A veces hay pocas oportunidades porque soy mujer o porque estoy chiquita: María Hanneman
La pianista María Hanneman participó en el homenaje a los colectivos de madres buscadoras. Foto: Diego Delgado / La-Lista.

A sus 15 años, la pianista María Hanneman ha logrado lo que pocas personas en el mundo: ya dio un concierto en Bellas Artes, el máximo escenario de las artes en México, acompañando al tenor Javier Camarena. También ha ganado más de 20 premios en el mundo por su talento al tocar el piano. Pero todos esos méritos no la han librado del androcentrismo de la música.

En el contexto del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Hanneman charló con La Lista, sobre cómo es ser mujer en el mundo de la música clásica. Su primer recuerdo fue cómo cuando suele estar con sus amigos hombres y se acerca un maestro o un director, llega a saludar a sus amigos, pero a ella la ignoran.

En vez de que me saluden a mí, saludan a mi amigo y a mí ya no me hacen caso. Y, pues, claro que se siente feo porque como que no le veo importancia a todo eso. No veo por qué nos tienen por qué tratar así nada más por ser mujer”, comentó previo al concierto que ofreció la noche del jueves 25 en homenaje a las madres buscadoras en el teatro Esperanza Iris.

Ser mujer impacta en todo lo que hace, considera Hanneman, porque ésa no ha sido la única experiencia que ha tenido por su condición de género. “Siento que ése es un reto”, dice.

Hanneman dio signos de su talento en su pianito de juguete desde los 3 años, A la edad de 6, ganó su primer premio. Recientemente, en el año de la pandemia ganó el Gran Prize Virtuoso 2020 interpretando a Rachmaninov. Pero también vive otro reto en el mundo de la música: además de ser mujer, es menor de edad.

“Yo creo que un gran reto es que me den oportunidades y, a veces, no hay muchas por el hecho de que soy mujer o porque estoy chiquita o lo que sea”, lamenta.

En la historia reciente de la música clásica en México los perfiles como Hanneman se cuentan los dedos de las manos.

Una de ellas es la pianista Daniela Liebman, de 19 años, originaria de Guadalajara y con quien tiene una buena relación. También ha destacado la directora de orquesta Alondra de la Parra, fundadora y directora artística de la Orquesta Filarmónica de las Américas con sede en Nueva York. Pero el mundo de la música de cámara y otros géneros es prácticamente dominado por hombres en los perfiles como directores y compositores.

Cuando las salas de concierto aún podían estar repletas, solo 76 de los mil 445 conciertos ofrecidos en 2018 por grandes orquestas de música clásica incluyeron al menos una pieza compuesta por mujeres, según Women in Music, organización sin fines de lucro.

Hanneman afirma que ante la situación que viven las mujeres es necesario que todos alcemos la voz para que haya más oportunidades porque hay muchísimas mujeres muy talentosas dentro de la música, pero es necesario tener más espacios.

Inspirada por músicos como el flautista Horacio Franco, los pianistas Ángel Rodríguez, Jorge Federico Osorio y Daniela Liebman, así como el tenor Javier Camarena, su padrino de Bellas Artes, es como Hanneman ha superado esas situaciones.

Esta experiencia la animó a alentar a jóvenes que están estudiando música, aunque reciban comentarios que las desmotiven. “Tienes que seguir trabajando para enseñarle a esas personas que lo lograste y que no te afectaron”, señaló.

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