¿Por qué es tan importante La Mona Lisa, de Leonardo da Vinci?

Símbolo del Renacimiento, víctima de crímenes a lo largo de su historia, incluyendo un pastelazo en el siglo XXI, la Mona Lisa, de Leonardo da Vinci, es una de las obras más importantes.

La obra está expuesta en el Museo de Louvre, donde cada año atrae a miles de visitantes. Según la Enciclopedia Británica, entre los motivos por los que cobró una mayor importancia sobre las otras piezas del florentino fue por el episodio que protagonizó en el siglo XX.

La importancia de La Mona Lisa, de Leonardo da Vinci, trasciende aún más, porque entre sus características es que se trata de una obra de tamaño pequeño. En el retrato aparece una mujer común que viste modestamente con un velo translúcido, túnicas oscuras y sin joyas.

Fue el 22 de agosto de 1911 cuando se anunció que el cuadro fue víctima de un robo en el Louvre. El público quedó sorprendido y visitaron el museo para admirar el espacio que quedó vacío.

El hurto de la pintura del maestro del Renacimiento provocó una serie de acontecimientos inmediatos como el cese del director de pintura del museo e incluso Pablo Picasso fue arrestado como sospechoso.

Pasaron dos años y la pintura seguía fuera del museo, pero todo cambió cuando un marchante de arte en Florencia alertó que un hombre llamado Vincenzo Peruggia se puso en contacto con él para ofrecerle el retrato.

La versión oficial sostiene que ese sujeto trabajó en el Louvre ajustando vidrios y que el crimen lo hizo junto a otras dos personas. Escondieron la pintura en un armario y se la llevaron al día siguiente. Con eso se incrementó la fama de La Mona Lisa.

Peruggia fue a prisión por el robo y La Gioconda recorrió Italia antes de regresar a Francia, donde la declararon tesoro nacional, aunque hubo algunas personas que empezaron a dudar si se trataba de la obra original o de una réplica.

Aunque no se sabe exactamente quién es la misteriosa mujer retratada por Da Vinci -incluso existen teorías que es un autorretrato del propio autor florentino-, se dice que es el retrato de Lisa Gherardini, esposa de Francesco del Giocondo, y fue realizada entre 1503 y 1519.