Al grito de ‘Rosalía, hermana, ya eres mexicana’ los mexicanos demuestran su amor a la Motomami
De acuerdo con las cifras que compartió el gobierno de la Ciudad de México, Rosalía convocó a 160 mil espectadores en el Zócalo.
De acuerdo con las cifras que compartió el gobierno de la Ciudad de México, Rosalía convocó a 160 mil espectadores en el Zócalo.
Looks, maquillajes a la ‘Motomami’, camisetas, lentes, gorras y hasta los tatuajes que se han hecho en honor a Rosalía, es lo que se pudo ver en el Zócalo de la Ciudad de México donde se reunieron 160 mil personas para disfrutar del concierto gratuito que ofreció la cantante española la noche de este viernes 28 de abril y así cerrar su Motomami Tour.
Desde el jueves, personas de otros estados de la República Mexicana decidieron acampar tan solo con algunas botellas de agua, uno que otro refrigerio y con toda la ilusión del mundo por ver a su artista favorita.
El viernes, a poco más de 8 horas de que diera comienzo el esperado concierto, se veía la alegría de los pequeños que lucían orgullosos sus looks alusivos a la ‘Motomami,’ esbozando una sonrisa de oreja a oreja y acompañados de sus padres, hermanos mayores, familiares y/o amigos cercanos que también estaban a la expectativa de lo que la intérprete de Saoko ofrecería.
El tráfico característico de una metrópoli como la Ciudad de México se multiplicó exponencialmente y el transporte público estaba saturado desde temprano. Una vez instalados en el Zócalo, el colorido, la amistad y la convivencia sana entre chicos y grandes tomaron las vialidades más importantes del primer cuadro de la ciudad que estaba a la espera de un evento histórico.
Cerca de las 15:00 horas, la explanada principal de la Plaza de la Constitución lucía una multitud ansiosa porque llegará la hora del concierto, y aunque se esperaba que Rosalía rompiera el récord de asistencia que tiene el Grupo Firme con 280 mil asistentes, esto no ocurrió, pero no fue cosa menor la llegada de sus fans: 160 mil almas reunidas para corear sus éxitos.
La-Lista platicó con algunos de los presentes, quienes coincidieron en algo: este tipo de eventos organizados por el gobierno de la Ciudad de México fortalece la oferta cultural y permite que gran parte de la población que no tiene los recursos suficientes para poder costear este tipo de eventos, pueda deleitarse y tener de cerca a sus artistas preferidos.
Para amenizar la espera, el sonido del escenario puso algunos de los éxitos más importantes de los artistas que gozan de gran popularidad en la actualidad: Peso Pluma, Rauw Alejandro, Bad Bunny y mucho más, mientras que los que llevaban más tiempo en la fila comenzaban a acudir por alimentos para soportar el resto de la jornada.
Como suele ocurrir con este tipo de nuevos artistas, apoyados principalmente por los veinteañeros, no faltaron los que piensan que la música que se hacía hace unos años atrás era mejor, pero fue una grata sorpresa ver a tantos adultos acompañando a sus hijos, o disfrutando ellos mismos del show de una artista que rompió con los paradigmas y demostró que para disfrutar la música no hay edades.
Conforme se acercaba la hora del evento, y una vez que las personas que trabajan en la Ciudad de México terminaban con sus labores, la plancha del Zócalo se llenó de un momento a otro y desde las 18:30 horas, era prácticamente imposible transitar por la zona.
A pesar de la multitud, no hubo mayores contratiempos ni eventos que lamentar, ni siquiera con el retraso de casi media hora que tuvo el show.
La intérprete, que combina a la perfección la raíz flamenca que adquirió en la Escuela Superior de Música de Cataluña y los estilos contemporáneos como lo son el reguetón, mambo, pop y hasta el hip-hop, encantó a los asistentes con su voz y con el espectáculo que ofreció con tintes propios de una pasarela de moda.
Acompañada por un total de siete bailarines que en todo momento compartieron su energía con los más de 160 mil asistentes, la cantante cerró su gira por América entonando una veintena de canciones entre las que destacan: Saoko, La Fama, Motomami, Chicken Teriyaki , Héroe, además de una interpretación a capella de La Llorona, en la cual, según la propia artista, encontró la inspiración para la realización de algunos de sus temas.
“Muchas gracias México. Esta plaza ya era bonita, pero con todos vosotros aquí, termino de enamorarme, porque realmente esta ciudad es preciosa. Muchas gracias de corazón, estoy feliz de estar y cantar aquí”, mencionó la intérprete de Bizcochito ante un Zócalo pletórico y enardecido.
De manera sigilosa, al igual que como apareció en el escenario, Rosalía abandonó el escenario junto al resto de bailarines que la acompañaron, ante una audiencia que se quedó con ganas de más y esperó por unos minutos el retorno de la famosa Motomami, cosa que finalmente no ocurrió, pero no se puede negar que fue un show a la altura de las expectativas para cerrar con broche de oro su Motomami Tour en la Ciudad de México.