Creamos cuentas de correo electrónico para enviarnos mensajes eróticos

Tras un bache en su matrimonio, María y Leo crearon “cajas de pecados”, que son una serie de mensajes eróticos que se envían por correo electrónico y también, en conjunto, comenzaron a plasmar en un diario sus fantasías sexuales.

María, 53 años

“Un incidente nos llevó a hablar honestamente de lo que significa desear a alguien que no sea tu pareja”.

Leo y yo llevamos dos décadas casados, pero el año pasado empezamos algo nuevo: nos enviamos correos electrónicos atrevidos, con mensajes eróticos. Hemos abierto dos cuentas de correo electrónico específicas para la correspondencia sexual, para que estos mensajes no se mezclen con nuestros correos cotidianos sobre el trabajo o el colegio de nuestros hijos. Nuestros mensajes sexys suelen adoptar la forma de invitaciones de Google Calendar: Incluyo la fecha y una sugerencia morbosa, como “cuéntame una historia obscena”. A nuestras nuevas bandejas de entrada las llamamos “cajas de pecados”.

También, además de los mensajes eróticos, compramos hace poco un diario donde escribimos nuestras fantasías sexuales con más detalle. El otro día me senté y empecé a escribir sobre Leo y yo reservando un hotel de lujo… y acabé llenando seis páginas. El diario tiene un candado con combinación, algo necesario con tres niños en casa.

Empezamos a ser más abiertos sexualmente el año pasado, después de un pequeño bache en nuestra relación. Yo había estado intercambiando correos electrónicos amorosos con un viejo amigo y Leo los descubrió. El incidente nos llevó a hablar honestamente de lo que significa desear a alguien que no sea tu pareja, lo que a la larga ha sido bueno para la relación.

“La gente dice que tu deseo sexual disminuirá inevitablemente en una relación a largo plazo, pero yo he descubierto que es todo lo contrario”.

Saber que puedo decirle a Leo “me estoy enamorando de alguien” sin que la conversación se convierta en un cataclismo que acabe con la relación, hace que sea más fácil experimentar sexualmente, porque ningún tema está prohibido. Leo también está enamorado y hablamos de ello. A veces, nos contamos historias obscenas sobre esos enamoramientos durante el sexo. Es casi como si neutralizáramos la amenaza del deseo extramatrimonial convirtiéndolo en algo con lo que podemos jugar juntos.

Cuando Leo y yo nos casamos, no estoy segura de haber tenido la confianza necesaria para utilizar una caja de pecados con mensajes eróticos o un diario compartido. Desde luego, no habría hablado tan abiertamente de mis enamoramientos. La gente dice que el apetito sexual disminuye inevitablemente en una relación duradera, pero yo he descubierto lo contrario. Pasar 20 años juntos hace que sea más fácil ser uno mismo en la cama y pedir lo que realmente quieres.

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Leo, 46 años

“Se me ocurrió la idea de las cajas de pecados con mensajes eróticos y el diario con candado el año pasado, porque quería darle un empujón a nuestra vida sexual”.

Siempre me ha gustado estar en la cama con María, pero desde que empezamos a usar las cajas de pecados con mensajes eróticos y el diario, hay más expectación en torno a nuestra vida sexual. Tengo el diario en mi escritorio en casa, así que, si mi mente divaga durante el día, puedo garabatear una idea.

Nuestros juegos de rol son cada vez más elaborados. Hace poco, María interpretó a una bibliotecaria haciendo un inventario en una cabaña de madera, y yo a un turista imbécil que intentaba ligar con ella. Le envié a María una descripción del personaje y un esbozo del final por adelantado, a través del buzón del pecado.

La idea de las cajas de pecados con mensajes eróticos y el diario con candado se me ocurrió el año pasado, porque quería impulsar nuestra vida sexual. María había estado intercambiando correos electrónicos con un amigo y yo vi uno de ellos por casualidad. Mi reacción instintiva fue sentirme traicionado, pero luego me pregunté: ¿por qué estoy realmente enfadado? Nunca me sentí realmente amenazado por ese otro hombre: vive a miles de kilómetros. Sólo fue un coqueteo.

“Antes me daba vergüenza hablar de fantasías, pero ahora nada me parece demasiado delicado para compartirlo”.

Lo que me molestaba era que María se sintiera atraída por otra persona, pero me di cuenta de que también era bastante excitante. Es extrañamente estimulante sentir que tengo que volver a competir por el afecto de mi esposa. Es excitante imaginar a María en el mundo, con otros hombres deseándola. Sé que nunca me engañaría, así que la “competencia” nunca me asusta demasiado.

Desde que tuvimos nuestro “bache”, he intentado llevar mi mejor juego al dormitorio. Antes me daba vergüenza hablar de mis fantasías. Pero hemos tenido tantas conversaciones sinceras durante la crisis que ahora nada me parece demasiado delicado como para compartirlo. Las cajas de pecados con mensajes eróticos y el diario facilitan la comunicación: es menos incómodo escribir una fantasía. El sexo ha pasado de ser algo que ocurre un sábado por la noche a ser algo sobre lo que nos escribimos continuamente. Esencialmente, nos escribimos cosas eróticas y luego las representamos.

Traducción: Ligia M. Oliver

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