Directora del Franz Mayer: Mujeres lideran casi el 90% de los museos en México
Alejandra de la Paz Nájera, directora del Museo Franz Mayer. Foto: Angélica Escobar / La Lista

Hace tres años, cuando asumió la dirección del Museo Franz Mayer en sustitución de Héctor Rivero Borrell Miranda, Alejandra de la Paz Nájera no habría imaginado que tendría que enfrentarse a una situación extraordinaria como la pandemia de Covid-19.

Y es que para ella, pese a tener una larga trayectoria en la gestión cultural, creando espacios como el Museo Morelense de Arte Contemporáneo Juan Soriano, o dirigiendo los Asuntos Internacionales del antiguo Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), estar en medio de la emergencia sanitaria representó un cambio en las formas y procesos.

Es así como la licenciada en Historia por la Universidad Iberoamericana y diplomada en Liderazgo y gestión de museos por el Instituto Liderazgo en Museos A.C. (ILM-ITAM-Instituto Getty) llevó al recinto al mundo digital, donde se acercaron a un público nuevo.

El coronavirus ha estado presente en la mitad de su gestión al frente del Museo Franz Mayer, pero acompañada de su equipo ha podido replantear el papel que tienen los museos en el siglo XXI y también acercar al arte como un medio para alcanzar el bienestar entre las personas.

De la Paz Nájera considera que el aislamiento nos causó diversos grados de estrés y preocupación, pero es a través del arte y de exposiciones como el World Press Photo, estrella de los 35 años del espacio ubicado en el centro de la CDMX, como la gente puede reconectarse y recuperar una normalidad y unas emociones que se han quedado guardadas ante el distanciamiento.

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La-Lista (L-L): Ya casi han pasado tres años desde su llegada a la dirección del Museo Franz Mayer, ¿cuál ha sido el mayor reto en este tiempo?

Alejandra de la Paz Nájera (APN): Sin lugar a dudas la pandemia y lo que ha significado en más de un año. Los museos vivimos para nuestros visitantes, estamos centrados en ellos, y el tener que cerrar nuestras puertas y volcarnos a otras maneras de estar conectados con nuestras comunidades, ha sido un reto enorme. El impacto que ha tenido para nuestros programas de trabajo, para nuestras finanzas, para el cumplimiento de nuestra misión, sí ha sido la situación más compleja que a todos los que estamos a cargo de museos de instituciones artísticas y culturales nos ha tocado vivir.

El mayor reto ha sido eso, cómo mantener un museo activo, vivo, conectado con sus públicos estando con sus puertas cerradas.

L-L: ¿En su camino cuál fue el mayor desafío para llegar a este puesto?

APN: Me he dedicado toda mi vida a la gestión cultural. Ha sido una pasión, formándome cabalmente en todos los ámbitos. No podría pensar que fue un desafío llegar al Franz Mayer, es un honor el poder estar a cargo de este precioso museo, y viene de la mano con una larga trayectoria en la gestión cultural y artística.

La dirección de un museo implica muchas competencias que desarrolla uno con el tiempo. No todas se estudian, tiene una parte muy práctica de gestión cotidiana que implica tener conocimientos desde obviamente la historia, la historia del arte, procesos curatoriales, cómo se conserva una colección permanente, cuáles son las mejores maneras de ponerle un valor frente a otros públicos, pero también implica competencias que tienen que ver con administración, gestión de equipos, recaudación de fondos. Creo que el patronato del Museo Franz Mayer consideró que por mi trayectoria profesional respondía a los requisitos que un espacio como este requería.

Venía de crear un museo en Cuernavaca, Morelos, y yo creo que eso también contribuyó a que de alguna manera se pudiera pensar que mi perfil podía ser benéfico para esta institución, que cumple 35 años.

El trabajo de un museo es lo más distante de un trabajo individual, es un trabajo de equipo y en ese sentido para mí es un gusto el estar rodeada de profesionales de distintas generaciones y competencias que nos ha permitido plantearnos cómo ser un museo del siglo XXI y renovar nuestros contenidos.

L-L: ¿En México cómo se dan los pasos para que más mujeres tomen puestos de decisión dentro de los museos?

APN: Creo que en México el 90% de los puestos directivos somos mujeres. El sector cultural se ha caracterizado desde siempre por ser un espacio particularmente incluyente y que ha buscado en muchos sentidos que haya una paridad de género, si no es que la mayoría de mujeres están en estas posiciones.

Siento que es un espacio que ha sido particularmente enriquecido por esta capacidad que ha tenido de incorporar muy distintos puntos de vista, ser inclusivo, y optar por una paridad de género.

L-L: ¿Cómo fue organizar actividades durante el confinamiento y la reactivación de exposiciones y programas como Arte y bienestar?

APN: En el museo Franz Mayer, inmediatamente después que tuvimos que cerrar, el volcarnos a internet era la opción para mantener una presencia cercana con nuestros públicos, pero también para no detener nuestro trabajo y brindar un acompañamiento en momentos que para muchas personas estaba siendo muy difícil mantenerse guardadas en casa, desconectadas de las cosas que nos impactan y brindan satisfacción y bienestar.

Tuvimos un activo programa en línea que permitió tener exposiciones temporales, materiales descargables, visitas guiadas, así como pequeñas cápsulas que pusieran en contexto nuestra colección y que en ese sentido pudiéramos estar acompañando a quienes estaban confinados. También significó el poder llegar a otros públicos que no necesariamente están en esta ciudad. Eso fue una parte positiva de este trabajo de convertirnos en un museo en línea.

El reto fundamental en la reactivación del museo fue poder acomodar nuestra programación que se había visto desfasada por los meses de cierre, pero el recinto está acostumbrado a ello. Gracias a muchos aliados, y apoyos de instituciones con las que trabajamos, pudimos reacomodar nuestra programación y reabrir con todas las medidas seguridad cuando fue posible.

Nuestros programas se han ido enriqueciendo en la medida en que hemos podido combinar esta presencia en línea con las actividades presenciales, pero uno de los puntos que veníamos trabajando desde hace algún tiempo, y que con la pandemia se hizo más evidente, es que los espacios artísticos y culturales qué le pueden brindar de bienestar y la salud a las personas. Hicimos investigaciones que nos permitieran afirmar que la presencia en actividades artísticas, la cita continua a espacios culturales y artísticos, tenían un impacto importante en la salud y bienestar de la sociedad en general.

Cuando reabrimos, lo que nos pidieron las autoridades de salud fue la toma de temperatura, tapetes desinfectantes, tener una ventilación continua de los espacios, reducir aforos y propiciar cierto tipo de circulación que evitara cruces innecesarios.

Lo tenemos muy medido en todos los museos, hemos trabajado para ser espacios seguros y generar estas visitas y reconexión con el arte y cultura. Vamos a muchísimos lugares que no tienen todas estas medidas de seguridad y vamos tranquilamente porque tenemos que retomar ciertos tipos de actividades.

Con este claustro no se me ocurre un lugar más seguro para generarnos otro tipo de atmósferas.

L-L: ¿Qué mensaje de empoderamiento se puede dar a las mujeres que están estudiando carreras relacionadas con la gestión?

APN: Sin lugar a dudas es un espacio competido el de la gestión cultural y artística, y tener herramientas académicas es importante. Uno de los puntos que vale la pena es acercarse a las instituciones y tratar de colaborar con ellas desde muy diversos ámbitos, incluso antes de pensar en tener un trabajo ahí.

Hay programas de voluntariado, de servicio social o de prácticas profesionales que nos permiten medir nuestras competencias en campo en relación a este trabajo que es apasionante, aunque sin lugar a dudas no hay tantas instituciones o son pequeñas, por lo cual de alguna manera sí es un campo muy competido. Creo que si es su pasión, obviamente es algo que vale la pena seguir.

La diferencia que puedes crear en la vida de las personas acercándolas al arte y la cultura es una enorme satisfacción.

L-L: ¿Qué se viene para los 35 años del Museo Franz Mayer?

APN: Desde marzo hemos tenido un programa continuo de celebración de los 35 años. Creemos que es un año que nos permite reflexionar sobre lo que se ha hecho. Tenemos una serie de charlas sobre el barroco, porque la mayor parte de los objetos de nuestras colecciones permanentes corresponden a ese periodo artístico e histórico.

Nuestro programa de exposiciones es celebratorio porque tenemos tres exposiciones internacionales: la de Alexander Girard, la de Diseño a toda hora y el World Press Photo.

Es un programa que abarca todo el año y que buscamos que tenga mucha diversidad y riqueza, además que suceda de esta forma híbrida para llegar a los públicos tradicionales, pero también incorporar a estos nuevos públicos que hemos ido descubriendo y que eventualmente cruzarán nuestras puertas.

Toda la parte virtual es un complemento maravilloso, y en algunos casos es lo único que tenemos, es una alternativa fantástica que nos permite recorrer otros mundos, pero para que la experiencia museo funcione en su cabalidad, y justo por eso hablaba del arte y bienestar, requiere una experiencia presencial. Nuestro nivel de estrés baja en el momento en que crucemos una puerta, no en el que nos conectemos a una computadora. La visita presencial es una experiencia transformadora.

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