Conspiración y protocolo de crisis: foto editada de Kate Middleton generó rumores

El martes, mientras la crisis en Gaza continuaba, la agitación crecía en Haití y Joe Biden y Donald Trump eran confirmados como candidatos presidenciales de sus partidos, un periodista hizo una pregunta a la secretaria de prensa de la Casa Blanca que le provocó, brevemente, una carcajada: “¿la Casa Blanca ha editado alguna vez, digitalmente, una foto del presidente?” le preguntó un periodista a Karine Jean-Pierre.

“¿Por qué íbamos a alterar digitalmente una foto? ¿Nos está comparando con lo que ocurre en el Reino Unido?” respondió. “No, no es algo que hagamos aquí”.

Cuando el Palacio de Kensington difundió el pasado fin de semana una fotografía aparentemente inocente de la princesa de Gales, Kate Middleton, y sus hijos, coincidiendo con el Día de las Madres, sin duda esperaba la calurosa acogida habitual, quizá con algunas portadas de aprobación.

Una semana después, es justo reconocer que las cosas no han ido según lo previsto. Después de que se identificaran múltiples torpes ediciones de la foto, cinco importantes agencias fotográficas emitieron un “aviso protocolario de crisis” casi sin precedentes de la imagen “manipulada”.

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Desde entonces, no sólo la prensa de la Casa Blanca, sino también amplios sectores de los medios de comunicación de todo el mundo se han mostrado fascinados por la fotografía, y por lo que pueda decir sobre el mal estado de salud de la princesa Kate Middleton, situando a la realeza en el centro de una peligrosa crisis de credibilidad.

Si te atrapan faltando a la verdad una vez, ¿por qué te van a creer después? En España, algunos medios han redoblado las declaraciones, desmentidas por el palacio el mes pasado, de que la princesa está en coma. En los programas de entrevistas norteamericanos, los rumores sobre el matrimonio real, desmentidos por el palacio el mes pasado, se airean abiertamente y son objeto de burla.

Y en las redes sociales, no hace falta decirlo, las conspiraciones infundadas son aún más salvajes. Kate Middleton se ha hecho un estiramiento, se esconde o ha sido sustituida por una doble. La mayoría son fáciles de descartar, pero cuando incluso el editor real de ITV, Chris Ship, uno del selecto puñado de periodistas de la “rotación real” que son atendidos por el palacio, publica un tweet que comienza con “Nunca he sido un gran teórico de la conspiración, pero …”, es innegable que la Firma tiene un problema.

¿Quién fuera un miembro de la realeza? Según el palacio, para que no se nos olvide, la madre de tres hijos, de 42 años, se ha sometido a una importante operación abdominal y no se encuentra lo suficientemente bien como para aparecer públicamente. Cuando se conoció la operación el 17 de enero, el palacio de Kensington dijo que no se esperaba que hiciera ninguna aparición hasta al menos Semana Santa. Eso, insisten, no ha cambiado. Entonces, ¿por qué las frenéticas conspiraciones?

Tal vez porque Kate Middleton sigue siendo una presa fácil para los medios de comunicación, y es increíblemente importante para la imagen pública real; tres meses sin ella siempre iba a ser un reto. Sin embargo, las cosas habrían sido más llevaderas si no hubiera sido por la infeliz coincidencia de que el Rey Carlos anunciara su cáncer de próstata y su tratamiento.

Mientras Kate Middleton había pedido privacidad sobre su diagnóstico, el rey y su equipo de prensa del Palacio de Buckingham optaron por ser más abiertos, aunque no se ha revelado la forma de su cáncer. La mayoría aceptó de buen grado este derecho de la princesa, pero el hecho de que el rey haya permanecido visible, incluso durante su tratamiento contra el cáncer, hizo más evidente el silencio absoluto de Kate Middleton.

Lo que hizo que los murmullos en internet se convirtieran en febriles especulaciones fue cuando el príncipe de Gales se retiró del funeral de su padrino el 27 de febrero, alegando únicamente un “asunto personal”. La foto del Día de las Madres fue evidentemente un intento de calmar los ánimos; en cambio, su inepta manipulación convirtió un incómodo drama en una crisis en toda regla. Ni siquiera una breve disculpa, firmada en nombre de Kate Middleton, ayudó. O bien los asesores de palacio no habían comprendido la gravedad de su error, o posiblemente, la pareja real, tan protectora de la intimidad de sus hijos, se resistía a ser guiada.

¿Podrán recuperarse? Sólo si cambian de rumbo, dice Emma Streets, directora asociada de la agencia de comunicación Tigerbond, especializada en relaciones públicas en situaciones de crisis. Sigue habiendo mucha empatía hacia la princesa, dice, y añade: “Creo que (el episodio) demuestra que es humana. Pero es crucial que el palacio no repita (un error) de esta magnitud).

Luego de la foto editada, tendrán que proporcionar algún tipo de actualización sobre la salud de la princesa para Semana Santa, dice Streets, tanto si Kate Middleton está lo suficientemente bien como para reanudar sus apariciones públicas normales como si no. “Creo que realmente necesitan mantener ese calendario para evitar más polémicas. Así que el equipo de comunicación tiene la presión de manejarlo sin equivocarse y planificarlo meticulosamente”.

“Su estrategia de ‘nunca te quejes, nunca des explicaciones’ ha quedado obsoleta”, dice Streets. “Eso no funciona hoy en día, dada la velocidad a la que esta historia se difundirá en internet, y creo que hay que abordarlo desde un punto de vista estratégico”.

Lynn Carratt, responsable de talento de Press Box PR, especialistas en SEO y digital, comparte esta opinión y afirma que se ha “devanado los sesos” tratando de entender por qué el palacio de Kensington no publicó simplemente la foto sin retocar. “Podrían haber solucionado el asunto de inmediato”, afirma.

“Hace falta una revisión de su estrategia de comunicación y un poco de honestidad y confianza con la prensa. Entiendo por qué no lo hacen, pero necesitan un enfoque totalmente nuevo de las relaciones públicas, para adaptarlas al mundo moderno de los medios de comunicación, y se demuestra con la foto editada”.

“No estamos hablando sólo de prensa escrita y audiovisual, cuando ahora son las redes sociales y el espacio digital donde la gente consume las noticias. Es muy diferente, y hay que hacer las relaciones públicas de otra manera para ese espacio”.

Traducción: Ligia M. Oliver

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