Covid-19 golpea a los artistas: bajan 42% los empleos en un año
Actores durante un ensayo de prensa de 'Charles Manson: Verano de odio - El musical'. Foto: EFE/EPA/CHRISTIAN CHARISIUS.

Decenas de personas sentadas una junto a la otra, codo a codo, con la mirada fija hacia el escenario, donde un solo individuo, o dos, o tal vez más interpretaban un diálogo ideado hace siglos o hacían sonar una pequeña flauta o un enorme violonchelo. El Covid-19 puso en pausa por más de un año la mayoría de estos espectáculos ante salas abarrotadas de espectadores. “Lo que importaba era esa comunicación con el público, ese mensaje que en ese momento era único e irrepetible”, explica el músico Horacio Franco.

Las artes no son consideradas una actividad esencial en la emergencia sanitaria, recuerda el flautista en entrevista para La-Lista. Por lo tanto, a este gremio se le generó una herida doble: la ausencia de sus seguidores en forma física, así como un golpe a la retribución económica por los eventos públicos.

Tras más de un año de pandemia de coronavirus, y haber padecido la enfermedad, Franco se describe como un artista afortunado porque continúa vivo. “Tuve de qué comer a diario, no tuve que despedir a gente que depende de mí, le pagué seis meses de vacaciones a las personas que trabajan conmigo. No les disminuí el sueldo”. Los eventos por streaming no fueron una opción para él, por lo que subsiste de sus ahorros y el sueldo que percibe en el Conservatorio Nacional de Música.

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Las industrias artísticas y culturales han percibido un duro golpe. Luego de 15 meses de que llegó el coronavirus a México, los empleos de servicios de esparcimiento, culturales y deportivos se redujeron en 42%. En el primer trimestre de 2020 había 476,937 ocupados en esta área, lo cual disminuyó a 275,708 empleados para los primeros tres meses de este año, según cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).

“Está muy crítica la situación. Ya lo estaba desde antes. La cultura, el arte, los espectáculos no comerciales ya eran un tema de estar constantemente al 30% (de aforo), no eran tan grande la afluencia”, advierte el coreógrafo y bailarín Rodrigo Martínez. Asegura que la pandemia exhibió aún más la vulnerabilidad de la comunidad artística, así como la infraestructura que hay para sus actividades.

Aunque no tiene una estimación sobre cuánto tiempo le tomará al sector dancístico recuperarse, advierte que les costó 10 años llegar al punto donde estaba previo a la llegada del virus. “(Necesitamos) encontrar una nueva forma de trabajar, entre instituciones y la iniciativa privada, también con los ciudadanos”. Subraya que la mayoría de los proyectos de su sector son independientes y autogenerados, por lo que llamó a las autoridades gubernamentales a sensibilizarse con su gremio.

“(Necesitan generar) programas emergentes, no puede ser un programa de nuevas becas, se necesita un programa de inversión emergente donde la autoridad tenga un presupuesto suficiente”.

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Cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) refieren que las industrias culturales y creativas contribuyen con 2,250 billones de dólares a la economía mundial, lo cual representa el 3% del Producto Interno Bruto y 29.5 millones de puestos de trabajo.

Ante dicho panorama, la organización sugiere una guía de políticas para este sector. Apoyo directo a los artistas para que puedan continuar su trabajo creativo y garantizarles una una protección social. También respaldar a las industrias culturales para que sobrevivan los organismos que afrontan falta de liquidez. Además de fortalecer la competitividad de los negocios de este giro, así como extender medidas para que se adapten a las nuevas condiciones de mercado.

La necesidad del público presencial

Martínez reitera que las artes escénicas son 100% presenciales. “Hacerlo por streaming es otro lenguaje, otra actividad. Estamos hablando de otra cosa”, remarca el director de escena. Por lo tanto, se necesitaría desarrollar un lenguaje diferente, porque la comunicación con el público no es la misma.

El teatro es una caja negra, un espacio controlado que te puede llevar al otro lado del mundo en una sola función. Su recuperación económica comenzará cuando se permita un aforo al 100%, prevé. Aunque en la Ciudad de México comenzó el semáforo amarillo desde el 10 de mayo, este tipo de espacios tienen permitido operar al 30% de su capacidad.

“Hay una constante. Si tenías una temporada constante al 50%, (ahora) vas a llenar el 50% de ese 30, lo cual es muy poquito”, pronostica la productora teatral Rebeca Moreno.

A su juicio, el mejor ejemplo y camino a seguir para reactivar este mercado es Broadway. La capital de teatro reanudará actividades hasta el 14 de septiembre, después de estar 18 meses sin actividad, pero con aforos al 100%. “Hay que aprender de los que son grandes de esa industria”.

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Sin embargo, Moreno explica que también se necesita todo un proceso para preparar las instalaciones que han estado vacías y sin uso, además de retomar diversos procesos administrativos. “Hay que volver a ensayar, volver a platicar con los elencos, volver a renovar los derechos de autor. Darles un arreglo a las marquesinas que están un poquito olvidadas y limpiar la escenografía que está llena de polvo. Convencer a la gente que venga al teatro, romper el miedo”.

En contraste, aunque los integrantes de la Sonora Santanera de Carlos Colorado detuvieron sus actividades totalmente cuando comenzó la pandemia, tuvieron la oportunidad de adaptarse a las nuevas modalidades tecnológicas. Durante la emergencia sanitaria realizaron cuatro streamings y se presentaron cerca de 15 veces en programas de televisión. “Vivimos de nuestra profesión al 100%”, explica su director musical, Gilberto Navarrete.

El reporte de Global Entertainment & Media Outlook 2020‑2024 estimó una contracción global 5.6% para el mundo del entretenimiento en 2020. En el caso de México apuntó que sería del 6.4% en un país donde la economía cayó casi 9 puntos porcentuales, aunque sería una de las naciones más resilientes para afrontar la crisis. Durante este año se prevé un crecimiento del 6.39%, así como del 6.12% para el que sigue.

Navarrete se dice positivo respecto de la evolución que tendrá la industria a la que pertenece. Aunque todo dependerá del avance de la vacunación y el comportamiento del número de contagios, prevé que en nueve meses su sector podría recuperar el 50% de lo que tenía en 2019. La recuperación completa, calcula, se daría en dos años.

El futuro pospandemia

La única manera de salir adelante, según el bailarín Rodrigo Martínez, es con la suma de buenas voluntades. “Una gran solución para las grandes crisis mundiales, y esta no lo es menos, es que ayudemos uno a otros con la actividad artística para recuperar el sentido de la vida, que ha estado muy trastocado en las últimas fechas”.

La productora teatral Rebeca Moreno coincide en que los mejores años de las puestas en escena en México están por venir. “No se trata solo de la salud del cuerpo, también del alma. El teatro volverá y volverá en grande, estamos dispuestas a hacer lo mejor que podamos”.

A esta entrega se suma la petición del sector artístico: que les permitan trabajar y vivir de sus expresiones. “Queremos chambear y que se nos pague un salario decente por nuestro trabajo. Que se nos dé la oportunidad de estar en contacto con el público ”, apunta el músico Horacio Franco.

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