Nuevo modus operandi contra mujeres en Metro CDMX: ¿Cómo ocurre la agresión y cómo prevenir estos ataques?

En los últimos días, se han multiplicado los informes en redes sociales sobre un nuevo método de agresión dirigido a mujeres en el Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México. Las denuncias coinciden en un patrón similar: un contacto físico mínimo que se siente similar un pellizco un pinchazo, seguido de síntomas como mareo, somnolencia repentina, desorientación y, en algunos casos, pérdida parcial de la conciencia.

Todo apunta al uso de una sustancia química que estaría siendo administrada mediante inyecciones discretas en lugares con gran concentración de personas.

Este modus operandi es parte de la violencia ejercida contra las mujeres en espacios públicos, y se suma a muchas otras que ya ocurren en el transporte público; sin embargo, es difícil de detectar, lo que aumenta el riesgo de agresiones posteriores como el secuestro, la agresión sexual o el robo. Además, la rapidez con la que actúan estas sustancias impide, en muchos casos, que la víctima pueda reaccionar a tiempo o pedir ayuda.

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Y según los testimonios, el peligro se agrava por las condiciones en las que se producen estos ataques: vagones abarrotados, andenes sin suficiente vigilancia o estaciones donde la iluminación y presencia policial son escasas. La confusión generada por el entorno facilita que los agresores actúen con relativa impunidad.

Ante ello, es fundamental que las usuarias del Metro CDMX estén informadas sobre esta amenaza, de modo que puedan tomar precauciones o reconocer las señales de alerta, y que en caso de sentirse vulnerables a un delito contacten a personas de su confianza.

¿Inyecciones con somníferos en Metro CDMX?

De acuerdo con los testimonios divulgados en las redes sociales y en espacios periodísticos, la agresión tiene las siguientes características:

• Contactos rápidos y discretos: El agresor se aprovecha de la cercanía en los vagones del Metro, sobre todo en horas pico, para pinchar discretamente a la víctima con una aguja hipodérmica.
• Sustancias de acción rápida: Se presume que los agresores utilizan fármacos sedantes o narcóticos que actúan en minutos, causando síntomas como confusión, debilidad muscular y pérdida de orientación.
• Ataques en lugares cerrados y con poca vigilancia: Tras haber inyectado en la víctima una sustancia química que le provoca mareos y en ocasiones mucho sueño, se presume que los agresores actúan en túneles, pasillos o estaciones poco transitadas.
• Delito fuera del Metro: Una vez desorientada, la víctima puede ser seguida, manipulada o incluso sacada de la estación sin levantar sospechas para poder perpetrar el delito.

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Recomendaciones para viajar segura en Metro CDMX

1. Mantente alerta sobre quien viaja a tu alrededor y ante cualquier malestar repentino que tengas en el transporte púbico.
   
2. Permanece en zonas bien iluminadas y con cámaras de vigilancia.
   
3. Lleva tus pertenencias cerca del cuerpo y no permitas que nadie se acerque demasiado sin razón.
   
4. Si sientes un pinchazo o un pellizco extraño, avisa de inmediato a otras personas cercanas.
   
5. Busca ayuda del personal del Metro o acude a los módulos de seguridad oa la policía bancaria e industrial.
   
6. No aceptes ayuda de desconocidos si te sientes mal, intenta comunicarte con algún contacto de confianza.
   
7. Utiliza aplicaciones de seguridad como Mi Policía o Mujer Segura para pedir apoyo rápido.
   
8. Comparte tu ubicación en tiempo real con familiares o amistades durante trayectos largos.

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¿Qué hacer si crees que fuiste víctima en Metro CDMX?

• Localiza al policía de la estación en la que te encuentras.
• Informa a tus contactos para que estén alertas, y si así lo deseas difunde tu experiencia para prevenir a otras personas.
• Busca atención médica inmediata para analizar la sustancia que pudo haber sido utilizada.
• Conserva la ropa o pruebas físicas si es posible, sin lavarlas, para que puedan ser analizadas.
• Denuncia el hecho en el Ministerio Público o al número de emergencia 911.
• Acude a una unidad de atención de a víctimas que brinde asesoría psicológica y legal.

La seguridad en el transporte público es un derecho, no un lujo. Estar informadas y actuar con precaución puede marcar la diferencia. Sigamos alzando la voz ante cualquier forma de violencia.