Marilyn Manson se enfrenta a más acusaciones de abuso sexual
La demanda presentada en Nueva York acusa al músico de 'abuso sexual infantil y en la edad adulta', entre otras acusaciones, ocurridos a mediados de la década de 1990.
La demanda presentada en Nueva York acusa al músico de 'abuso sexual infantil y en la edad adulta', entre otras acusaciones, ocurridos a mediados de la década de 1990.
En una demanda presentada en Long Island, Nueva York, el lunes, el cantante Marilyn Manson fue acusado de “abuso sexual infantil y en la edad adulta, violencia sexual, agresión y acoso sexual”.
La demanda, en la que se alega que Manson se fijó por primera vez en la demandante anónima cuando ella tenía 16 años en 1995, fue presentada menos de una semana después de que el cantante, cuyo verdadero nombre es Brian Warner, llegara a un acuerdo con la actriz Esmé Bianco, que lo demandó en abril de 2021, alegando violación y agresión sexual.
Dicha demanda se interpuso en medio de múltiples acusaciones de abuso presentadas por otras mujeres, entre las que destaca la actriz Evan Rachel Wood.
Manson, a través de su abogado, “negó vehementemente todas y cada una de las acusaciones de agresión o abuso sexual contra cualquier persona”. También demandó a Wood por difamación, angustia emocional y otras acusaciones.
El cantante no se pronunció de inmediato respecto a la nueva demanda, presentada en virtud de la Ley de Supervivientes Adultos de Nueva York.
Esta ley, promulgada por la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, el pasado mes de mayo, ofrece a las presuntas víctimas de abuso sexual un plazo de tiempo para interponer una demanda, independientemente del momento en que supuestamente se produjo el delito. Sin esta ley, no se podrían interponer las demandas debido a los plazos de presentación conocidos como plazos de prescripción.
La escritora E. Jean Carroll demandó a Donald Trump en virtud de esta ley, por su acusación de que Trump la violó en una tienda departamental a mediados de la década de 1990, algo que el expresidente niega.
La demandante de la nueva demanda presentada contra Manson se describe como “una mujer adulta residente de Maryland”, nacida en 1979. La demanda alega que Manson “se fijó por primera vez” en la demandante “en 1995, cuando ella tenía 16 años, utilizando su posición, estatus y poder como adulto e intérprete en la industria musical para acceder a ella, prepararla, manipularla y explotarla, lo que resultó en abusos sexuales en dos incidentes distintos”.
“Después, en 1999, cuando la demandante tenía aproximadamente 19 años, el demandado Warner perpetuó su preparación, manipulación, explotación y abuso sexual contra la demandante en el transcurso de aproximadamente cuatro semanas”.
En la demanda se nombra a la compañía discográfica Nothing Records y a su distribuidora Interscope Music Publishing como codemandadas que supuestamente eran “conscientes” de la “práctica de Manson de abusar sexualmente de menores, y ayudaron y secundaron dicho comportamiento”.
La demanda indica que “las obsesiones pedófilas y los comportamientos violentos de Manson no solo eran del conocimiento de las demandadas Interscope y Nothing Records, sino que eran celebrados y promovidos para su beneficio económico colectivo”.
Una de las abogadas de la demandante, Karen Barth Menzies, señaló que la demanda era “una acusación a la industria musical por mantener una cultura que celebra, protege y posibilita a los depredadores sexuales”.
Interscope y Universal Music, empresa matriz de la ahora extinta compañía discográfica Nothing, no realizaron comentarios de forma inmediata.
La demanda señala que la demandante “sufrió graves daños emocionales, físicos y psicológicos, entre ellos la vergüenza y el sentimiento de culpa, pérdidas económicas, pérdida de capacidad económica y emocional… humillación, vergüenza y horror que seguirá padeciendo el resto de su vida”.
La demanda solicita una indemnización por daños y perjuicios no especificada, gastos y “una orden que prohíba a los demandados realizar en el futuro prácticas comerciales ilegales que incluyan, pero no se limiten a, exponer a menores y adultos vulnerables a abuso y explotación sexual”.
Otro abogado de la demandante, Jeff Anderson, que también ha representado a víctimas de abuso sexual cometidos en la Iglesia católica, señaló: “Durante demasiado tiempo, los depredadores de la industria musical se han escondido a plena vista, creyendo que estaban por encima de la ley”.
“Hoy, exigimos que Warner se enfrente al castigo, para que sepa que ya no escapará de su castigo en los tribunales. Este es un día de ajuste de cuentas”.