Los derechos humanos y la crisis climática, retos para la imagen de HSBC

El CEO de HSBC, Noel Quinn, ha tenido un envidiable primer año en el trabajo. Sólo en 2020, Quinn inició un importante plan de reestructuración que implica la eliminación de al menos 35 mil trabajos, se enfrentó al impacto financiero del Covid en Asia y Europa y controló el timón a través de la tormenta geopolítica por su respuesta a las manifestaciones por la democracia en Hong Kong.

Ahora está listo para presidir el segundo año consecutivo de una caída anual de ganancias.

Se espera que HSBC reporte una caída de 38% en recaudación antes de impuestos de 13.3 mil millones de dólares a 8.3 mil millones de dólares cuando presente los resultados de todo el año el martes. Será el último prestamista afectado por el aumento de las provisiones para deudas incobrables que tienen la intención de protegerse de los incumplimientos a causa de la pandemia. Esas provisiones podrán ser de 9.1 mil millones de dólares según el consenso estimado, cuando un año antes fueron de 2.8 mil millones de dólares.

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Los banqueros de HSBC verán que su fondo de bonificación se encoge de nuevo, después de una caída de 38% a 3.3 mil millones de dólares en 2019. Quinn y el director de finanzas de HSBC, Ewen Stevenson, ya se despidió de su bono de efectivo de 2020 y donó el 25% de sus salarios a causa de la crisis del Covid.

Pero los accionistas todavía están listos para las liquidaciones. Es probable que HSBC sea el último prestamista de Reino Unido que empiece a pagar dividendos ahora que el Banco de Inglaterra levantó una prohibición temporal para eliminar un pago de 4.2 mil millones de dólares a accionistas la primavera pasada. En diciembre se levantó la prohibición, con ciertos límites. 

El CEO presentará un informe completo de la empresa el martes, un año después de anunciar el recorte de empleos y una nueva estrategia. El panorama se ve ensombrecido. En octubre, Quinn advirtió que los días de la banca libre tradicional para los clientes de Reino Unido podrían haber llegado a su fin, ya que se está tratando de buscar un nuevo ingreso para compensar los intereses bajos. HSBC podría estar bajo gran presión si el Banco de Inglaterra lleva sus tasas de interés a menos cero este año.

Mientras tanto, el banco que tiene sus cuarteles en Londres, probablemente se enfrente a duros cuestionamientos sobre si apostó por el caballo equivocado en Hong Kong. Se enfrentó a las críticas por su apoyo a la controvertida ley de seguridad de China y por congelar las cuentas de los manifestantes pro democracia, quienes son el verdadero objetivo de la campaña de Beijing.

Los miembros del parlamento del comité de relaciones exteriores de Reino Unido se molestaron el año pasado cuando en repetidas ocasiones Quinn se rehusó a comentar sobre temas como “democracia y sistemas políticos” y dijo que su motivación principal era ayudar a la economía de Hong Kong y de sus ciudadanos “frente a los retos actuales”. También se rehusó a salir del mercado de Hong Kong diciendo que “sólo dañaría” a los consumidores locales.

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HSBC obtiene la mayor parte de sus ganancias en Hong Kong y China.

En Reino Unido, HSBC es blanco de los activistas del clima, respaldados por quince fondos de pensión e inversión, que quieren que el banco recorte su exposición a los combustibles fósiles, empezando por el carbón, con una línea de tiempo que coincida con los objetivos del acuerdo de París.

Ya presentaron la segunda votación en la historia en contra de un banco de Reino Unido, la primera resolución se hizo el año pasado con AGM de Barclays.

Si HSBC prometió reducir su huella de carbón a cero neto para 2050, el actual plan climático no proporciona sanciones generales por financiar la energía de carbón y no permite que se rechace a clientes o que se cancelen contratos basados en su exposición al combustible fósil. HSBC es el segundo financiador de combustibles fósiles de Europa después de Barclays, según la Rainforest Action Network, RAN.

La votación se hace en mayo, así es que los inversionistas tendrán que esperar a ver si HSBC apoya la resolución, o sigue el ejemplo de Barclays y presenta una propuesta alternativa.