Los Pandora papers revelan el papel de Dakota del Sur como un paraíso fiscal de 367,000 millones de dólares Los Pandora papers revelan el papel de Dakota del Sur como un paraíso fiscal de 367,000 millones de dólares
Los archivos sugieren que el estado del medio oeste de Estados Unidos ahora compite con otros famosos paraísos fiscales como lugar principal para los ricos internacionales que buscan proteger sus activos de los impuestos locales o de las autoridades. Ilustración: Guardian Design


Dakota del Sur refugia miles de millones de dólares en riquezas, algunas de ellas vinculadas a personas y empresas acusadas de delitos financieros o de graves infracciones, de acuerdo con los Pandora papers.

Los archivos sugieren que el estado del medio oeste de Estados Unidos ahora compite con Suiza, Panamá, las Islas Caimán y otros famosos paraísos fiscales como lugar principal para los ricos internacionales que buscan proteger sus activos de los impuestos locales o de las autoridades.

Los extranjeros ricos y sus familias están trasladando millones de dólares a los fondos de fideicomiso de Dakota del Sur, que gozan de algunas de las protecciones legales más poderosas del mundo contra los impuestos, los acreedores y la vigilancia.

Estados Unidos se ha enfrentado anteriormente a críticas internacionales por la facilidad con la que se pueden constituir en el estado de Delaware empresas fantasma, las cuales se pueden utilizar para perpetrar fraudes fiscales y delitos financieros.

Pero los Pandora papers, una filtración de 11.9 millones de archivos de 14 distintos proveedores de servicios offshore de todo el mundo, revelan cómo Estados Unidos también se está convirtiendo en un lugar importante para los fideicomisos, que normalmente se utilizan para albergar el patrimonio personal de individuos súper ricos en lugar de multinacionales.

El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el Washington Post señalaron que su análisis de los datos identificó 28 fideicomisos en Estados Unidos vinculados a personas o empresas previamente acusadas de cometer irregularidades en el extranjero.

Las revelaciones supondrán una gran vergüenza para el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que al acceder al cargo se comprometió a “liderar los esfuerzos internacionales para aportar transparencia al sistema financiero mundial”.

Los documentos fueron filtrados al ICIJ, una organización periodística sin fines de lucro con sede en Estados Unidos, que compartió el acceso a ellos con The Guardian, la BBC, el Washington Post y otros medios de comunicación asociados de todo el mundo.

De acuerdo con un informe estatal de 2020, el floreciente sector de los fideicomisos de Dakota del Sur cuenta con unos activos valorados en 367 mil millones de dólares, una suma que se aproxima a la producción económica anual de la República de Irlanda, en comparación con los 75 mil 500 millones de dólares registrados en 2011. El fenomenal crecimiento se ha visto potenciado por la agresiva campaña del estado para atraer dinero mediante la protección de los activos de los propietarios de fideicomisos contra gobiernos extranjeros, impuestos e incluso ex cónyuges.

Las medidas de Dakota del Sur han inspirado a otros estados a “liberalizar” sus normativas sobre fideicomisos, un fenómeno que ha contribuido a que Estados Unidos supere a Suiza en la clasificación mundial de 2020 de la Red de Justicia Fiscal de los países con mayor complicidad para ayudar a las personas a ocultar sus finanzas del Estado de Derecho.

Más de 200 fideicomisos estadounidenses aparecen en los datos de los Pandora papers, refugiando al menos mil millones de dólares. Aunque Dakota del Sur aparece en la filtración como el lugar más popular, con 81 fideicomisos, Florida, Delaware, Texas y Nevada concentran docenas más.

Al parecer, los fideicomisos están destinados principalmente a ciudadanos no estadounidenses. El análisis del ICIJ vinculó los fideicomisos a personas de 40 países diferentes fuera de Estados Unidos. De acuerdo con el ICIJ y el Washington Post, 28 de los fideicomisos parecían estar vinculados con personas o empresas acusadas de cometer irregularidades en el extranjero.

Acusaciones de lavado de dinero

Entre las personas para las que actuaron las empresas de fideicomisos de Dakota del Sur se encuentra un magnate textil colombiano que anteriormente fue multado con 20 millones de dólares por las autoridades estadounidenses que investigaban una importante red de lavado de dinero.

José Douer-Ambar creó un fideicomiso en Dakota del Sur en 2013, según los archivos. Sin embargo, hace menos de una década, en 2004, las autoridades estadounidenses, británicas y canadienses anunciaron el desmantelamiento de una enorme red colombiana de lavado de dinero en la que Douer estuvo parcialmente implicado.

El Mercado Negro de Cambio de Pesos (BMPE) colombiano lavaba millones de dólares acumulados por los narcotraficantes. Las autoridades estadounidenses alegaron que Douer adquirió en repetidas ocasiones millones de dólares en el sistema del BMPE durante un período de varios años. Douer, que falleció el año pasado, aceptó renunciar a 20 millones de dólares en relación con un acuerdo de enjuiciamiento diferido y la resolución de una demanda civil de confiscación de activos.

Antes de establecer el nuevo fideicomiso, el proveedor de fideicomisos de Douer realizó investigaciones sobre su historial. El representante de Douer describió su participación en el esquema BMPE como una “experiencia desafortunada” en una respuesta al proveedor offshore.

“El caso se originó por una transferencia de 190 mil dólares a un banco en el Reino Unido utilizando un intermediario que otros colombianos acaudalados le habían recomendado ampliamente como una persona honesta al Sr. Douer”, indicó el representante. “Sin que el Sr. Douer lo supiera, el intermediario no tenía licencia y también había recibido dólares estadounidenses de personas implicadas en el narcotráfico, lo cual provocó los problemas del Sr. Douer”.

Al parecer, esta explicación fue suficiente para el proveedor. Aunque se desconoce la suma total que albergó el fideicomiso, la correspondencia por correo electrónico sugiere que una entidad anterior vinculada a Douer contuvo hasta 100 millones de dólares.

En un caso distinto de 2019, la familia de Carlos Morales, exvicepresidente de la República Dominicana y director general de Central Romana, el mayor productor de azúcar de la República Dominicana, se hizo cargo de un fideicomiso. Los fideicomisos controlan activos de al menos 14 millones de dólares. Morales murió en 2014.

Dos docenas de demandantes intentaron demandar a Central Romana a través de su accionista estadounidense el año pasado, acusándola de obligar a los trabajadores y a sus familiares a abandonar sus tierras a punta de pistola y de destruir sus hogares. En otro caso legal, Central Romana fue acusada de exponer a los trabajadores a sustancias químicas tóxicas mientras trabajaban en los campos sin equipo de protección.

Un vocero de Central Romana, Jorge Sturla, comentó que los tribunales estadounidenses desestimaron ambos casos legales contra la empresa. Señaló que se proporcionó a todos los empleados EPP y que la empresa defendió sus tierras contra los “ocupantes ilegales” y que nunca desalojó ilegalmente a nadie.

Los registros de los Pandora papers revelan que la familia Morales trasladó el dinero a Dakota del Sur en 2019, después de que el gobierno de las Bahamas ordenó la creación de una base de datos de propietarios de entidades legales.

Un abogado de la familia Morales comentó al ICIJ y al Washington Post que nunca estuvieron involucrados en las operaciones de Central Romana. No respondieron a las preguntas sobre el motivo por el cual los activos de la familia fueron trasladados desde las Bahamas.

En una ‘carrera hacia el fondo’

La familia detrás del Grupo Isaías, un conglomerado ecuatoriano con intereses en el sector inmobiliario, empresas de medios de comunicación y producción de azúcar, también utiliza Dakota del Sur para conservar sus activos.

Estéfano Isaías, copropietario del Grupo Isaías junto con sus hermanos, figura como beneficiario final de tres fideicomisos. Aunque la familia se encuentra establecida en Estados Unidos, e incluso realizó donaciones a la campaña de Obama, también ha suscitado polémica.

Los hermanos de Estéfano, Roberto y William, fueron condenados por malversación de fondos por un tribunal ecuatoriano en 2012 tras la quiebra de Filanbanco, en ese entonces uno de los mayores bancos del país. La quiebra acabó con los ahorros de decenas de miles de sus clientes y los hermanos huyeron a Miami en 1999.

Los hermanos, que fueron detenidos brevemente por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en 2019 y liberados tras pagar una fianza de un millón de dólares, han negado durante mucho tiempo cualquier delito relacionado con el escándalo de Filanbanco.

En una declaración al ICIJ, los hermanos Isaías señalaron que las acusaciones y los cargos contra ellos fueron inventados por el ex presidente de Ecuador por razones políticas.

“Roberto y William Isaías han sido víctimas de una persecución política sin precedentes por parte del régimen autoritario y corrupto de Ecuador, que incluyó la confiscación ilegal de todos sus bienes y un proceso judicial en ausencia”, señalaron.

En una declaración al ICIJ y al Washington Post, Bret Afdahl, director de la división bancaria de Dakota del Sur, que regula los servicios financieros en el estado, citó varias medidas que su departamento podría utilizar para garantizar el cumplimiento de las leyes estatales. Señaló que los proveedores de empresas de fideicomisos fueron investigados antes de que pudieran comenzar a funcionar.

Chuck Collins, autor de The Wealth Hoarders: How Billionaires Pay Millions to Hide Trillions y director del programa sobre desigualdad del Institute for Policy Studies, comentó que la situación en relación con Dakota del Sur era “una vergüenza” para Estados Unidos.

“Somos el eslabón débil. Y Dakota del Sur está en una carrera hacia el fondo para ser el eslabón más débil de los fideicomisos”, comentó Collins. “Hemos visto el mecanismo de la riqueza oculta, pero siempre se considera offshore. Cuanto más entendamos que es onshore, que Estados Unidos es un eslabón débil y que ahora somos el imán del capital cleptocrático, mejor será la comprensión nacional y mayor será el potencial de la legislación nacional”.

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