Es la muerte: bebés y niños de Gaza empiezan a morir de hambre
No encuentro comida: desesperación en Gaza ante la desnutrición infantil.  Captura de pantalla de un video de The Guardian

Aunque la guerra en Gaza terminara mañana, para algunos de los niños del territorio palestino no serviría de nada. Se calcula que el hambre y la desnutrición ya han cobrado 27 jóvenes vidas y, para muchos más, puede que sea demasiado tarde para revertir el terrible efecto de la inanición en los pequeños cuerpos en crecimiento.

Los trillizos de Nuzha Awad, Malek, Khader y Moustafa, nacidos dos meses antes del comienzo de la guerra, cuando Hamás atacó Israel el 7 de octubre, no dejaban de llorar mientras hablaba con The Guardian. Huyó de la ciudad de Gaza cuando empezaron a escasear los alimentos y la leche en fórmula para sus bebés; en su nuevo hogar, una tienda de campaña improvisada en la ciudad central de Deir al-Balah, sigue temiendo desesperadamente por su futuro.

“A esta edad un niño debería pesar 8 kilos. Pesan 2 kilos… Todavía no tienen muslos. En esta etapa se supone que deberían estar gateando y preparándose para caminar. Y ahora se puede ver el estado en que se encuentran”, dijo.

“¿Son los brazos de un niño de ocho meses? … Ahí hay muerte, muerte, muerte. Muerte en el sentido literal de la palabra”.

Expertos en inseguridad alimentaria respaldados por la ONU estimaron a mediados de marzo que la hambruna en Gaza podría desencadenarse entre finales de ese mes y mediados de mayo. La semana pasada, Samantha Power, directora de la agencia humanitaria y de desarrollo estadounidense USAid, se convirtió en la primera funcionaria estadounidense en confirmar públicamente que en algunas zonas la hambruna ya se había hecho sentir.

Bebés y niños de Gaza empiezan a morir de hambre: no encuentro comida: desesperación en Gaza ante la desnutrición infantil.

La desnutrición se está extendiendo a un ritmo récord entre los niños, según el Programa Mundial de Alimentos. Más del 90% de los niños pequeños y de las mujeres embarazadas y lactantes subsisten con dos o menos grupos de alimentos, principalmente pan, sin acceso a frutas, verduras, leche o proteínas.

Casi la mitad de los 2.3 millones de habitantes de Gaza son menores de 18 años, y los efectos de la inanición pueden perseguir a los que sobreviven durante el resto de sus vidas: sus cerebros y cuerpos, sin los nutrientes necesarios para el crecimiento, no pueden desarrollarse adecuadamente, lo que provoca problemas de salud como mala vista y dificultades de aprendizaje en etapas posteriores de la vida.

El sistema sanitario de la franja está colapsado, y la falta de agua y alimentos hace casi imposible que el personal médico alivie los síntomas de desnutrición de las personas vulnerables.

Jihan Abu al-Jidyan, madre de cinco hijos que espera en una larga cola para recibir sopa aguada en Deir al-Balah, está embarazada de nueve meses. Está gravemente desnutrida y es poco probable que su cuerpo pueda producir leche cuando nazca el bebé. Es probable que el recién nacido tenga bajo peso al nacer, lo que se asocia con la mortalidad infantil, y también correrá un grave riesgo de desnutrición.

“Desde que empezó la guerra vengo a la beneficencia de alimentos. Somos siete y no encuentro comida para todos. Es una situación difícil”, dijo.

El aumento de la ayuda que Benjamín Netanyahu prometió a Joe Biden tras el asesinato por Israel de un equipo de voluntarios internacionales a principios de mes no se ha materializado hasta ahora, según organizaciones benéficas.

Israel ha afirmado que el paso diario de camiones que entran en Gaza se ha duplicado desde la llamada de Biden-Netanyahu el 4 de abril, hasta unos 400. Sin embargo, la agencia de la ONU para la ayuda a los palestinos declaró que, tras un breve pico de 246 camiones el 9 de abril, el número de camiones que cruzaban Gaza había descendido al día siguiente a 141.

Llevar la ayuda a donde más se necesita en Gaza, sobre todo a la mitad norte del territorio, se ha visto dificultado por el deterioro de las carreteras, la falta de combustible, la alteración del orden público y lo que las agencias de ayuda han calificado de obstáculos burocráticos innecesarios impuestos por Israel.

Las restricciones israelíes a la entrada de ayuda humanitaria pueden equivaler al crimen de guerra de inanición deliberada, según la ONU. Israel afirma que está facilitando la ayuda, y que la ONU y los grupos de ayuda tienen la culpa de los problemas sobre la cantidad y el ritmo de entrega.

Traducción: Ligia M. Oliver

No te pierdas: Crisis en Medio Oriente: guía visual del ataque de Irán a Israel

Síguenos en

Google News
Flipboard