Un cuadro perdido de Gustav Klimt se vende por 30 millones de euros en una subasta
Retrato de Fräulein Lieser en la casa de subastas im Kinsky. Hasta ahora sólo se conocía una fotografía del cuadro. Foto: Roland Schlager/APA/AFP/Getty Images

Una pintura del artista austriaco Gustav Klimt, que se consideró perdida durante 100 años, se vendió por 30 millones de euros (540 millones de pesos) en una subasta en Viena.

Titulado Retrato de Fräulein Lieser, el cuadro sin terminar fue pintado en la primavera de 1917, cuando Klimt era uno de los retratistas más famosos de Europa, y un año antes de su muerte.

Hasta que la casa de subastas vienesa im Kinsky anunció en una conferencia de prensa en enero que el retrato había sido redescubierto en una colección privada, solo se conocía una fotografía en blanco y negro del cuadro.

El repentino resurgimiento de la obra de arte, junto con una historia de fondo intrigante, generó un considerable revuelo en torno a la pintura.

Antes de la venta del miércoles por la tarde, unos 15 mil visitantes tuvieron la oportunidad de ver la obra expuesta en im Kinsky.

La suma que alcanzó la pintura estuvo por debajo de su valoración de 30 a 50 millones de euros, y algo muy lejos de los 74 millones de libras que otro retrato de Klimt de finales del período, Dame mit Fächer (La dama con un abanico), se vendió en Londres el pasado mes de junio, estableciendo un récord para cualquier obra de arte vendida en una subasta en Europa.

Algunas preguntas clave sobre la pintura siguen sin respuesta, incluida la identidad de la persona y su procedencia durante la era nazi.

Se cree que es un retrato encargado que representa a una de las hijas de Adolf o Justus Lieser, hermanos de una familia de una familia adinerada de industriales judíos. Algunos historiadores del arte han identificado a la modelo como Margarethe Constance Lieser, la hija de Adolf Lieser.

Sin embargo, im Kinsky ha sugerido que la pintura también podría representar a una de las dos hijas de Justus Lieser y su esposa, Henriette, mecenas del arte moderno. Un “envejecimiento” del retrato basado en inteligencia artificial muestra aparentes similitudes con Helene Lieser, una economista que murió en 1962, afirmó la casa de subastas.

La identidad de la modelo es crucial: después de la muerte de Klimt en 1918, el cuadro terminó en manos de la familia Lieser, aunque ha sido difícil determinar qué rama de la dinastía podría reclamar legítimamente la propiedad del cuadro. Los historiadores del arte han luchado por reconstruir el recorrido de la pintura entre 1925 y 1961.

La casa de subastas dijo que el recorrido del cuadro durante el período nazi “no estaba claro”.

Agregó: “Lo que se sabe es que fue adquirido por un predecesor legal del consignador en la década de 1960 y pasó al propietario actual a través de tres herencias sucesivas”.

La identidad de los últimos propietarios austriacos antes de la venta del miércoles no se ha hecho pública.

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