‘No me atrevería a tratar de ganarle una negociación a Carlos Slim’: Arturo Elías Ayub

El salón de clases le parecía incómodo a Arturo Elías Ayub. Se aburría mucho, sacaba malas calificaciones y su boleta era un horror, según reconoce; sus padres ni siquiera sabían qué hacer para corregirlo. Pero él prefería negociar, sentir la adrenalina de cerrar un trato y sentirse triunfador al momento del estira y afloja. De eso, se dio cuenta desde muy niño cuando le vendía gomas de colores y cuadernos a otros estudiantes, además de apoyar a su papá en el negocio de telas.

Ahora, Elías Ayub recuerda que se ha sentado en un sinfín de mesas de negociación como director de alianzas estratégicas y contenidos de América Móvil. En muchas, se ha ido con el sabor a triunfo y, en otras ocasiones, con el pensamiento ‘chin, si hubiera dicho esto’ o ‘hubiera hecho lo otro’, tal y como sucedió cuando no quiso entrarle a Snapchat cuando la aplicación estaba en ciernes.

Con toda la experiencia acumulada, al autor de El Negociador le ha quedado claro que, después de tantos tratos cerrados, nunca se atrevería a tratar de negociar con Carlos Slim Helú, el hombre más rico de México.

–¿Por qué? ¿Es el mejor de todos? -se le pregunta.

–Sin duda– responde sin conceder un ápice a la duda mientras sonríe.

En entrevista para La-Lista, Elías Ayub habla de su libro, cómo percibe el método educativo y algunas anécdotas personales que plasma en un texto que busca que más personas ingresen al mundo del emprendedurismo y, sobre todo, “que se la crean”.

L-L: ¿Qué tanto tu acompañó tu padre al momento de escribir El Negociador?

Arturo Elías Ayub: Todo el tiempo, hablo mucho de él en el libro. Muchas de las enseñanzas que comparto vienen de él. Para mí, fue mi mejor amigo, mi sensei, mi mentor, mi todo, entonces sí, la verdad en todo momento estuvo ahí conmigo.

L-L: ¿LLegaste a ganarle alguna negociación a tu padre?

AEA: Mi papá era un cuate tan bueno que nunca tuve una negociación en la que competí con él. La verdad es que no le ganaba porque siempre tenía la razón perfecta, era alguien a quien nunca jamás le escuché subir la voz. Era alguien muy especial. De lo que estoy seguro es que si hubiera tenido una negociación con él, seguramente la hubiera perdido.

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L-L: ¿Te regañó por alguna negociación mal hecha en el negocio de telas?

AEA: No, nunca me regañó. Muchas veces me corrigió, digamos. Me decía: ‘es mejor si lo haces así, más fácil si te vas por acá’. Me corrigió muchas veces, porque estaba chavo, estaba empezando, pero no, nunca me regañó.

L-L: ¿Qué hiciste con tu primera ganancia?

AEA: Me acuerdo muy bien, porque era un billete de 10,000 pesos de aquella época, que le tenías que quitar tres ceros. Era una muy buena lana, entonces, llegué y se lo regalé a mi mamá, pero no porque lo necesitara, como diciéndole con mucho orgullo: ‘por lo que me has enseñado, ahí está’. Mucho tiempo después me lo encontré (el billete) enmarcado.

L-L: ¿Qué te dijo tu madre en el momento que le diste ese billete?

AEA: La verdad no me acuerdo qué me dijo, pero cuando me lo encontré enmarcado, vi el significado tan importante que había tenido para ella como lo tuvo para mí.

L-L: En tu libro, narras que no eras un estudiante que sacaras calificaciones altas. ¿Cómo era llegar con la boleta con no muy buenas calificación?

AEA: Fue un dolor de cabeza para mis papas. No hubo un momento, sino siempre. Cuento en el libro que me adelantan de tercero a quinto y después de que me adelantaron, la verdad es que siempre fue un horror mi boleta y una tortura para mis papás. Pobres, realmente sufrían, pero les decía: ‘me aburro mucho en la escuela’, ‘es que no puedo’. De plano, prefería ponerme a hacer otras cosas. Fue una bronca constante en mi vida, al grado en que hubo un momento en que le dijeron a Alfredo, mi hermano y uno de mis grande mentores: ‘tú que lo defiendes tanto, hazte cargo, es tu bronca que saque buenas calificaciones’. Tampoco pudo (ríe).

L-L: ¿La educación en México debería enfocarse más al desarrollo de habilidades que la obtención de buenas calificaciones?

AEA: La educación, no conozco bien otros países del mundo, pero creo que en muchos lado está enfocada así: a memorizar, a aprender cosas que muchas veces nos acaban sirviendo de nada, en lugar de enseñarnos habilidades, valores, una serie de cosas que nos pueden servir mucho más en la vida. Yo siempre lo he dicho: la educación merece un cambio dramático para que los jóvenes aprendan lo que realmente necesitan y más ahora que están estudiando en línea, que se ha complicado ir a las escuelas. Poner atención es todavía más difícil y te tienen que enseñar lo que realmente vas a necesitar en la vida.

L-L: ¿Se pierden emprendedores por este enfoque de la educación?

AEA: Sí, sin duda, sí. Aprendemos o tenemos que memorizar cosas que no terminan sirviendo en la vida. Por ejemplo, en el mundo del emprendedurismo, los números son esenciales y me he encontrado con muchos estudiantes que eran de 9 y 10, que hoy no saben leer un estado de resultados. Emprender sin entender los números es imposible.

L-L: Estamos en un momento complejo, ¿es momento para convertirse en emprendedor?

AEA: Durante el 2020 nacieron muchos más emprendedores que en muchos años anteriores juntos. Fue porque tuvieron el tiempo para pensar en nuevos negocios, tuvieron muchos la necesidad de hacerlo y nos vamos a llevar una sorpresa súper agradable de la cantidad de emprendedores nuevos que nacieron durante la pandemia y cómo van a crecer.

L-L: ¿A los mexicanos nos hace falta negociar mejor?

AEA: Al emprendedor y a cualquiera nos hace falta negociar mejor. En la vida, negocias todo el día. En un día haces en promedio 46 negociaciones. A un emprendedor, sin ninguna duda, pero a cualquiera nos sirve negociar mejor y justo por eso, quise compartir mi experiencia de que me ha tocado negociar muchísimas veces desde empresas hasta cosas muy pequeñas. Lo quise compartir con la mayor cantidad de gente posible. Todos necesitamos negociar mejor: si eres empleado, futbolista, bolero, ama de casa o bailarina de ballet, necesitas saber negociar.

L-L: ¿Es posible triunfar como emprendedor sin capital?

AEA: Pregúntale a los grandotototes del mundo con cuánto empezaron. Claro que empezar con un capital, te resuelve un problema, pero un buen emprendedor debe resolver el problema de pensar sin capital. Hay millones de muestras.

L-L: Con el emprendimiento, ¿es posible la escalabilidad social y salir de la pobreza como país?

AEA: Sin duda, el ingeniero Slim siempre lo ha dicho: la única manera de salir de la pobreza es con empleo, empleo y más empleo. Quien da los empleos son los emprendedores y empresarios; mientras más hayan, más empleos se generan y la pobreza más va a disminuir. Es un círculo virtuoso.

L-L: ¿Has llegado a perder o arrepentirte de una negociación?

AEA: Hay muchas negociaciones que sales y dices, ‘chin debí hacer esto’, ‘chin cómo se me fue lo otro’. Pero esto es de momento, de qué tan bien preparado estás, qué información traes de lo que vas a negociar y acerca de la persona que tienes enfrente. Me pasa siempre que dices ‘chin se me fue esto’, ‘caray cómo no dije esto’.

L-L: ¿Cómo negociar cuando puedes estar en desventaje con tu contraparte?

AEA: La única forma es de ponerte en ventaja siempre es saber más de lo que estás negociando y con quién. En eso, no importa el tamaño de con quién estás negociando, el poder, el dinero o la presión. Si tú tienes más información, siempre tendrás ventaja.

L-L: ¿Has pensado en llevar tus habilidades como negociador a la esfera política? Hay quienes te candidatean a la presidencia de la República

AEA: La verdad es que estoy muy contento en lo que hago en mi chamba y más contento todavía con hacer cosas como escribir El Negociador o lo que comparto en mis redes sociales para poder un granito de arena y darle parte de mis experiencias compartirlas con quien le sirvan. Es lo que me hace muy feliz.

L-L:¿Le has ganado una negociación a Carlos Slim?

AEA: No, también es una relación de muchísimo respeto, muchísimo cariño y de quien aprendo todos los días. No me atrevería ni a tratar de ganársela para que me entiendas.

L-L: ¿Por qué? ¿Es el mejor de todos?

AEA: Sin duda.

L-L: ¿Qué fibras te gustaría que moviera tu libro entre quienes buscan ser emprendedores?

AEA: Me encantaría que fuera un libro que te muestre que puedes ser muy exitoso teniendo valores súper firmes. Hablo de lo bien que funciona. No es ser honrado por ser honrado, sino porque le va a funcionar a tu negocio a mediano y largo plazo. Se puede ser exitoso y hacerlo por la buena, por el lado derecho y no tener que hacer cosas que desafortunadamente vemos que traen dinero fácil, pero que acaban muy mal.

La-Lista de El Negociador de Arturo Elías Ayub

1. Impulse a chavos a emprender
2. Emprendan con valores súper firmes
3. Creen muchos empleos
4. Que aprendan a amar a este país
5. Que se animen, que se empoderen, que se la crean para lo que quieran hacer en su vida. Si no te la crees, no vas a llevar a ningún lado.

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