Leonora Carrington: entre la locura y el surrealismo
Leonora Carrington: Entre la locura y el surrealismo. Foto: Instagram

El surrealismo de Leonora Carrington nos dejó un legado importante para la humanidad pues nos regaló desde sus más profundos temores, pesadillas, así como las maravillas de su mundo iconográfico.

Su obra es una de las más importantes del siglo XX, pero en su época enfrentó varias luchas, sobre todo en contra de los preceptos de la sociedad respecto a la salud mental.

En el marco del doceavo aniversario luctuoso, recordamos uno de los momentos que marcaron su vida: su estadía dentro de un sanatorio en Santander, España.

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Leonora Carrington es una de las artistas esenciales para entender el surrealismo. Foto: Instagram

Fu en el verano de 1940 cuando Leonora Carrington ingreso al hospital. Eran los tiempos en que Francisco Franco era el dictador de la nación y en las demás partes de Europa se vivía la Segunda Guerra Mundial.

La pintora de entonces 23 años llegó a Madrid en busca de una ayuda ante la persecución nazi, la cual arrestó a su pareja, Max Ernst.

Cuando llegó a Madrid, su padre, quien trabajó como cónsul británico en Madrid, la puso a disposición de varios médicos. Uno de ellos, el doctor Martínez Alonso, se dio cuenta de su pensamiento político y la trató como si estuviera loca.

“Me encerraron en una habitación del Ritz y me suministraban bromuro a litros”, escribió la artista inglesa pero nacionalizada mexicana dentro de sus memorias.

Ante sus manifestaciones fue que la metieron en un automóvil y la llevaron hasta Santander, donde conoció al doctor Morales, quien tenía un espacio de recuperación y sanación en Valdecilla. Era el 23 de agosto de 1940.

El cónsul Harold Carrington, padre de Leonora, insistió en que su hija estuviera recluida en ese lugar, por lo que cuando ella escapó nunca le volvió a hablar.

La razón por la que Leonora escapó de ese lugar fue porque el psiquiatra usaba métodos cuestionables para atender a los pacientes. La artista a través de sus diarios habló de lo que pasó durante su permanencia en ese lugar.

No sé cuánto tiempo permanecí atada y desnuda. Yací varios días sobre mis propios excrementos, orina y sudor, torturada por los mosquitos, cuyas picaduras me pusieron un cuerpo horrible”, dijo la pintora, a quien le suministraron inyecciones de cardiazol.

Leonora Carrington estuvo en el psiquiátrico del doctor Morales en Santander durante seis meses. Fue en 1941 cuando escapó hacia Lisboa, donde buscó a Renato Leduc. Esto le abrió las puertas para viajar al continente americano y tiempo después residir en México hasta el final de sus días.

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