Conmoción mundial tras ataque aéreo israelí: mueren decenas de personas en campamento de Rafah

El ataque aéreo israelí que provocó un enorme incendio en una zona de tiendas de campaña para desplazados en Rafah ha matado a 45 personas, según médicos, y las imágenes de niños calcinados y desmembrados han provocado la indignación de los líderes mundiales y puesto en peligro las conversaciones para un alto al fuego.

Un bombardeo nocturno, un ataque de precisión que, según las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), iba dirigido contra militantes de alto rango de Hamás parece haber provocado incendios que se propagaron rápidamente entre tiendas de campaña y refugios improvisados, desbordando un hospital de campaña cercano operado por el Comité Internacional de la Cruz Roja y hospitales locales saturados.

“Sacamos a gente que estaba en un estado insoportable”, dijo a Associated Press Mohammed Abuassa, que acudió al lugar de los hechos en el barrio noroccidental de Tel al-Sultan. “Sacamos a niños que estaban destrozados. Sacamos a jóvenes y ancianos. El fuego en el campo era irreal”.

Ataque aéreo israelí contra un campamento de desplazados palestinos mata a 35 personas en Rafah.

El Ministerio de Salud de la zona, controlada por Hamás, dijo que aproximadamente la mitad de los muertos eran mujeres, niños y ancianos. Niños descalzos deambulaban el lunes entre los restos humeantes mientras continuaban las búsquedas de los fallecidos y las familias en duelo se preparaban para enterrar a sus seres queridos.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró en el Parlamento que “desgraciadamente, algo salió trágicamente mal” en el ataque aéreo. “Estamos investigando el incidente y llegaremos a conclusiones, porque ésta es nuestra política”, declaró.

Estados Unidos, el más firme aliado de Israel y proveedor de armas, calificó de devastadoras las imágenes de las secuelas.

El ataque, uno de los incidentes aislados más mortíferos de los ocho meses de guerra hasta la fecha, se produjo dos días después de que el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, que media entre estados, ordenara a Israel detener inmediatamente su operación en Rafah.

Más del 85% de la población del territorio palestino había buscado refugio en la zona tras huir de los combates en otros lugares, y 1 millón de personas se han visto obligadas a desplazarse de nuevo desde que comenzó la operación terrestre israelí el 6 de mayo. Hasta ahora, las tropas terrestres israelíes han sondeado las afueras del sur y el este de Rafah, en lugar de su superpoblado centro.

Las entregas de ayuda se han reducido a cuentagotas, con los pasos fronterizos de Rafah y el cercano Kerem Shalom prácticamente bloqueados.

La censura internacional de la guerra de Israel contra Hamás no ha dejado de crecer a la par que el número de muertos y la crisis humanitaria en la franja, pero las autoridades israelíes han afirmado en repetidas ocasiones que una operación terrestre en Rafah, donde cree que la cúpula de Hamás y cuatro batallones de combatientes están acampados con rehenes israelíes, es necesaria para la “victoria total”.

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Gráfico de The Guardian. Fuente: IDF

La orden del viernes de la CIJ es vinculante, pero no ejecutable. Tras el ataque de Rafah, varios países pidieron a Israel que acatara la decisión de los jueces, adoptada por mayoría de 13 votos a favor y 2 en contra.

Qatar, mediador clave entre Israel y Hamás en los intentos de garantizar un alto al fuego y la liberación de los rehenes, declaró que las bajas de Rafah complicarían las prolongadas negociaciones. El diario israelí Haaretz informó más tarde el lunes que Hamás había decidido retirarse de las últimas conversaciones propuestas por lo que sus altos dirigentes describieron como una masacre.

Los vecinos Egipto y Jordania, que firmaron la paz con Israel hace décadas, también condenaron el ataque en Rafah.

Imágenes desde un edificio cercano captan un ataque aéreo en Rafah poco después del pronunciamiento de la CIJ.

Las relaciones entre Egipto e Israel, frías en los mejores momentos, han llegado a su punto más bajo desde que comenzó la operación en Rafah. La situación se deterioró aún más el lunes, después de que el ejército israelí confirmara que se había producido un intercambio de disparos entre soldados israelíes y egipcios en la zona del paso fronterizo de Rafah, en el que murió al menos un miembro de las fuerzas de seguridad egipcias. Los ejércitos de ambos países están revisando el incidente.

Francia, aliado europeo de Israel, se declaró indignada por el ataque en Rafah. “Estas operaciones deben parar”, publicó en X el presidente del país, Emmanuel Macron. “No hay zonas seguras en Rafah para los civiles palestinos. Pido el pleno respeto del derecho internacional y un alto al fuego inmediato.”

Varios miles de manifestantes se concentraron el lunes por la noche en París para protestar contra la ofensiva militar israelí en Gaza.

El jefe de la política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, publicó: “Horrorizado por las noticias que llegan de Rafah sobre los ataques israelíes que matan a docenas de personas desplazadas, incluidos niños pequeños. Lo condeno en los términos más enérgicos”.

El ministro de Defensa italiano, Guido Crosetto, afirmó que bombardeos como el del domingo por la noche tendrían repercusiones de larga duración para Israel. En declaraciones a Sky TG24, dijo: “Israel con esta elección está sembrando el odio, arraigando un odio que implicará a sus hijos y nietos. Hubiera preferido otra decisión”.

El jefe de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, declaró: “El Estado de Israel sigue violando el derecho internacional con impunidad y despreciando la sentencia de un tribunal internacional de justicia… que ordena el fin de su acción militar en Rafah”.

Aumentan las protestas en todo el mundo tras el ataque israelí en Rafah.

La ministra de Asuntos Exteriores de Canadá se declaró “horrorizada” por los ataques y añadió que Canadá no apoya una operación militar israelí en Rafah.

“Este nivel de sufrimiento humano debe llegar a su fin. Exigimos un alto al fuego inmediato”, declaró Melanie Joly.

Tras las críticas recibidas por el ataque en Rafah, las FDI afirmaron que no habían previsto víctimas civiles y que habían bombardeado una zona situada fuera de la última “zona de evacuación” a la que se había ordenado desplazarse a los palestinos, aunque esa afirmación parecía contradecir un mapa anterior de “zona segura” del 22 de mayo.

El bombardeo mató al jefe de personal de Hamás en Cisjordania y a otro alto cargo responsable de ataques mortales contra israelíes, según las FDI.

Unos mil 200 israelíes murieron y otros 250 fueron tomados como rehenes en el atentado de Hamás del 7 de octubre que desencadenó el último conflicto. Según el Ministerio de Salud local, más de 36 mil palestinos han muerto en la operación de represalia israelí, que ha dejado a civiles desesperados sin asistencia médica, alimentos ni agua y ha reducido a ruinas la mayor parte del territorio costero.

Tras una semana en la que la reputación mundial de Israel había caído en picado, el ataque del domingo atrajo más atención de lo habitual en los medios de comunicación en lengua hebrea, que a menudo han evitado informar a diario sobre las escenas de muerte y destrucción en Gaza.

Varios periodistas israelíes de derecha celebraron el ataque en Rafah en apariciones en la televisión israelí y en Twitter, comparándolo con la fiesta judía de las hogueras de esta semana, Lag B’Omer. La comentarista Yinon Dromi retuiteó la publicación de otro usuario que mostraba un incendio en Rafah, añadiendo la suya propia: “Felices fiestas”.

El lunes también estallaron las hostilidades en la frontera norte de Israel. El poderoso grupo libanés Hezbolá declaró que había lanzado una ráfaga de cohetes contra territorio israelí en respuesta a un mortífero ataque israelí frente a un hospital en el sur de Líbano a primera hora del día.

Israel está inmerso en una agotadora batalla con la milicia respaldada por Irán desde el 8 de octubre, cuando Hezbolá empezó a disparar misiles contra el estado judío para ayudar a Hamás.

Traducción: Ligia M. Oliver

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