Las propiedades de Miami de Genaro García Luna quedaron fuera de la lista evidencias que quería exhibir la Fiscalía del gobierno de Estados Unidos en el juicio en contra del exfuncionario mexicano de más alto nivel que enfrenta un proceso en ese país, destacó la periodista Anabel Hernández, autora de Los cómplices del presidente.

“La fiscalía tuvo una gran debilidad, que es el tema de Miami“, señaló en entrevista en Nueva York, donde el jurado está por iniciar su tercer día de trabajos de deliberación.

“La fiscalía sí quería meter lo de Miami, quería meter todos esos millones de dólares, la casa de 3.3 millones de dólares que García Luna ocupó inmediatamente dejó el cargo, el yate, etcétera… Lo que el juez (Brian) Cogan le decía es: tú, fiscalía, no has podido justificar que eso tiene que ver con la conspiración y con su actuación ilegal, abusiva de cuando estaba en el cargo público“, comentó Hernández.

García Luna, quien fue secretario de Seguridad Pública en el gobierno de Felipe Calderón y el rostro más visible de la guerra contra el narcotráfico, enfrenta cinco cargos por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos: 1) participar en una empresa criminal continua, 2) conspiración internacional para distribuir cocaína, 3) conspiración para distribuir y poseer cocaína con fines de distribución, 4) conspiración para importar cocaína, y 5) hacer declaraciones falsas al Estado.

Uno de los puntos relevantes en el juicio es que el gobierno debe probar que hubo un enriquecimiento por parte de García Luna para poder sostener el cargo de participar en una empresa criminal, por eso es que revisaron sus declaraciones patrimoniales y extrajeron archivos de su computadora para mostrar parte de las propiedades que estaban a su nombre o el de su esposa, Linda Cristina Pereyra, quien también ha estado presente en el juicio en Nueva York. Pero estas se limitaron hasta el año 2012, cuando aún era funcionario federal.

Linda Cristina es una pieza fundamental

La esposa de García Luna fue testigo por parte de la defensa y relató cómo fue que se hicieron de varios bienes al comenzar con un departamento en Xochimilco y llegar a tener, en unos años, una amplia casa en la alcaldía Tlalpan que sería recordada por el exembajador Anthony Wayne por un enorme acuario.

“La fiscalía omitió una cosa fundamental, que Linda Cristina Pereyra… Lo sé porque yo la investigué durante años, yo fui la periodista que descubrió que la esposa se llamaba así y que tenía ese café Los Cedros y que tenían esas propiedades. Y aunque parezca que esas propiedades son otra cosa, haber publicado esas propiedades son lo que hizo que Genaro García Luna me pusiera prácticamente una pistola en la cabeza“, comentó la autora de Los señores del narco.

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Una foto del acuario en la casa de García Luna que supuestamente se fabricó con piezas que compraron en el mercado de Jamaica. Foto: DOJ

“Era evidente que estaba tocando una herida que le ardía (…)”, dijo la periodista. “García Luna no tiene cómo justificar el dinero para haber construido en pocos meses la casa de Monte Funiar con un arquitecto de uno de los más costosos en Jardines de la Montaña y todo pagado en cash. No tiene crédito, no tenía ahorros.”

La esposa de García Luna declaró en el juicio que ella contribuyó al patrimonio familiar alquilando su casa de Morelos para fiestas infantiles y con una papelería que después vendió.

“No creo que las fiestas infantiles que decía la señora (…) Además, no estaba declarado nada de eso en sus declaraciones patrimoniales, como lo demostró la Fiscalía. García Luna empieza a modificar y a corregir sus declaraciones patrimoniales después de las publicaciones para ver le salían las matemáticas”, explicó.

En su opinión, la esposa de García Luna es fundamental en el caso porque a su nombre se creó en 2012 empresa Beverage Los Cedros, en Miami Florida, donde también compra un café que estaba en la banca rota.

“El restaurante tenía más de 15 años de existencia y comprar esqueletos, empresas de este tipo, que pueden funcionar como fachada, es uno de los modelos más exitosos de lavado de dinero”, agregó.

Las investigaciones en México

En su trabajo de investigación cuando García Luna era secretario de Seguridad Pública, Anabel Hernández señala que ella tuvo acceso a la averiguación previa de la entonces Procuraduría General de la República (PGR) que se llama “Caso futbolero” y donde afirma que viene información de 2003-2004 y coincide con gran parte de lo que se ha dicho en el juicio.

Parte de sus fuentes, comenta, también son narcotraficantes que hablaron con ella y le contaron cómo operaban con la ayuda del gobierno y también logró platicar con colaboradores cercanos de García Luna. “Yo logré penetrar la oficina de Genaro García Luna”, confirmó en entrevista.

Anabel Hernández ha seguido el proceso de selección del jurado y los testimonios de algunos testigos como el de Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”, al inicio del juicio, y de Jesús “El Rey” Zambada, al cierre del proceso.

En su opinión, el gran reto del equipo de la Fiscalía de Estados Unidos es tener acceso a evidencia que puede ser presentada como válida, además, mucho de lo que se ha dicho en el juicio ocurrió hace más de 10 años.

“Estamos hablando de hechos que pasaron desde 2001“, refierió y “Genaro García Luna era el responsable de investigarse a así mismo, era su policía la AFI y su policía la PF las que tenían que hacer los cateos a las casas de los narcotraficantes

“Estamos hablando de que si hubiera un registro, es muy difícil eso porque la conspiración ocurrió en México y el gobierno de EU no podía hacer intervención…”, dijo enfática.

El jurado

La periodista comentó que puso especial atención al jurado porque esas 12 personas serán quienes den el veredicto sobre los cargos de los que se acusa a García Luna.

“Para muchas de esas personas puede ser bizarro, cómo puedes pensar que un secretario de Estado puede andar con dos maletas cargando llenas de dinero”, sostuvo Hernández.

Pero ella opina que en los alegatos de cierre, la asistente del fiscal Saritha Komatireddy expuso claramente que el Cártel de Sinaloa era como el FedEx de la cocaína mundial, porque tenía trenes, barcos, aviones y submarinos.

Este martes da inicio el tercer día de trabajo de deliberaciones del jurado.

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