¿Por qué Fresnillo, Zacatecas, es la ciudad mexicana donde más gente vive con miedo?
El asesinato del comunicador ocurrió en Fresnillo, Zacatecas. Imagen: Captura de pantalla.

El sábado 7 de enero de 2023, la violencia que impera en Fresnillo, Zacatecas, cobró la vida de un hombre y su hija de cuatro años. Ambos fueron balaceados en plena calle y las autoridades poco pudieron hacer para ayudarlos. La historia se repitió el 22 de enero, cuando cinco integrantes de una familia, incluido un pastor de la Iglesia Cristiana, fueron asesinados. Y el 23 de enero, la tendencia continuó con el fallecimiento de un trabajador del gobierno municipal agredido con arma de fuego. Medios de comunicación han reportado otras tantas muertes atribuidas a grupos criminales en las primeras tres semanas de 2023. El 7 de enero, la prensa reportó 10 asesinatos y el 15 de enero fueron otros ocho. Las víctimas se siguen acumulando.

Esta ola de violencia, que se ha recrudecido en los últimos siete años, ha provocado que Fresnillo sea el municipio con una mayor percepción de inseguridad en todo el país, de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Los resultados de la encuesta arrojan que, hasta diciembre de 2022, el 97% de la población de Fresnillo vivía con miedo. Esta es una tendencia que se ha mantenido desde diciembre de 2020, cuando el 92% de los habitantes de ese municipio dijeron vivir con una sensación de inseguridad.

La violencia en Fresnillo también ha quedado reflejada en los datos del gobierno federal. En 2015 se registraron 74 homicidios dolosos y en 2022 la cifra incrementó a 247, revelan las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

El aumento de la violencia se debe a que Fresnillo –ubicado en el centro de Zacatecas, entidad gobernada por David Monreal– quedó en medio de un conflicto entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), explica David Saucedo, analista de seguridad.

“Fresnillo es un punto de frontera. El Cártel Jalisco tiene el control de la zona sur de Zacatecas y el Cártel de Sinaloa empezó a invadir este estado desde los municipios del norte. Ambos grupos fueron avanzando, en alianza o en conflicto con mafias locales, y chocaron en Fresnillo”, señala Saucedo.

Antes de que la violencia incrementara era una localidad conocida por su tradición minera —está en una zona rica en plata— y por la iglesia del Santo Niño de Atocha, incluso la Unesco declaró Patrimonio Cultural de la Humanidad a este recinto religioso en 2010.

Para contener la inseguridad, el gobierno federal ha enviado a cientos de integrantes de la Guardia Nacional a Zacatecas. El último reporte del Gabinete de Seguridad federal indica que en ese estado hay mil 420 elementos de esa dependencia de seguridad. No se especifica cuántos más hay por parte del Ejército o la Marina.

A pesar de este despliegue, Saucedo considera que los esfuerzos del gobierno federal han sido infructuosos para resolver el problema de seguridad en Fresnillo. El gobierno “ha implementado el Plan Zacatecas I y el Plan Zacatecas II, pero esto no ha impactado en la violencia homicida y en los delitos que se cometen”, agrega el experto.

Si la Guardia Nacional y el Ejército ha sido incapaces de frenar la violencia en Fresnillo, la policía municipal mucho menos lo ha logrado. Hasta diciembre de 2020, el estado tenía una tasa de 0.5 policías por cada mil habitantes, muy por debajo de lo recomendado por la Organización de las Naciones Unidas, que establece como mínimo 1.8 policías.

“Lo que ocurre en Fresnillo es que muchos delitos de alto impacto se cometen ahí, pero las células delictivas no todas viven en ese municipio”, explica Saucedo, quien recomienda que la localidad tenga una policía metropolitana, es decir, compartida con otros municipios vecinos para que cuente con una mayor cantidad de elementos y una mejor capacidad de reacción.

Miedo en todas partes

El municipio de Fresnillo no tiene un solo rincón en el que no se respire el miedo. Sus habitantes se sienten inseguros en espacios públicos, en sus trabajos, en la escuela y hasta en sus hogares. Desde hace cuatro años, una ola de violencia azota a esta ciudad que un día recoge muertos y al otro también. Las cifras oficiales muestran que en 2022 los homicidios dolosos incrementaron 233% en comparación con el 2015, el primer año en el que el gobierno federal comenzó a reportar los asesinatos por localidad.

En este contexto no hay algún espacio en el que la población se sienta segura. El Inegi señala que incluso en sus hogares el 52% de los habitantes de Fresnillo no sienten que están a salvo de la violencia. El 62.1% de la población tampoco se siente totalmente segura en su escuela y el 71.9% padece la misma situación en su lugar de trabajo.

Donde tienen una mayor sensación de inseguridad es en el transporte público, los cajeros automáticos, los parques recreativos, la carretera y las calles que habitualmente usa.

“Lo más preocupante es el tema de la gobernabilidad que está en manos de las organizaciones del crimen organizado y va a tomar mucho tiempo resolverse, y va a requerir mucho esfuerzo, mucho empeño por las autoridades locales y federales”, dice Ricardo Márquez Blas, especialista en temas de seguridad pública y extitular del Centro Nacional de Información del SESNSP.

El experto también rechaza la estrategia de seguridad que los gobiernos federal y estatal han seguido para atender el problema, que se resume en el envío de más elementos de la Guardia Nacional y el Ejército a la entidad. “En el caso del plan de las autoridades federales a través del despliegue de la Guardia Nacional claramente no ha dado los resultados que esperaban, pero sobre todo no ha dado los resultados que los zacatecanos esperaban, claramente tiene que haber una modificación a ese plan”.

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