Ejercicios isométricos, ¿para qué sirven?

La actividad física es muy importante para mantener un buen estado de salud, así como para disminuir el estrés. Hay gran variedad de rutinas que puedes realizar dependiendo de los objetivos que buscas, te contamos qué son los ejercicios isométricos y para qué sirven.

Para elegir el tipo de ejercicio que quieres realizar debes considerar qué es lo que buscas, si deseas perder grasa, tonificar, o trabajar algún grupo muscular en específico, también ten en cuenta tu estado de salud. Todos estos factores te guiarán para construir una rutina adecuada a tus necesidades.

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¿Qué son los ejercicios isométricos?

Ana Karen Mena, instructora especializada en entrenamiento funcional, explica que los ejercicios isométricos son aquellos que implican una tensión muscular pero que no generan movimiento y extensión de los músculos. Son muy útiles para las personas que se recuperan de una lesión.

En estos ejercicios se mantiene una postura estática durante cierto tiempo en el que se produce la contracción muscular sin mover el área que se ejercita. Son recomendados para personas que se recuperan de alguna lesión o fractura, ya que evitan la pérdida de masa y fuerza muscular.

La entrenadora detalla que no se suele prestar mucha atención a los ejercicios isométricos, pero si se realizan con frecuencia “pueden ayudar a mejorar el nivel físico, y pueden suponer un tipo de entrenamiento alternativo a la hora de variar el sistema y la rutina”.

De acuerdo con la National Library of Medicine, los ejercicios isométricos “ponen los músculos en acción y fortalecen los huesos”. Este tipo de entrenamiento aumenta la masa muscular, lo cual causa que se acelere el metabolismo y la quema de grasa; además, ayuda a mantener la fuerza y puedes realizarlos en cualquier lugar sin necesidad de un aparato.

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Beneficios de los ejercicios isométricos

Los ejercicios isométricos se hacen en una posición fija, por lo que no ayudan a mejorar la velocidad; no obstante, aportan muchos beneficios. Mayo Clinic enlista algunos de ellos:

• Mejoran la fuerza en una zona muscular específica.
• Ayudan a estabilizar las articulaciones y el torso.
• Mejoran la recuperación de un músculo tras una lesión.
• Mejoran la postura corporal.

Ejemplos de ejercicios isométricos

El entrenador deportivo, Fabián A. Pino, muestra en su canal de YouTube algunos ejemplos de ejercicios isométricos que puedes incluir en tu rutina:

• Plancha estática: Colócate boca abajo en el suelo con los brazos estirados y manteniendo tu cuerpo recto y rígido. Apoya tus piernas sobre las puntas de los pies y tus brazos sobre las palmas de las manos.
• Plancha estática lateral: Primero colócate como si fueras a hacer una plancha común, luego apóyate de un lado y estira el otro brazo. Cambia al otro brazo para ejercitar los dos lados.
• Sentadilla contra la pared: Haz una sentadilla normal, pero recárgate en la pared, mantén la postura el tiempo que puedas.
• Sentadilla estática al aire: Es parecida a la anterior, la diferencia es que no te recargas en nada.
• Desplante: Flexiona una pierna sin que tu rodilla sobrepase la punta del pie. La pierna de atrás también va flexionada, el talón no debe apoyarse en el suelo. Mantén la postura el tiempo que puedas.

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Precauciones

Mayo Clinic alerta que las personas que padecen enfermedades cardiovasculares deben evitar los ejercicios isométricos ya que pueden elevar la tensión arterial y dificultar la oxigenación. Tampoco lo pueden realizar los niños, por la intensidad que genera en el organismo.

Antes de realizar actividad física consulta con tu médico para que te oriente sobre cuáles son los ejercicios más adecuados de acuerdo a tu estado de salud.

Cuéntanos en Facebook si has practicado los ejercicios isométricos y cómo los integras a tu rutina.

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