Omar Fayad, el sexenio en que se desbordó el huachicol en Hidalgo
Omar Fayad, gobernador de Hidalgo, es heredero de un linaje de 80 años de gobiernos priistas. Foto: facebook.com / Omar Fayad

Durante el mandato de Omar Fayad Meneses, Hidalgo llegó a ser la entidad con más tomas clandestinas de combustible, del territorio nacional, con disputas entre grupos delictivos por el control de las válvulas de Petróleos Mexicanos (Pemex), de las que roban diésel, gasolinas, aditivos para combustibles y turbosina.

El crecimiento de este delito, llamado coloquialmente huachicol, trajo como consecuencia el recrudecimiento de la violencia: cuerpos calcinados, decapitados, despedazados, en brechas y en carreteras, envueltos en plástico o exhibidos en lugares públicos, con la saña como advertencia y mensaje de poder.

De cada diez ductos que se perforan en el país para el robo de hidrocarburos, cuatro están en Hidalgo: el 46% de las tomas clandestinas a nivel nacional se reportan en esta entidad, con dos puntos rojos identificados: el Valle del Mezquital, en el centro del estado, pero que se extiende hasta los límites con el Estado de México y Querétaro, y el Valle de Tulancingo, hasta la Sierra norte poblana. 

Fuentes cercanas al combate de este delito explicaron a La-Lista que los grupos dedicados al huachicol cometen actos con extrema violencia para mantener o arrebatar el control del mercado ilegal.

El 3 de mayo, un hombre baleado fue encontrado dentro de una camioneta en llamas en Tepetitlán, un pueblo asentado sobre ductos en el que se enfrentan los cárteles de Los Hades y Los Michoacanos; dos días después, en Tepeji del Río, otro territorio en pugna por la ubicación de válvulas en los ductos de Pemex, encontraron un cuerpo baleado en un auto. Las autoridades del estado han denominado este tipo de crímenes como el “costo rojo” del huachicol.

“Un descuartizado actualiza la amenaza de la toma de la plaza; es parte de la metodología de grupos para llevar a cabo acciones mayores”, explicó una fuente de seguridad, quien pidió no ser citada, por las actividades que realiza.

El estado reconoce dos amenazas: Los Hades –también conocidos Cártel de Palmillas– y Los Pepes. Los dos grupo son considerados objetivos prioritarios de combate al crimen y que han aumentado su poder de fuego por las ganancias generadas del robo y venta ilegal de combustible.

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Al menos dos carros bomba fueron explotados en Tula, Hidalgo. Foto: EFE/ Diario La Región de Tula

Sin embargo, existen más grupos reconocidos por el gobierno local que se fortalecieron en este periodo: Los Michoacanos o Pueblos Unidos, que rescató a sus líderes José Artemio y Mariano Maldonado Mejía de la cárcel de Tula en un operativo en el que hicieron explotar autos y emplearon convoyes con decenas de sicarios; también Los Germanos –formado por desertores del Cártel del Golfo–; el Cártel de Hidalgo, que rivaliza con Los Pepes, así como Los Rex, Los Americanos, el grupo del Geisha.

Existen más cárteles cuya operación no acepta el gobierno estatal, pero están en radiografías federales sobre el mapa de la criminalidad en el país, así como informes de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) por acciones de lavado de dinero: La Unión Tepito, La Familia Michoacana y el Cártel del Golfo en Pachuca, San Agustín Tlaxiaca y el Valle de Tizayuca, así como a Los Zetas y el Cártel Jalisco Nueva Generación, en Cuautepec. En Tula, a su vez, converge también La Sombra y CJNG.

La existencia de tantos grupos se debe a que se han atomizado después de las detenciones de quienes las encabezan, explicó la fuente, aunque aún así, algunas resultan más violentas.

En 2017, el primer año completo de la administración de Omar Fayad (2016-2022) Hidalgo registró mil 58 tomas clandestinas, ocupando el cuarto lugar nacional, por detrás de Guanajuato (mil 843), Puebla (mil 437) y Tamaulipas (mil cien).

Para el año siguiente, Hidalgo fue el principal punto de huachicol por la cantidad de tomas clandestinas en su territorio.

El 18 de enero de 2019, un ducto en la localidad de San Primitivo, entre los límites de los municipios de Tlaxcoapan y Tlahuelilpan, una toma clandestina provocó una inmensa fuga. Los pobladores comenzaron a recolectar con garrafones, cubetas y bidones ante la mirada de elementos del Ejército, que se dijo rebasado para contener a la gente, pero la válvula estalló.

Aquella noche dejó 137 muertos, 194 huérfanos y un pueblo entero en luto que no ha logrado recuperarse por la falta de apoyo gubernamental que reclaman aún deudos de las víctimas.

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Días después de la tragedia de Tlahuelilpan. Foto: El Universal / Creative Commons.

Días después del estallido, el gobierno federal dio a conocer que en 2018 Hidalgo había sido el estado con más extracciones ilegales de hidrocarburo, posición que ha mantenido cuatro años consecutivos.

El gobernador Omar Fayad se defendió al afirmar que “antes”, sin especificar en qué periodo ni por quién, no se reportaban todas las tomas clandestinas localizadas, aunque sugería omisiones de su antecesor, el también priista José Francisco Olvera Ruiz (2011-2016).

En el sexenio anterior, se registraron 854 perforaciones ilícitas a ductos de combustible. Pero entre 2016 a 2021, Hidalgo sumó 16 mil 681 tomas clandestinas, y entre enero y febrero de este año suma 908 más.

El secretario de Seguridad Pública del estado, Mauricio Delmar Saavedra, ha asegurado que el huachicol es un “delito de sangre”, al cual atribuyen la violencia y la saña al cometer homicidios. 

En 2016, cuando Fayad tomó protesta, la tasa de homicidios dolosos era de 4.7 por cada cien mil habitantes. Para 2021, subió a 7.8.

En la última conferencia del presidente Andrés Manuel López Obrador en Hidalgo, en febrero pasado, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, informó que en 2021 Hidalgo registró 841 homicidios.

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La violencia feminicida, tema pendiente

En su informe Muertes violentas-posibles feminicidios, la asociación civil Servicios de Inclusión Integral (Seiinac) documentó 75 asesinatos de niñas, adolescentes y mujeres que, por sus características, podrían ser considerados feminicidios. Los crímenes ocurrieron en 2021 en 33 de los 84 municipios. El informe indica que hubo un un incremento de 38.8% en comparación con los que la organización contabilizó en 2020.

Las cifras oficiales difieren: desde la tipificación del feminicidio, en marzo de 2013, hasta febrero de 2022, la Procuraduría General de Justicia del estado inició 177 carpetas de investigación por este delito; del año pasado, únicamente 19, que mantiene la tendencia del sexenio, entre los 19 y los 22 por año. 

“Creo que fue un sexenio de buenas voluntades en el cual había mucha simulación en algunos casos en cuanto a la impartición de justicia”, considera la activista Miriam Chávez, quien acompañó casos de violencia feminicida en este periodo, entre éstos, el de Mariana Zavala, una joven de 18 años que desapareció el 2 de agosto de 2020 en Tlahuelilpan. La carpeta de investigación, se inició dos días después, una omisión que, considera, pudo ser determinante en la búsqueda; el cuerpo fue hallado el 10 de agosto sobre una carretera. Cuando fue asesinada, Mariana tenía 12 semanas de embarazo.

Después de un proceso largo y revictimizante de año y medio, la familia de Mariana reclamó que la pena de cinco años de prisión para el culpable fue baja, debido a que él era menor de edad cuando lo procesaron.

“Tenemos buenos marcos legales, el problema es que no tenemos la infraestructura ni los recursos en ninguno de los órdenes de gobierno. Los procesos siguen siendo revictimizantes y, por ende, violatorios de derechos humanos”, añade Chávez.

Deuda pública

Al tomar posesión como gobernador, Omar Fayad recibió el estado con una deuda de 9 mil 638 millones 146 mil 399 pesos, con base en los informes sobre el manejo del pasivo que la Secretaría de Finanzas y Administración Pública presentó ante el congreso del estado tras el último informe de gobierno.

La deuda considera 567 millones 857 mil 148 pesos que contrajo la administración de Olvera Ruiz para la adquisición de reserva territorial en el Altiplano, con el objetivo de que la empresa alemana BMW instalara ahí una planta armadora de vehículos, aunque finalmente ésta optó por San Luis Potosí.

En la deuda contratada por el estado figura otro empréstito con Banorte que corresponde los terrenos para la refinería no construida en Tula; no obstante, es pagada mensualmente desde finales del gobierno de Enrique Peña Nieto por Pemex como compensación por incumplir este proyecto, que inició con Felipe Calderónn, pero fue cancelado por Enrique Peña Nieto. Este crédito terminará de pagarse el 31 de enero de 2027.

De acuerdo con la Secretaría de Finanzas, en este gobierno no se adquirió deuda y se continúa con el pago de los compromisos recibidos.

La pobreza

En 2016, el 54.3% de la población en la entidad vivía en situación de pobreza (1.4 millones de personas), de estos, 42.6% estaban en pobreza moderada y 8% en pobreza extrema. Para 2018, la tendencia disminuyó a 1.3 millones de hidalguenses en esta condición, de acuerdo con el informe 2020 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval).

No obstante, la emergencia sanitaria por la pandemia de Covid-19 aumentó el porcentaje de pobreza, al llegar a 50.8%. En cifras, de acuerdo con el informe 2022 de Coneval,  251 mil 994 hidalguenses que viven en pobreza extrema y un millón 318 mil 604 los que están en pobreza moderada.

En  Hidalgo la mitad de la población no puede adquirir una canasta alimentaria con los ingresos que recibe por su trabajo. Con base en el reporte de pobreza laboral del cuarto trimestre de 2021, 48% de los hidalguenses viven en esta condición, por arriba del 41% con el que recibió el estado.


Hidalgo, bastión priista por ocho décadas

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 De izquierda a derecha, los exgobernadores Manuel Ángel Núñez Soto y Miguel Ángel Osorio Chong; el presidente del PRI Nacional, Alejandro Moreno Cárdenas; el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad; el exgobernador Francisco Olvera Ruiz; y el presidente del PRI Hidalgo Oficial, Julio Manuel Valera Piedras. Foto: Facebook.com/ Omar Fayad.

El estado de Hidalgo es uno de sus bastiones históricos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que ha gobernado desde 1929, con Bartolomé Vargas Lugo, hasta Omar Fayad, el gobernador número 27 del partido que gobernó todo México por más de 70 años.

Ese bastión comenzó a tener fisuras con el efecto Morena que trajo el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en la Presidencia de la República en 2018. Ese mismo año, el PRI perdió por primera vez la mayoría en el Congreso de Hidalgo y el gobernador, Omar Fayad, no tuvo un parlamento afín.

En las elecciones de alcaldías de 2020, el PRI se mantuvo como la principal fuerza política al obtener 32 de los 84 municipios. Pero en las elecciones para diputados estatal y federal del año pasado, la tendencia favoreció nuevamente a Morena y sus aliados.

El  grupo parlamentario de Morena, ocupa 11 de los 30 escaños del Congreso de Hidalgo, pero con PT y Nueva Alianza, que integran un bloque afín, suman una mayoría simple de 18. El resto pertenecen a PRI, PAN y PRD, aliados en el parlamento y en la actual elección a gobernador, a través de la coalición Va por Hidalgo.

A principios de año, la definición de la candidatura del PRI generó una confrontación pública entre el gonernador Fayad y Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente nacional del partido. Se acusaron de traición y entreguismo, por la cercanía de Fayad con el presidente, Andrés Manuel López Obrador aunque después, a través de una fotografía en redes sociales que publicó “Alito”, éste afirmó que las diferencias habían quedado atrás. 

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El gobernador del Hidalgo, Omar Fayad, con el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Foto: facebook.com / Omar Fayad.

Los cuatro candidatos que participan en estos comicios –Carolina Viggiano (PRI-PAN-PRD), Julio Menchaca Salazar (Morena-PT-Nueva Alianza), José Luis Lima Morales (Partido Verde Ecologista de México) y Francisco Xavier Berganza (Movimiento Ciudadano) tiene como antecedente haber pertenecido al PRI.

Mientras Menchaca y Lima se formaron políticamente en este instituto, a partir de la década de 1980, Berganza, cantante, ya había sido postulado dos veces por el PAN para el cargo (1999 y 2006) y fue adherente a la campaña de Francisco Labastida Ochoa, en 2000.

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