Estos son los efectos del ataque con gas pimienta en el 8M
Foto: Alexa Herrera / La-Lista

Sucedió en el Zócalo capitalino. De forma continua las mujeres llegaban a la plancha para concluir el recorrido de la marcha del 8M y a las 17 horas se registró una respuesta a los ataques a las vallas que cercaban los edificios principales. Primero con extintores y luego con un gas blanco que se dispersó.

La nube blanca se levantó detrás de las vallas que blindaban la Catedral Metropolitana. Una chica entre 17-18 años se desmayó de manera inmediata, estuvo muy cerca del químico y su cuerpo no aguantó. La rescató primero la Brigada Marabunta y luego los paramédicos de la Ciudad de México.

Penny estaba cerca de ella para ver cómo evolucionaba y cuenta que en un momento muy emotivo, reaccionó. “Se para y dice: sí, sí puedo y se regresa otra vez a las vallas”, cuenta con total atención a aquel momento.

Desde el lugar que estuvieran las mujeres sintieron el efecto del ataque.

Aura empezó a ver movimiento desde la Avenida 20 de noviembre, donde ella se encontraba haciendo su reporte para una radiodifusora, las mujeres empezaron a caminar alejándose de la Catedral, había una nube de humo, “se veía grande”, dice.

Hasta ella llegaron los efectos. Primero vio cómo las mujeres se empezaron a replegar y la sensación de picor la alcanzó a ella también. “Luego se empezó a sentir como ardor en la garganta, como en la nariz y les empezaron a llorar los ojos algunas chavas”.

Aura se cubrió con un paliacate morado sobre la cara y eso aminoró la sensación.

“Pinche gobierno puto”, comenzaron a gritar, el reclamo era unísono, tenía fuerza y volumen.

Penny lo vivió desde cerca, ella es fotógrafa y estaba atenta documentando. Las mujeres estaban accionando. Tiraron un semáforo entre la Catedral y Palacio Nacional, otras estaban sobre las vallas. Era un movimiento continuo lo que sucedía ahí, venían unas y luego otras tomaban su lugar.

La atención de Penny era a detalle. Registra que entre las 16 y las 17 horas, lo que se esparcía en el aire y contra las mujeres en su arribo al Zócalo, venía de extintores. Pero luego, aproximadamente una hora después, también detectó el efecto del gas pimienta. No era intenso, pero los efectos delataban su presencia.

Ella sabe que los extintores para este año 2023 deben ser color durazno y lo que vio accionar y tiene documentado, venía de extintores color verde. Pensar que los extintores estaban vencidos puede ser sólo una especulación, sin embargo, ella hace memoria y le parece que hace tres años se usaban extintores de color verde. Al tratar de entender qué dispersaron, Penny reflexiona: “Yo creo que caducos o tienen algún otro químico”.

Penny describe dos momentos. Cuando el ataque venía detrás del cerco por personal de cuerpos de seguridad cubiertos con cascos y que dejaban salir las boquillas de los extintores por los espacios entre las vallas. En ese primero momento, ella reconoce que las sustancias de los extintores salen a chorro y de forma diferente, en un segundo momento, percibió el gas que se dispersaba como humo en el ambiente.

Aura, por su parte, no detectó que hubiera viento en ese momento y que por ello se hubiera dispersado el gas con efectividad. Ella piensa que fue “esparcido en gran cantidad”.

En un video, registrado por el semanario Proceso, Miguel Barrera, director de Brigada Marabunta, explica: “Están lanzando gas lacrimógeno, lo lanzan en unas bolsitas, ahorita lanzaron incluso una granada, es una bola negra y una chica la regresó y no pudimos levantar esa evidencia, pero nosotros ya tenemos varias bolsas de cómo le sacan al envase original el gas lacrimógeno, que es un polvo y ese se prende, cuando se quema, se combustiona completamente debido al gas. Entonces, para que no podamos evidenciarlo, porque ya se dieron cuenta que tenemos varias bolsas que sospechamos, lo que hacen es activarlo allá y lo empujan con el extintor. El extintor no hace estos efectos, el extintor te cala un poquito y ya”.

Los efectos del gas pimienta

Penny registra: “en ese momento fue de ‘no aguanto la cara’. Yo traía la máscara y me empezaban a llorar los ojos, la nariz a moquear, me tuve que salir para para echarme el Pepto en la cara y cortar el efecto”.

Amnistía Internacional publica en su sitio: Gas lacrimógeno: Investigación, donde describe que el gas lacrimógeno es considerada entre las armas menos letales y un método seguro para dispersar a quienes participan en protestas violentas. Los efectos que se describen son: sensación de quemazón, lagrimeo, tos, presión en el pecho, dificultad para respirar e irritación en la piel. En la investigación participan especialistas en asistencia médica que hablan del uso indebido del gas lacrimógeno en todo el mundo.

Para Penny estas acciones son: “Para desmotivar a la gente ir a las protestas, para que se asocie que la protesta del 8 de marzo es peligrosa: ‘Mejor, no vayas’. Entonces obviamente se va reduciendo y vas desarticulando los movimientos sociales. Vas diciendo: ya ven como las feministas no tienen tanto apoyo”.

El recuento final de la marcha es complejo, Penny pondera dos situaciones: “Que ves a tus amigas y marchas con ellas, te llenan de fuerza y de valentía. También es muy triste porque ves muchas historias de violencia, acoso, feminicidios, desaparecidas, de mamás que están sufriendo violencia vicaria… Una parte de mí es qué bueno que hoy por hoy cada día más mujeres se suman a estos movimientos, pero eso solo es síntoma de que tantas hemos sido objetos y hemos sufrido violencia”.

Hoy, Penny amaneció con una hemorragia nasal, un sangrado no es algo que le pase de manera cotidiana. Piensa que ese gas, que fue dispersado el día de ayer, tenía algo.

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