Durante la 4T, las adjudicaciones directas alcanzan su punto más alto: IMCO
El pago caerá en los primeros días de enero. Foto: EFE

A más de dos años de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, 2020 se posicionó como el año en el que los recursos públicos destinados a adjudicaciones directas alcanzaron el punto más alto desde que se tiene registro, así lo señaló el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

De acuerdo con el Instituto, los datos de Compranet (portal de contrataciones públicas), con corte al 23 de abril, indican que el gobierno federal realizó adjudicaciones directas por más de 205,195 millones de pesos, es decir, 43% del monto contratado en todo el año.

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Mientras que las licitaciones públicas, durante el mismo año, representaron el 40%, siendo esta la primera vez que los recursos destinados a adjudicaciones directas son mayores a los contratados mediante licitaciones públicas.

El IMCO realizó un análisis previo de más de 350,000 contratos donde se observa el aumento del porcentaje del monto adjudicado directamente desde el inicio del gobierno de AMLO: de 2018 a 2019 hubo un aumento de cuatro puntos porcentuales pasando de 35 a 39%. Sin embargo, esta cifra rompió un récord histórico en 2020, superando cualquier otro tipo de contratación, llegando a 43%.

“Las licitaciones públicas son el procedimiento que más promueve la competencia, ya que al ser concursos con convocatorias abiertas permiten más participantes para encontrar mejor calidad a precios más bajos, en contraste con los procesos donde se limita el número de participantes, como las invitaciones restringidas o las adjudicaciones directas”, señala el IMCO en un comunicado.

Esta tendencia en el crecimiento de las licitaciones directas, de acuerdo con el IMCO, son un foco rojo para la competitividad y un aumento en los riesgos de corrupción. “La ausencia de criterios objetivos para seleccionar contratistas abre espacios a que la decisión pudiera estar influida por acuerdos ilícitos”, afirma.

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Pese a que ante la Constitución y las leyes de adquisiciones plantean que las compras públicas deben realizarse mediante licitaciones públicas, con algunos casos excepcionales, para el actual gobierno no ha sido así, pues de cada dos pesos, 1 es gastado en adjudicaciones directas o invitaciones restringidas. 

Sin embargo, la gestión de López Obrador no ha sido la única, también durante el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto, pues en ambas administraciones el porcentaje de contratos por adjudicación directa fue mayor al 70%. En el periodo de 2015 a 2019, este porcentaje fue mayor al 80%.

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