¿Por qué el yen ha caído a su nivel más bajo en una década y qué significa para la economía japonesa?
Un peatón pasa junto a una pantalla que muestra el tipo de cambio entre el yen japonés y el dólar estadounidense a medida que baja el valor de la moneda. Foto: Kimimasa Mayama/EPA

El valor de la moneda japonesa, el yen, se ha desplomado tanto, que su valor ha vuelto al que tenía en 1990, poco después de que estallara la famosa “burbuja económica” de Japón. Por un momento, el lunes cotizaba a 160 yenes (17.37) por 1 dólar (17.12 pesos). Hace unos años, estaba más cerca de los 100 yenes (10.85 pesos) por 1 dólar.

La aceleración de la caída del yen podría ser, en última instancia, una mala noticia para los japoneses. Un yen más débil perjudica a los hogares al aumentar el costo de las importaciones. Japón depende en gran medida de las importaciones, tanto de energía como de alimentos, por lo que la inflación podría aumentar.

Sin embargo, un yen más débil es una bendición para los ingresos de los exportadores japoneses y para los turistas que visitan Japón, que ven cómo sus divisas se aprecian más.

¿Por qué ha caído tanto el yen?

El yen no ha dejado de caer desde hace más de tres años, y ha perdido más de un tercio de su valor desde principios de 2021.

Uno de los factores de su caída es el momentum: el yen cae porque los inversores lo están vendiendo, y los inversores siguen vendiéndolo porque está cayendo. En estos casos, el mercado entra en un bucle autoalimentado.

Como resultado de la caída de la moneda, los exportadores se ven disuadidos para convertir sus ingresos en moneda extranjera a yenes, lo que reduce aún más la demanda.

Sin embargo, también hay importantes razones políticas para el brusco declive de la moneda.

Durante años, el Banco de Japón (BOJ) ha mantenido las tasas de interés extraordinariamente bajas para fomentar una mayor inflación en su economía, así como para impulsar los préstamos bancarios y estimular la demanda.

En febrero, ante la escasez generalizada de mano de obra y el debilitamiento del yen, Japón se vio superado por Alemania como tercera economía mundial y entró en recesión.

Dado que las bajas tasas de interés se consideraban un factor clave en la rápida caída del yen, el mes pasado el Banco de Japón puso fin a su política de mantener su tasa de interés de referencia por debajo de cero, elevando su tipo de interés oficial a corto plazo del -0.1% a entre cero y el 0.1%.

Tras esa decisión, los mercados se centraron entonces en el ritmo de nuevas subidas de tasas. El viernes, el Banco de Japón anunció que mantendría estables las tasas de interés, dando a entender que no eran inminentes nuevas subidas. Esto precipitó una nueva oleada de ventas del yen, presionando aún más a la divisa.

Fue esta oleada de ventas la que llevó al yen a situarse en 160 yenes por dólar por primera vez desde 1990.

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¿Qué efecto está teniendo?

El bajo valor del yen durante décadas significa que los dólares de los turistas llegan más lejos de lo que lo han hecho durante generaciones, lo que ha provocado un boom en el sector. Además del dólar estadounidense, el yen también ha alcanzado niveles mínimos por varios años frente al euro, al dólar australiano y el yuan chino, todos ellos importantes mercados turísticos para Japón.

En febrero, Japón registró 2.79 millones de visitantes, un récord mensual.

Sin embargo, el consumo interno sigue siendo un importante punto débil. Los hogares tienden a ser importadores netos y se enfrentan a precios más altos debido a la debilidad del yen.

El debilitamiento del yen también influye en la decisión de los grandes inversores japoneses de mantener su dinero en el extranjero, donde puede obtener mejores rendimientos. Esta tendencia se ve exacerbada por un dólar estadounidense inusualmente fuerte, que ha hecho que las inversiones y los activos estadounidenses ofrezcan rendimientos mucho mejores a las grandes instituciones financieras.

¿Qué están haciendo las autoridades japonesas?

En los últimos años, las autoridades japonesas han intervenido para apuntalar el valor de la moneda, porque un yen débil complica su objetivo de lograr una inflación sostenible, y su fortalecimiento podría ayudar a aumentar el consumo interno y la inversión local.

Japón intervino en el mercado de divisas tres veces en 2022, vendiendo dólares estadounidenses que tiene en reserva para comprar yenes. Se calcula que Tokio gastó unos 60 mil millones de dólares (1 billón 27 mil 212 millones de pesos) en defender la divisa en esas ocasiones.

El lunes, tras alcanzar brevemente su mínimo en varias décadas, el yen subió con fuerza, lo que llevó a los operadores a sospechar que, tras semanas amenazando con intervenir, Japón había intervenido para apoyar su divisa.

Masato Kanda, el principal diplomático japonés en materia de divisas declinó hacer comentarios cuando se le preguntó si las autoridades de Tokio habían intervenido.

“El movimiento de hoy, si representa una intervención de las autoridades, es poco probable que sea un movimiento único”, dijo Nicholas Chia, estratega macroeconómico para Asia del Standard Chartered Bank de Singapur.

“Es probable que (el Ministerio de Finanzas de Japón) siga adelante si el par dólar/yen vuelve a alcanzar los 160 puntos. En cierto sentido, el nivel de 160 representa el umbral del dolor, o la nueva línea en la arena para las autoridades”.

Reuters ha contribuido con este informe.

Traducción: Ligia M. Oliver

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