Retrasar la salida de EU un mes podría haber significado la paz en Afganistán, dice negociadora
La retirada precipitada de Biden eliminó la influencia en las conversaciones con los talibanes, comenta la primera vicepresidenta del parlamento afgano, Fawzia Koofi.
La retirada precipitada de Biden eliminó la influencia en las conversaciones con los talibanes, comenta la primera vicepresidenta del parlamento afgano, Fawzia Koofi.
Si Joe Biden hubiera retrasado un mes la salida de las fuerzas estadounidenses de Afganistán, podría haber supuesto una importante diferencia en el resultado de las continuas conversaciones de paz con los dirigentes talibanes, afirmó una de las negociadoras.
Fawzia Koofi, política afgana y activista por los derechos de las mujeres, comentó que la caótica retirada socavó toda la influencia que Estados Unidos y el gobierno afgano habían tenido con los talibanes en las conversaciones de Qatar.
“Afganistán es la víctima de errores consecutivos“, dijo.
Desde su casa en Kabul, Koofi, quien ha sido víctima de dos intentos de asesinato, manifestó: “El presidente Biden podría haber retrasado esto para esperar un acuerdo político, aunque solo fuera un mes más, simplemente conseguir primero el acuerdo político. Podrían haber llegado a un acuerdo”. Dijo que la abrupta salida había puesto innecesariamente en riesgo a muchas más personas.
“Todos queremos que las fuerzas internacionales se vayan”, comentó. “No es sostenible ni lógico desde ningún punto de vista tener una fuerza extranjera protegiendo tu país, pero es tan inoportuno que Estados Unidos haya elegido este momento, en medio de las negociaciones y antes de llegar a un acuerdo“.
“Si los estadounidenses se mantuvieran firmes en su influencia política, presionando a los talibanes y utilizando todos los medios de presión contra ellos, entonces creo que habrían llegado a una solución negociada“.
Mencionó que el levantamiento de las sanciones de la ONU sobre los viajes, el cual permitió que los líderes talibanes estuvieran en Doha para las conversaciones, también se gestionó de forma inadecuada y les permitió recabar apoyos. “Utilizaron los viajes para fortalecer su propia posición; fueron a China, Rusia, Irán (y) Turquía para afianzar su apoyo y disfrutar del prestigio y la posición que quieren.
“Por eso creo que el mundo debe observar el desarrollo de la situación con mucha atención. Para asegurarse de que no tengan una gran libertad mientras ignoran los derechos humanos”.
Koofi, exmiembro del parlamento de Kabul y primera vicepresidenta de la Asamblea Nacional de Afganistán, manifestó que no quería huir al extranjero a pesar del alto riesgo que enfrentaba, pero que temía mucho por las mujeres y las niñas afganas.
“Las mujeres se sienten abandonadas; los hombres se sienten abandonados; las mujeres se sienten traicionadas. Los líderes mundiales no fueron honestos en lo que dijeron”.
Comentó que aún sentía esperanza por las mujeres del país. “Las mujeres son resilientes y todavía pueden ser las agentes del cambio en Afganistán. Quieren contribuir a un Afganistán mejor, ayudar a construir su país, y esta vez es diferente”.
“Son capaces de hacer las cosas de mejor manera. No son parte de la destrucción de su país, sino de la construcción de su país. No han luchado militarmente”.
“En Kabul hubo una manifestación, solo seis o siete mujeres, pero muestra cómo las mujeres alzarán su voz. Y creo que lo harán, para llamar la atención del mundo sobre lo que se les impone. Las mujeres solo quieren igualdad de derechos y respeto“.
“No sé lo que va a pasar a continuación. En los comunicados de prensa y otros comentarios, los talibanes dicen que las cosas son diferentes. Los talibanes tienen que tomar medidas audaces para que eso ocurra en todos los niveles, ya que los dirigentes políticos pueden decir una cosa, pero los soldados de infantería realizan actos que no corresponden a ello“.
“Los funcionarios políticos han estado expuestos a muchas experiencias internacionales durante su estancia en Qatar (para las negociaciones). Se han dado cuenta de que viven en un emirato islámico que sí permite que las mujeres asistan a la escuela y que incluye mujeres en la política”, señaló.
“Pero el Islam de los talibanes es profundamente conservador, está mezclado con una tradición que no es islámica. El burka no forma parte del Islam; no es islámico. Pero los talibanes más jóvenes ni siquiera han recibido educación”.
“Ayer hablé con un joven talibán y le pregunté por qué se había unido. ‘Mi religión me llamó‘, respondió. Pero no sé qué puede saber de su religión si no ha recibido educación”.
“¿Dejaría el país para siempre? No. Existe una gran esperanza que está relacionada con lo que hago. Mucha gente confía en esto y busca esto”.
“Este es mi país y he vivido con los altibajos de Afganistán toda mi vida. Creo que no es una cuestión de elección. Nunca sustituiría el clima, la calidez de mi pueblo por ningún otro país del mundo. He dado mi sangre por él“.
“Pero, en este momento, estoy en peligro, en peligro por lo que soy y por lo que hago. Hablar es provocar la reacción de aquellos a los que me opongo, no solo de los talibanes, sino también de otros grupos.
“Ya he sufrido dos intentos de asesinato. El pasado mes de agosto me hirieron en el brazo, las balas no llegaron a mi pecho. Mis hijas están en Kabul; ya han atacado la casa de mi hermana, y ella y mi sobrina forman parte de este trabajo y corren peligro. Todos los miembros de mi familia, mujeres y hombres, están en peligro“.
“Si pudiera elegir, me iría y llevaría a mis hijas a un lugar seguro y después regresaría“, declaró.
“La gente está muy enojada y decepcionada y muchas personas no volverán a confiar en Estados Unidos, respecto a su retirada y la forma en que lo hizo. Pero también se debe recordar que en 2014 fue John Kerry quien vino a Kabul, intervino y convirtió a Ashraf Ghani en presidente”.
“Así que es muy difícil predecir el futuro. Las circunstancias son muy inciertas. El mejor escenario es que seamos capaces de establecer un gobierno inclusivo que represente a todo el pueblo de Afganistán, y que tengamos elecciones en las que participen las mujeres y todos los demás grupos sociales. El peor de los casos es que la comunidad internacional nos dé la espalda, y un emirato islámico de talibanes esté en vigor para hacer que (Afganistán) vuelva a ser un lugar de miseria”.
“Solo puedo quedarme aquí y luchar por este país, las mujeres y los hombres“.