Cuatro de cada 10 personas LGBT+ reconoció su identidad y preferencia sexual en su infancia
Las personas LGBT+ recuerda reconocer su identidad y preferencia sexual desde antes de cumplir 7 años.
Las personas LGBT+ recuerda reconocer su identidad y preferencia sexual desde antes de cumplir 7 años.
Gran parte de las personas que se reconocen como parte de la comunidad LGBT+ en México se identificó con su género y orientación sexual desde que eran niños y niñas, en los primeros años de su vida.
En nuestro país hay 4.6 millones de personas gays, lesbianas, bisexuales o con otra orientación sexual y, de todas ellas, el 43% se identificó como tal antes de cumplir los siete años. En el caso de las personas que se reconocen como transgénero, transexual o con otra identidad es más frecuente, pues el 62% de las 909 mil que hay también lo sabe a esa edad.
Estos son parte de los resultados de la primera Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género (ENDISEG) presentada por el Inegi el día en que se conmemora el orgullo de la diversidad sexual.
En la presentación de los resultados de la encuesta, autoridades federales reconocieron la necesidad de crear políticas públicas para erradicar la discriminación en las escuelas y en otros espacios que frecuentan los niños y las niñas. Mientras que integrantes de la comunidad LGBT+ celebraron que el Inegi haya dado a conocer que la identidad de género y la orientación sexual puede ser definida desde antes de los siete años y no necesariamente hasta la adultez.
“Las personas LGBT+ no nacemos a los 18 años, sino que desde la infancia vamos desarrollando estas características que son inherentes tanto en la orientación sexual como la identidad de género”, dice Ricardo Torres, presidente de la asociación civil Fuera del Closet en el Estado de México. “Se tiene que empezar a manejar el ámbito educativo, si estamos manejando que la identificación empieza a los siete años, desde ese momento se tendría que empezar a hablar de educación sexual con una perspectiva de derechos”.
La segunda etapa de la vida en la que más personas se definieron como gays, lesbianas, bisexuales o con otra orientación fue entre los 12 y 17 años, lo mismo que en las personas reconocidas como transgénero, transexuales o con otra identidad. Según los datos del Inegi, es menos común que los integrantes de la comunidad LGBT+ se identifiquen después de los 18 años, menos de una tercera parte de este sector lo hizo durante la adultez.
Mariaurora Mota, cosecretaria de la Coalición Mexicana LGBTTTI+, señala que este fenómeno se puede deber a que en la actualidad los menores de edad tienen más libertades para expresar su orientación sexual e identidad de género.
“A los siete años la gente se siente diferente, pero no logra identificar esa diferencia, ya después conceptualiza que ese cambio se refiere a la orientación sexual o la identidad de género”, indica Mota. “Es mucho más fácil para los jóvenes autoidentificarse con esta identidad a diferencia de las personas mayores, yo tengo 63 años y en mi época había muchísimos más estigmas”.
La ENDISEG es la primera encuesta de su tipo en México y en esta ocasión no ahonda en más detalles sobre las infancias LGBT+, pero las personas entrevistadas por La-Lista coinciden en que, a raíz de los datos del Inegi, la Secretaría de Educación Pública (SEP) ya debería estar construyendo un plan para garantizar la seguridad y la continuidad en sus estudios de los niños y las niñas que en estos momentos están definiendo su identidad y orientación sexual.
En los últimos años México ha avanzado en el reconocimiento de las infancias trans. En Jalisco, Ciudad de México y Oaxaca los adolescentes ya pueden cambiar su acta de nacimiento desde antes de cumplir los 18 años. El 3 de marzo del 2022 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) invalidó que los registros civiles de todo el país pidan a las personas tener la mayoría de edad como requisito para modificar su acta de nacimiento con el género que prefieran.
Pese a este avance, aún queda trecho por recorrer. Alaín Pinzón, director de la organización VIHveLibre, cuenta que desde los cinco años se definió como un hombre gay, lo cual le trajo problemas en su primaria y secundaria. “A mí me encerraron varias veces en el baño y me golpearon en el baño. Me cambiaron cinco veces de escuela porque yo me defendía, yo me aprendí a defender solo”, dice.
Para evitar esta clase de situación con los niños y las niñas de hoy, Pinzón considera necesario que “haya política pública que proteja la libre autodeterminación de los cuerpos infantes, de las personas infantes”.
La comunidad LGBT+ tiene el triple de ideas e intentos suicidas
La salud mental es otro tema que afecta con mayor frecuencia a la comunidad. El Inegi señaló que en las personas de la diversidad sexual y de género son más frecuentes las ideas e intentos suicidas en comparación con la media nacional.
La ENDOSIG señala que el 26.1% de la comunidad LGBT+ ha tenido ideas suicidas a lo largo de la vida, mientras que en el caso de la media nacional es del 8.9%. La tendencia es parecida con los intentos de suicidio, ya que el 14.2% de las personas de la diversidad sexual y género se han intentado quitar la vida en comparación al 4.2% de la media nacional.
El 57% de las ideas y los intentos de sucidio en este sector de la población se debió a problemas con la familia y con parejas. Otras causas son conflictos en la escuela, de salud, económicos, laborales, problemas con la orientación sexual e identidad de género, entre otros.
Alaín Pinzón comparte que en VIHveLibre hay especialistas en salud mental que han atendido a por lo menos 300 personas que padecían Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) y que al mismo tiempo tenían problemas de salud mental. Mientras tanto, el gobierno no cuenta con la infraestructura para brindar atención a todas estas personas, cuestiona el director de la organización.
“Estamos en un problema muy grave, los hospitales de la Secretaría de Salud que atienden salud mental siempre están atestados y no tienen ningún tipo de acción para ubicar si son personas LGBTTI las que están pidiendo el apoyo psiquiátrico o psicológico”, lamenta Pinzón. “La pregunta del millón es ¿qué va a hacer el gobierno federal y los gobiernos estatales para mitigar estas cifras que son como un hoyo negro al que se está yendo la comunidad LGBTTI”.
La discriminación contra la diversidad sexual y de género sigue siendo una constante que orilla a los intentos suicidas. El problema viene desde la familia, por ejemplo, el Inegi reportó que el 13.9% de las 909 mil personas trans fueron enviadas por sus padres a un psicólogo, médico, autoridad religiosa u otra institución para “corregir” su identidad de género. Lo mismo sufrió el 9.8% de las 4.6 millones de personas gays, lesbianas, bisexuales y de otras orientaciones.
El rechazo también se da en el ámbito laboral. El 28.1% de la comunidad LGBT+ recibió un trato desigual en su empleo respecto a sus compañeros y compañeras, a diferencia del 18.4% del resto de los trabajadores y trabajadoras que no se reconocen como parte de este sector. Es decir, el incremento en los abusos laborales es de casi el 10% cuando se trata de personas de la diversidad sexual y de género.
Mariaurora Mota, cosecretaria de la Coalición Mexicana LGBTTTI+, coincide en que la atención de la salud mental es un pendiente que la población en general debe atender. “Tenemos que trabajar en contra del estigma, tenemos que trabajar en contra de la discriminación para que estos números vayan disminuyendo poco a poco. Tenemos que fortalecer las leyes contra la discriminación y al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
La información sobre discriminación en contra de la comunidad LGBT+ será actualizada en los próximos meses. Aunque no precisó cuándo, Edgar Vielma, director general de Estadísticas Sociodemográficas, dijo ayer 28 de junio que el Inegi y el Conapred están levantando una nueva encuesta sobre las agresiones de las que son víctima las personas de la diversidad sexual y de género.
Por ahora, la ENDISEG ha revelado asuntos urgentes que las autoridades de los tres niveles de gobierno deben atender.