas vacaciones de una semana en un crucero europeo con la de tomar un vuelo y alojarse en un hotel, concluían que estos cruceros emitían hasta ocho veces más carbono.

Zarpa el mayor crucero del mundo: el peor, el más grande, ¿pero es el más limpio? - Crucero-imagen
Icon of the Seas, el crucero más grande del mundo.

Royal Caribbean ha hecho mucho hincapié en el hecho de que el Icon of the Seas funciona con gas natural licuado (GNL), describiéndolo como el “combustible marino de combustión más limpia”. Sin embargo, Bryan Comer, director del programa marino del Consejo Internacional de Transporte Limpio, afirma que el uso de ese combustible demuestra que la industria “invierte en falsas soluciones climáticas”.

“Están doblando la apuesta al calificar el GNL de combustible ecológico cuando el motor está emitiendo entre un 70 y un 80% más de gases de efecto invernadero por viaje que si utilizara combustible marino normal”, afirma. “Icon tiene los mayores tanques de GNL jamás instalados en un buque. Es lavado verde”.

Utilizar GNL en lugar de otros combustibles marinos reduce las emisiones de dióxido de carbono en una cuarta parte. Pero un crucero que utiliza GNL emite más gases de efecto invernadero en general, debido a algo llamado “deslizamiento de metano”, dijo Comer. En este caso, parte del gas no se quema, lo que provoca emisiones de metano, un gas climático mucho más potente que el dióxido de carbono. El metano atrapa unas 80 veces más calor que el CO2 durante los 20 años posteriores a su liberación a la atmósfera.

Los buques deberían utilizar pilas de combustible e hidrógeno renovable o metanol, que emiten menos gases de efecto invernadero, afirmó.

Cuando se diseñó el Icon, hace más de siete años, el GNL se consideraba el “combustible más prometedor disponible a gran escala”, según Nick Rose, vicepresidente de Royal Caribbean.

“Lo consideramos un combustible de transición que ayuda a crear flexibilidad en el diseño de nuestros buques y también nos ayuda a adaptarnos más fácilmente a diferentes tipos de combustibles a medida que evoluciona el mercado y se introducen otras alternativas escalables”.

El Icon se construyó para albergar celdas de combustible, que producen electricidad sin combustión, para alimentar los ascensores, pero las baterías no se han instalado por un problema con los proveedores.

Rose afirmó que la empresa estaba comprometida con la búsqueda y aplicación de fuentes de energía alternativas, incluidas las celdas de combustible. “El GNL es una parte de nuestra estrategia de combustibles alternativos, junto con los biocombustibles, el metanol y otras fuentes de energía como la energía en tierra”, afirmó.

El enorme buque también se ha construido para funcionar con electricidad suministrada desde tierra cuando está atracado, una alternativa más limpia al funcionamiento de generadores altamente contaminantes. Venecia, Barcelona y Ámsterdam son sólo tres de las ciudades portuarias que han prohibido o frenado la navegación de cruceros ante la creciente preocupación por el medio ambiente y la salud.

Marcie Keever, de Amigos de la Tierra en Estados Unidos, declaró: “Al construir estos megabuques y utilizar GNL, el sector de los cruceros avanza en la dirección equivocada”.

“Los buques más grandes requieren más infraestructuras en los puertos, destruyendo arrecifes y ecosistemas para poder albergarlos”.

Traducción: Ligia M. Oliver

No te pierdas: Megayates: medioambientalmente indefendibles. El mundo debe prohibirlos

Síguenos en

Google News
Flipboard