Mujeres y niñas son las primeras víctimas de sequías en zonas pobres y rurales

El informe mundial de la ONU sobre el desarrollo de los recursos hídricos advierte de que el acceso al agua es la principal fuente de conflictos entre países y que mujeres y niñas son las más afectadas.

Las mujeres y las niñas son las primeras perjudicadas cuando la sequía azota las zonas pobres y rurales, y las estrategias hídricas en todo el mundo deben reflejar este hecho, afirmó la ONU en un llamado a los países para que pongan fin a los conflictos por los recursos hídricos.

La presión sobre los recursos hídricos, exacerbada por la crisis climática y sobreexplotación y contaminación de los sistemas de agua dulce del planeta, es una importante fuente de conflictos, según el último informe de la ONU sobre el desarrollo de los recursos hídricos en el mundo.

Según los autores del informe, a menudo se pasan por alto las repercusiones de compartir el agua y las posibilidades de aprovechar la cooperación en materia de recursos hídricos en estrategias de paz más amplias. Una mayor cooperación en el acceso al agua dulce también contribuiría a mejorar la vida de las mujeres y las niñas.

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Las mujeres y las niñas son las principales responsables del acarreo de agua en las zonas pobres y rurales de todo el mundo, y la falta de sistemas de saneamiento seguro es un factor de abandono escolar de las niñas y aumenta su vulnerabilidad y la de las mujeres.

Audrey Azoulay, directora general de la Unesco, la agencia de la ONU que publica el informe anual en nombre de la ONU-Agua, declaró: “A medida que aumenta la escasez de agua, también lo hacen los riesgos de conflicto local o regional. El mensaje de la Unesco es claro: si queremos preservar la paz, debemos actuar con rapidez no sólo para salvaguardar los recursos hídricos, sino también para mejorar la cooperación regional y mundial en este ámbito”.

El acceso al agua es una cuestión vital en el conflicto entre Israel y Hamás en Gaza. Algunos observadores han acusado a Israel de “militarizar” el acceso al agua dulce, ya que Gaza depende de Israel para la mayor parte de su suministro de agua. Cientos de miles de niños pasan hambre o están al borde de la hambruna en Gaza, mientras que la falta de agua potable aumenta la sed e interrumpe el tratamiento médico y la higiene.

El informe anual de la ONU sobre el desarrollo de los recursos hídricos en el mundo no ahondó en estos conflictos, ya que habría sido “demasiado delicado desde el punto de vista político”, según el redactor jefe del informe, Rick Connor.

Connor: El agua ha sido casi siempre una herramienta, un objetivo o una víctima de la guerra, pero no suele ser su causa. Las disputas por el agua pueden producirse cuando la demanda supera a la oferta, cuando la disponibilidad se ve comprometida por la contaminación, cuando se restringe el acceso a una asignación de agua o cuando se interrumpen los servicios de abastecimiento y saneamiento. Estas disputas pueden ir desde disputas legales hasta altercados violentos, y a menudo reflejan condiciones sociales, políticas, medioambientales y demográficas específicas de cada acontecimiento y lugar”.

Según el informe, entre las repercusiones de la escasez de agua y las tensiones en torno a ella figuran la migración forzada, la inseguridad alimentaria y otras amenazas para la salud, así como peligros particulares para las mujeres y niñas.

Connor también dijo: El derecho internacional humanitario, incluida la Convención de Ginebra, prohíbe explícitamente atacar infraestructuras hídricas civiles. Las herramientas internacionales para promover la paz a través del agua incluyen acuerdos y cooperación sobre aguas compartidas internacionalmente y enfoques basados en los derechos humanos”.

El informe constata que las tensiones en torno al agua exacerban los conflictos en todo el mundo. Pero mientras que el papel del agua en la guerra se ha citado a menudo, se ha prestado muy poca atención al potencial de la cooperación en torno al agua para engendrar o preservar la paz, según Álvaro Lario, presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola que también preside ONU-Agua.

“El agua, cuando se gestiona de forma sostenible y equitativa, puede ser una fuente de paz y prosperidad. También es literalmente la savia de la agricultura, el principal motor socioeconómico para miles de millones de personas”, afirmó.

En los últimos años se ha avanzado poco en cuestiones relacionadas con el agua, ya que la crisis climática, la contaminación y la sobreexplotación de los recursos de agua dulce en algunas zonas han aumentado la presión sobre el agua. Casi la mitad de la población mundial carece de acceso a un saneamiento higiénico, y unos 2 mil 200 millones de personas no pueden contar con un suministro seguro de agua potable. Estos niveles de necesidades insatisfechas en todo el mundo han aumentado notablemente en las últimas dos décadas, a pesar de que se han fijado como uno de los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU para 2030.

Por el contrario, si se mantienen las tendencias, es probable que la escasez de agua afecte a aún más personas en el futuro. La demanda mundial de agua dulce superará a la oferta en un 40% a finales de esta década, según las conclusiones preliminares del mayor informe hasta la fecha sobre el agua en el mundo, que publicará en septiembre la Comisión Mundial sobre la Economía del Agua, independiente del informe anual sobre el desarrollo de los recursos hídricos en el mundo de la ONU-Agua.

En 2022, cerca de la mitad de la población mundial experimentó una grave escasez de agua durante al menos una parte del año, y entre 2002 y 2021 las sequías afectaron a más de mil 400 millones de personas.

Traducción: Ligia M. Oliver

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