Grupos israelíes de derechos humanos acusan al país de no acatar el fallo de la CIJ sobre la ayuda a Gaza
Niños palestinos esperan para recibir alimentos cocinados por una cocina de caridad en Rafah. Foto: Ismael Mohamad/UPI/Rex/Shutterstock

Exclusiva: 12 destacadas organizaciones de Israel firman una carta abierta en la que critican la falta de acceso de la ayuda humanitaria a Gaza, tal como lo estipuló la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

Doce de las organizaciones de derechos humanos más destacadas de Israel firmaron una carta abierta en la que acusan al país de incumplir la sentencia provisional de la CIJ que le obliga a facilitar el acceso de la ayuda humanitaria a Gaza.

El tribunal de La Haya impuso una serie de obligaciones legales a Israel cuando emitió una sentencia provisional a finales de enero en respuesta a la denuncia de Sudáfrica que acusaba al Estado de cometer genocidio en su campaña militar en Gaza.

Las obligaciones incluían la adopción de todas las medidas necesarias para evitar daños intencionados a civiles, facilitar ayuda humanitaria inmediata a la Franja de Gaza, prevenir y castigar la incitación directa o pública al genocidio y preservar las pruebas de cualquier acto ilícito cometido durante la guerra del país contra Hamás.

En su carta, los grupos de derechos afirman que Israel estaba legalmente obligado a aplicar las medidas ordenadas por el tribunal, pero hasta ahora no lo ha hecho. Entre los firmantes de la carta se encuentran el grupo de denunciantes militares Rompiendo el Silencio y la Asociación por los Derechos Civiles en Israel.

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“La orden de la CIJ es una obligación legal para poner fin a la catástrofe humanitaria en Gaza. Debe acatarse, no sólo para aliviar el sufrimiento urgente de los civiles, sino por el bien de toda la humanidad”, dice la carta. También señala que la CIJ instó a Hamás a liberar inmediata e incondicionalmente a todos los rehenes israelíes.

Israel se ha enfrentado a nuevas presiones por la falta de acceso humanitario a Gaza. Estados Unidos y otros países han lanzado ayuda desde el aire a la franja costera, y Estados Unidos y la Unión Europea han ordenado la apertura de un corredor marítimo en el territorio costero.

El lunes, un barco de una organización benéfica española con ayuda alimentaria se preparó para zarpar de Chipre rumbo a la franja de Gaza. El grupo no gubernamental Open Arms dijo que su barco remolcaría una barcaza con 200 toneladas de alimentos, que su socio, la organización benéfica estadounidense World Central Kitchen, descargaría después en las costas de Gaza.

“Como miembros de la sociedad civil con base en Israel y comprometida con los derechos humanos y el Estado de derecho, condenamos el hecho de que Israel no haya modificado hasta ahora su comportamiento basándose en las medidas impuestas por la CIJ, así como el hecho de que la ayuda humanitaria a Gaza haya descendido un 50% en el mes siguiente al fallo”, dice la carta.

“Pedimos un alto el fuego inmediato, que debe incluir la liberación de los rehenes. Instamos al gobierno israelí a que cumpla la orden de la CIJ y aplique las medidas provisionales del tribunal, que son esenciales para mitigar y superar la catástrofe humanitaria en Gaza.

“Además, pedimos a la comunidad internacional que utilice su influencia colectiva para promover y apoyar un alto el fuego inmediato y la aplicación de las medidas provisionales, y que redoble sus esfuerzos para garantizar que los rehenes israelíes sean devueltos desde Gaza”.

Aunque el máximo tribunal de la ONU no ordenó el cese de las hostilidades, su fallo fue visto como una dura advertencia a Israel sobre el grado de escrutinio legal internacional de la operación militar de meses de duración que lanzó en respuesta a los ataques de Hamás del 7 de octubre.

El fallo, visto como una dura reprimenda a la conducta bélica de Israel, se sumó a la creciente presión internacional sobre el país para que detenga su ofensiva, que ha causado una destrucción civil generalizada y ha provocado el desplazamiento de más del 75% de la población de Gaza, de 2.3 millones de personas.

La orden provisional fue condenada en su momento por el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, quien afirmó que el hecho de que el tribunal estuviera dispuesto a debatir las acusaciones de genocidio era una “marca de vergüenza que no se borrará durante generaciones”.

La comunidad internacional de derechos humanos también ha expresado su preocupación por el incumplimiento del fallo de la CIJ por parte de Israel.

Hace dos semanas, Amnistía Internacional advirtió de que el “fracaso” de Israel a la hora de permitir el acceso de la ayuda humanitaria se producía en un momento en el que la población se encontraba “al borde de la hambruna”.

“Israel no sólo ha creado una de las peores crisis humanitarias del mundo, sino que también está mostrando una insensible indiferencia hacia el destino de la población de Gaza al crear unas condiciones que, según la CIJ, la sitúan en riesgo inminente de genocidio”, afirmó Heba Morayef, directora regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.

“Una y otra vez, Israel no ha tomado las medidas mínimas que los organismos humanitarios han pedido desesperadamente y que están claramente a su alcance para aliviar el sufrimiento de los civiles palestinos de Gaza”.

Traducción: Ligia M. Oliver

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