Más de seis salarios mínimos pagará un fan para ver el México vs EU en el Azteca
Según expertos, los altos costos de las entradas no se justifican con el espectáculo ofrecido por la Selección Mexicana. Foto: Twitter / @USMNT

Un aficionado tendría que pagar más de seis salarios mínimos para comprar el boleto más barato para ver el partido entre México y Estados Unidos, que se realizará en el estadio Azteca este jueves, lo que expertos en marketing y aficionados consideran desproporcionado y no son coherentes con el espectáculo que hay dentro y fuera de la cancha.

El boleto más barato para el partido tuvo un costo de 1,100 pesos, lo que provocará que un fanático que compre dicha entrada destine 6.3 días del salario mínimo. Para este 2022, el salario mínimo diario fue aprobado por el gobierno federal en 172.87 pesos en la zona centro, donde está ubicado el estadio Azteca.

“La Federación Mexicana de Fútbol quiere vender (a la Selección Mexicana) como un producto premium cuando claramente no lo es”, opina Francisco San José, especialista en marketing deportivo y catedrático de la escuela de Ciencias del Deporte de la Universidad Anáhuac. 

“Ni la experiencia fuera de la cancha con activaciones y servicios y tampoco el espectáculo deportivo están a la altura del precio del boleto”, señala.

El fanático que acude a un partido de México en el Azteca se encuentra con una serie de complicaciones, incluso para entrar al estadio. Los fans que acuden en automóvil tardan hasta una hora al acceder al estacionamiento del Coloso de Santa Úrsula por el tráfico en las inmediaciones y tienen que pagar más de 200 pesos por este servicio.

Cuando los fanáticos entran a la explanada del estadio encuentran pocas tiendas o comercios para hacer más agradable su experiencia y que puedan adquirir productos de la propia Selección Mexicana. En los estadios en los que juegan como locales Santos, Rayados e incluso el América, por poner algunos ejemplos, sí cuentan con su propia tienda y otras atracciones para el público.

“Como experiencia como aficionado de la Selección Mexicana, estoy insatisfecho por el precio de los boletos, de la cerveza (120 pesos cada una), la comida (una bolsa de papas cuesta 60 pesos) y tampoco hay activaciones suficientes de los patrocinadores en las que podamos participar como fans”, señala Rodrigo Molina, aficionado de México que ha asistido a todos los partidos como local del seleccionado en la eliminatoria mundialista rumbo a Qatar 2022.

Molina agrega que un aficionado que gana un salario promedio y decide ir a un partido de México en el Azteca tiene que limitar sus gastos por lo costoso que resulta. Agrega que eso también limita la experiencia que pueda pasar dentro del inmueble. 

“Vas limitado económicamente y para colmo no hay reciprocidad de la Federación con el aficionado. No han hecho campañas para que los fans conozcan a los jugadores, por ejemplo”, añade.

Ángel Palma, especialista en imagen y marketing deportivo, coincide en que el precio del boleto no es coherente con la inflación ni con los salarios que gana la mayoría de la gente en el país. Sostiene que la visibilidad del partido en varias partes del inmueble hacen difícil la experiencia del aficionado.

“La Selección Mexicana compite con otras industrias del entretenimiento y en ese sentido la gente piensa: ¿en qué gasto mi dinero? ¿en asistir al Azteca en una experiencia complicada o, por ejemplo, en comprar un servicio de streaming que lo van a disfrutar todos en mi familia? En ese sentido sale perdiendo la Selección”, menciona Palma.

Un reporte de la televisora TUDN indica que las 50 mil entradas vendidas para el partido entre mexicanos y estadounidenses se agotaron. El especialista en imagen y marketing cree que esto se debe a que es el partido más llamativo de la eliminatoria, más allá de otros factores como el espectáculo que el equipo da dentro y fuera de la cancha.

Sería la primera vez que el Azteca vende todas las entradas disponibles en lo que va de la eliminatoria rumbo al Mundial de Qatar. 

“Los aficionados somos muy nobles. Vamos al estadio porque creemos que somos parte de la Selección, como a veces lo hacen creer. Pero luego vemos lo costoso que resulta y la falta de reciprocidad hacia nosotros y sentimos que no es equitativo”, lamenta Molina.

San José y Palma coinciden en que la Federación Mexicana de Futbol, encargada de la Selección y de la Liga MX, sufre una crisis producida por las críticas que nacieron luego de las sanciones al Querétaro por las trifulcas en el estadio Corregidora, el manejo por el grito homofóbico y el mal momento futbolístico que tiene el representativo que dirige Gerardo Martino.

Una campaña de marketing podría mejorar la imagen de la Selección, de acuerdo a ambos especialistas. Cuestionados si recuerdan una campaña producida por la propia Federación para dar una identidad o mejorar la imagen del representativo, ni San José ni Palma recuerdan alguna.

Molina explica que sigue las cuentas de redes sociales de la Selección y el contenido que encuentra es solo de patrocinadores y seguimiento del desempeño de los jugadores que juegan en el extranjero. 

Palma explica que la Selección Mexicana nombró a su cuenta de Twitter ‘Mi Selección MX’, con el objetivo de bajar el tono de los comentarios que se puedan dar al equipo cuando los aficionados critiquen su desempeño en redes sociales.

“Hay equipos que tienen una clara identidad como producto y que es afianzada por sus campañas de marketing. Un ejemplo claro es el Atlético de Madrid. Ese equipo es ‘vendido’ como que lucha pese a las adversidades y que nunca se rinde, aunque la realidad es que en la cancha no es un equipo tan ganador en el futbol europeo. La Selección Mexicana, en cambio, no tiene una identidad sostenida y tampoco han habido campañas de marketing que le ayuden a crear una”, opina San José.

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