Alerta roja: 2023 fue el año con más calor jamás registrado, según la ONU
Inundaciones en Rochester, Australia, en enero. Foto: Diego Fedele/Getty Images

El mundo nunca ha estado tan cerca de superar el límite de calentamiento global de 1.5°C, aunque sólo sea temporalmente, ha advertido la agencia meteorológica de Naciones Unidas con respecto al calor.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó el martes que 2023 fue el año más caluroso jamás registrado por un claro margen. En un informe sobre el clima, señala que “una vez más se han batido récords, y en algunos casos se han hecho añicos” en indicadores clave como la contaminación por gases de efecto invernadero, las temperaturas de la superficie, el calor y la acidificación de los océanos, el aumento del nivel del mar, la capa de hielo del mar Antártico y el retroceso de los glaciares.

Andrea Celeste Saulo, Secretaria General de la OMM, declaró que la organización estaba “dando la alerta roja al mundo”.

Según el informe, las temperaturas cerca de la superficie terrestre fueron el año pasado 1.45ºC más altas que a finales del siglo XIX, cuando el hombre empezó a destruir la naturaleza a escala industrial y a quemar grandes cantidades de carbón, petróleo y gas.

No te pierdas: Alemania incluye la escena tecno de Berlín como patrimonio cultural de la Unesco

El margen de error de 0.12°C en la estimación de la temperatura (calor en este caso) es lo suficientemente grande como para que la Tierra pueda haberse calentado ya 1.5°C. Pero esto no significaría que los líderes mundiales hayan roto la promesa que hicieron en París en 2015 de detener el calentamiento global hasta ese nivel a finales de siglo, advierten los científicos, porque miden el calentamiento global utilizando un promedio de 30 años en lugar de contar un pico en un solo año.

El informe documentaba violentos fenómenos meteorológicos extremos, sobre todo calor, en todos los continentes habitados. Algunos de estos fenómenos meteorológicos se hicieron más intensos o probables debido al cambio climático, según han demostrado los estudios de atribución rápida.

Friederike Otto, climatóloga del Imperial College de Londres que no participó en la elaboración del informe, afirmó: “Si no dejamos de quemar combustibles fósiles, el clima seguirá calentándose, haciendo la vida más peligrosa, más impredecible y más cara para miles de millones de personas en la Tierra debido al calor”.

Los científicos del clima están divididos sobre si las temperaturas extremas de calor observadas a principios de 2024 representan una aceleración inesperada de la crisis climática. Algunos indicadores, como las temperaturas de la superficie del mar, han sido inesperadamente altas, incluso teniendo en cuenta el regreso del patrón climático de calentamiento oceánico El Niño, mientras que otros fenómenos meteorológicos han alcanzado extremos poco frecuentes antes de lo que se pensaba.

Andreas Fink, meteorólogo del Instituto de Tecnología de Karlsruhe que no ha participado en el informe, afirma: “En cuanto a las temperaturas, puede afirmarse que un año como 2023, aunque extremo, ya es posible en las simulaciones climáticas del actual clima calentado por el hombre. Pero no todos los fenómenos meteorológicos extremos pueden simularse con los modelos climáticos actuales”.

La OMM encontró “un rayo de esperanza contra el calor” en el crecimiento de las energías renovables. La cantidad de capacidad renovable añadida en 2023 fue casi un 50% superior a la del año anterior, según el informe, lo que la sitúa en la tasa más alta observada en las dos últimas décadas.

Simon Lewis, profesor de ciencia del cambio global en el University College de Londres, afirmó que el estado del clima es una “crisis acelerada” para la humanidad. “Lamentablemente, esto es sólo el principio de impactos mucho peores que están por venir, dado que las emisiones de carbono siguen aumentando y se siguen realizando nuevas inversiones masivas en la extracción de combustibles fósiles”.

Según el informe, las olas de calor marinas abrasarían un tercio del océano mundial en un día normal de 2023, perjudicando a ecosistemas vitales y sistemas alimentarios. A finales de año, sólo el 10% del océano había escapado a las olas de calor.

El cambio climático no sólo trata de calor, también empeoró los fenómenos meteorológicos extremos que dejaron a las personas sin comida y las obligaron a abandonar sus hogares, aunque ese no fuera el factor principal de su sufrimiento. Según el informe, el número de personas que padecen inseguridad alimentaria “aguda” se ha más que duplicado desde 2019, hasta alcanzar los 333 millones en 2023, concentrándose en África y el sur de Asia.

El impacto desigual del cambio climático ya se está haciendo sentir claramente con el calor, dijo Karsten Haustein, científico del clima de la Universidad de Leipzig que no participó en el informe. “El debate público, en cambio, sigue pretendiendo que los problemas del sur global no afectan (al norte global) y que las consecuencias del cambio climático pueden superarse de alguna manera mediante la tecnología”.

Traducción: Ligia M. Oliver

No te pierdas: Misterio en Japón: peligrosas infecciones por estreptococos alcanzan niveles récord

Síguenos en

Google News
Flipboard