Robo de identidad: cómo protegerte del fraude
La regla más importante es mantener bien protegida toda tu información personal.
La regla más importante es mantener bien protegida toda tu información personal.
El robo de identidad ocurre cuando un delincuente se apropia de tu información personal con la intención de cometer un fraude de identidad. “Se trata de recopilar datos con un motivo vil”, explica James Jones, responsable de la oficina del consumidor de la agencia de referencia crediticia Experian. “Después pueden utilizar esa información para solicitar fraudulentamente préstamos, bienes o servicios. También puede consistir en apoderarse o utilizar un producto existente, no necesariamente abrir uno nuevo”.
Ser víctima de los estafadores puede ser angustioso, mientras que el proceso para resolverlo puede requerir mucho tiempo, y el delito puede tener un impacto directo en tus finanzas personales, afectando tu historial crediticio y dificultando la posibilidad de solicitar tarjetas de crédito, préstamos o hipotecas. Entonces, ¿qué puedes hacer para intentar proteger tu identidad?
Protege tu información
“Lo más importante es proteger tu información personal, ya sean credenciales biográficas o de inicio de sesión, para la banca electrónica o Amazon, o para algo similar. Si alguien logra acceder a uno de tus productos financieros, eso le puede abrir más oportunidades”, señala Jones. “Mantén bien protegida la información personal”.
Hay mucha información sobre todos nosotros en internet, comenta Amber Burridge, directora de inteligencia del organismo de prevención del fraude Cifas.
“Los delincuentes no se limitan a fijarse en una sola fuente, sino que se fijan en los vínculos entre las fuentes y las cuentas de las redes sociales”, explica.
“En las redes sociales, es mejor mantener la configuración en el nivel más alto de privacidad en todas las cuentas, incluyendo LinkedIn, de la que no siempre pensamos en los mismos términos que en Facebook”.
Cuélgales a los estafadores
“Si recibes una llamada o un mensaje no solicitado que afirma ser de una organización de confianza, cuelga y llama a un número que sepas que es el de ellos”, explica Burridge. Y si tus amigos o familiares te contactan pidiendo ayuda financiera, comunícate con ellos inmediatamente: es posible que hayan sido víctimas de los estafadores.
Una de las últimas modalidades de fraude es la que consiste en que los delincuentes contactan a las personas a través de WhatsApp o de mensajes de texto, diciendo que son familiares y que perdieron su celular y su acceso a la banca electrónica para pagar sus cuentas.
En caso de duda, no hagas clic
No hagas clic en enlaces de terceros, independientemente de que lleguen a través de publicaciones en redes sociales, mensajes de texto o correos electrónicos, o en algún otro lugar. La regla básica es buscar siempre la página web oficial.
Mantente informado de las tendencias de fraude
“A los estafadores se les da muy bien utilizar las tendencias para cambiar sus tácticas, y en este momento la crisis del costo de la vida es particularmente popular”, señala Burridge. “Hemos observado un aumento de los delincuentes que se hacen pasar por empresas energéticas que afirman que pueden ofrecer una mejor oferta, o por supermercados que ofrecen vales de descuento”.
Las estafas de inversión están dirigidas a quienes necesitan complementar sus ingresos. Los estafadores se hacen pasar por empresas legítimas y les piden a las víctimas que compartan la pantalla de su computadora mediante un acceso remoto, para así poder recopilar datos personales y financieros.
También se han hecho pasar por proveedores de red y preguntan por los detalles de tu contrato actual, para poder ofrecerte un mejor contrato. Una vez que tienen estos datos, pueden pedir dispositivos en tu nombre.
Cuando el gobierno anunció las rebajas energéticas a través de los impuestos municipales, los ciudadanos comenzaron a ver mensajes que decían: ‘Haga clic aquí para fijar su pago'”, explica Jones. “Si no tienes cuidado, puedes darle los datos de tu cuenta bancaria a un delincuente”.
Protege tus contraseñas
“Los gestores de contraseñas, como 1Password o LastPass, pueden ser una excelente manera de crear contraseñas seguras y llevar un seguimiento de las mismas”, comenta Steve Goddard, experto en fraudes y delitos financieros de Featurespace, una empresa que ofrece herramientas a los bancos con el objetivo de impedir el uso fraudulento de las identificaciones robadas.
Por ejemplo, LastPass genera y almacena las contraseñas en una “caja fuerte” en línea a la que puedes acceder a través de un autentificador en tu teléfono. Tiene versiones gratuitas y premium.
Compras en línea
“Si buscas una tienda en particular, asegúrate que la dirección URL es correcta y que tiene https al principio, o un pequeño candado: esto significa que debería ser segura. Si no aparecen, puedes correr un posible riesgo”, señala Goddard.
Si buscas una tienda en Google, evita hacer clic en los anuncios que aparecen en la parte superior de la página, agrega.
“Es mejor encontrar la página web real, porque esos anuncios están basados en suscripciones, y alguien podría estar esperando a que la suscripción caduque para apropiarse de ella”, explica.
Destruye los documentos
La mayor parte –aunque no todos– de los robos de identidad ocurren en internet. Sin embargo, aun así, es necesario tener cuidado cuando se trata de cartas y otros documentos. “Sigue siendo una buena práctica destruir cualquier documento que contenga tus datos personales”, aconseja Goddard.
“Cuando tiras una factura, por ejemplo, lo estás enviando de una zona protegida –tu casa– a, por ejemplo, el basurero, y tiene tu nombre completo, tu dirección, tus datos de contacto y un número de cuenta”.
“Alguien podría tomar eso y hacerse pasar por la empresa y decirle a una víctima: ‘Tienes una factura pendiente, este es el código de sucursal y el número de cuenta para pagarla'”.
Actualiza tu domicilio
Si te mudas de casa, recuerda contactar a todas las empresas y organizaciones pertinentes –desde tu banco y tu empresa de tarjeta de crédito hasta tu médico y tu dentista– para informarles, y organízate para redireccionar tu correo.
Asegúrate también de avisar al padrón electoral para que no estés registrado en un domicilio antiguo.
Jones, de Experian, comenta: “Incluimos la información del padrón electoral en los informes crediticios para ayudar a los prestamistas a comprobar tu nombre y dirección. Por tanto, no querrás estar registrado en un lugar en el que en realidad no vives, porque eso, obviamente, podría ayudar a que una solicitud fraudulenta pareciera mucho más legítima”.
Presta atención a las señales de alarma
Según la Oficina del Comisionado de Información, si dejas de recibir los estados de cuenta de tu banco sin ninguna razón, o comienzas a recibir cartas o demandas por deudas que no son tuyas, o si te llegan recibos a tu nombre por servicios o artículos que no has comprado, todo esto podría constituir una señal de que alguien ha estado utilizando tu identidad.
Si te niegan productos financieros como tarjetas de crédito o un préstamo, a pesar de tener una buena calificación, eso podría ser una señal de alarma.
“Es una buena idea revisar de vez en cuando los datos de tu informe de crédito, algo que puedes hacer de forma gratuita en todas las agencias que proporcionan referencias de crédito”, explica Jones.
“Experian les ofrece a todas las personas acceso gratuito a su puntuación crediticia mensual, y si observas una repentina caída en picada, eso puede constituir una buena señal de alerta”.
Y denuncia siempre
Informa a tu banco, a Action Fraud (el centro nacional de denuncia de fraudes y ciberdelitos) y a Cifas sobre cualquier actividad sospechosa en tu cuenta –incluso si no estás seguro de que se trate de un fraude–.