Cuando acecha la maldad, la mejor película de terror de Sitges, llega a México

Un hombre yace en cama porque está infectado no por una bacteria o un virus, sino por la maldad más riesgosa del mundo. Esos son los primeros minutos de Cuando acecha la maldad, la nueva película de Demián Rugna que llega a México.

La cinta ganadora del Festival Internacional de Cine de Sitges se estrena en las salas de nuestro país, lo que para el cineasta es como una revancha, luego que hace unos años no pudo estrenas Aterrados, su cinta más conocida, en los cines aztecas.

Rugna comentó en entrevista para La-Lista que esta es una de sus cintas más ambiciosas pues contó con un importante apoyo, sobre todo tras el éxito internacional que tuvo su cinta previa. Fue así que su filmación se extendió a lo largo de 40 días.

“Hacer cine es una constante revancha. Cuando uno hace una película y no logra determinadas cosas es cuando vuelve a hacer otra cinta y logra los objetivos que se propuso con la anterior. Estar en salas de México es una revancha para mí. Estuvimos a punto de estar en salas con Aterrados y finalmente no se estrenó en México y me quedé con esa espina“, comentó el director.

El cineasta argentino de 44 años comentó que Aterrados le permitió contar con una mayor distribución y más que plantearle un reto para sus proyectos venideros, lo que a él le preocupaba era contar lo que él quisiera.

“En definitiva es lo que me va a marcar a mí como realizador, hacer películas que me gustaría ver a mí. Ojalá no pierda este instinto y mis próximas películas estén a la altura de Aterrados. Sería un logro”, añadió.

No obstante el cine argentino enfrenta varias dificultades en este momento, ya que como Demián Rugna adelantó la actual administración de Javier Milei no está interesado en la cultura, mucho menos en el séptimo arte.

El cine de terror en Argentina ha crecido mucho, se han hecho cada vez más películas, hay más directores, no tienen nada en común, tienen historias muy diferentes, hay muchos escritores que están triunfando en todo el mundo.

“Por la situación actual de nuestro país con el nuevo gobierno a la cultura la va a marginar y al cine lo quiere extinguir, secar, porque está prácticamente desfinanciando al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales. No es algo que el cine de terror lo sufra por ser cine de terror, todo el cine argentino en cualquiera de sus géneros lo va a sufrir”, advirtió.

Tras años en los que el cine argentino creció e incluso directores y guionistas triunfaron a nivel internacional, a consideración del cineasta de Cuando acecha la maldad veremos menos producciones argentinas si la actual política continúa. “El cine argentino va a dejar de existir de la forma que hoy existe“, puntualizó.

Cuando acecha la maldad cuenta una historia disruptiva que marca distancia del cine comercial, aunque se trata de una cinta en la que el cineasta cuidó de todos los detalles en pantalla. No solo en cuestión de efectos especiales, sino incluso en el cuidado de todos sus trabajadores, como fue el caso de las atenciones a la hora de trabajar con menores de edad.

“Los límites siempre están en los presupuestos y uno como director trata de hacer lo más posible con el presupuesto que tiene. Las dificultades siempre están presentes. La dificultad mayor no fueron los efectos especiales, las actuaciones, fue trabajar con niños y las regulaciones burocráticas que con lleva para una película de terror. Eso fue lo más complicado”, dijo.

Demián Rugna considera que Cuando acecha la maldad es una película perfectamente humana, dado que es una historia en la que sus personajes son imperfectos, ya que todos tienen algo que esconder o bien una culpa.

Por ese motivo es que el cineasta considera que el público puede empatizar con sus personajes, quienes atraviesan desde problemas intrafamiliares hasta padecimientos psicológicos.

Otro aspecto por la que el público latinoamericano puede sentir empatía es por la situación de abandono que enfrenta el pueblo en el que comienza todo, un lugar alejado de la sociedad y del interés de la demás gente, por lo que sus ciudadanos recurren a la ley de la selva en la que el más fuerte sobrevive, pero se toparán con pared contra la esencia del mal.