Obreros admiran la Copa del Mundo en Qatar
La mayoría de los trabajadores que ayudaron a construir los estadios en Qatar no podrán asistir a los partidos del Mundial. Foto: AFP / Karim Jaafar

Miles de trabajadores migrantes, a los que Qatar debe mucho en la construcción de los estadios, formaron largas filas para ver el trofeo de la Copa del Mundo de fútbol, expuesto en el país organizador del Mundial 2022.

En su última salida pública antes del torneo, el trofeo fue expuesto en un estacionamiento cercano al principal estadio de cricket de Doha, en Asian Town. Cada persona tenía unos 15 segundos para hacerse una foto con el trofeo, ganado en 2018 por Francia.

Un grupo de pop de Bangladesh y otro que hacía sonar tambores indios amenizaban la espera. A falta de poder comprar entradas para asistir a partidos del Mundial, Azam Rashid, un carpintero que trabajó en dos estadios, pudo ver el trofeo de cerca. 

“La espera es larga, pero vale la pena. Las entradas son tal vez demasiado caras, pero Qatar y la Copa del Mundo me han dado una oportunidad”, afirmó. 

Un cierto número de entradas asequibles, vendidas a menos de 11 dólares, han sido reservadas para los 2.8 millones de habitantes del país, entre ellos 2.5 millones de extranjeros.  

Nasim, empleado en un depósito de la zona industrial, forma parte de los que han aprovechado esa oferta. 

“Todo el mundo puede permitirse el precio que he pagado”, dijo.

Pero muchas personas en la fila de espera indicaron que no tuvieron la misma suerte, ya que los boletos se agotaron rápidamente. Las categorías siguientes de entradas, cuyo precio comienza con 74 dólares, están fuera de alcance para los trabajadores, a menudo pagados con salario mínimo, unos 285 dólares por mes.

“La Copa del Mundo es excitante, pero es claramente demasiado cara para mí”, afirmó Tarir, un empleado administrativo. 

Para Ahmed Kareem, un obrero de la construcción que vive desde hace diez años en Qatar, sólo podrá seguir los partidos por televisión. 

“Este trofeo es un gran evento. Para la mayoría de nosotros, es lo que nos acercará a la Copa del Mundo”, señaló. 

Asia del Sur suministra la mayoría de los trabajadores que han construido siete nuevos estadios y han renovado un octavo, para el primer Mundial organizado en un país árabe. 

Qatar fue muy criticado sobre los derechos de los trabajadores extranjeros, pero afirma haber introducido cambios importantes estos últimos años, haciendo al estado del Golfo el más progresista en esa materia en la zona, según sus propios dirigentes.

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