No, no ‘cancelaron’ al Dr Seuss ni al Sr. Cara de Papa; esta es la diferencia
Dr Seuss Enterprises dijo la semana pasada que estos cuatro títulos así como 'Scrambled Eggs Super!' y 'The Cat’s Quizzer' ya no se publicarán. Foto: Christopher Dolan/AP JOE RAEDLE / GETTY IMAGES NORTEAMÉRICA / AFP

El martes, los herederos de Dr. Seuss decidieron que dejarán de publicar seis libros de este entrañable escritor de libros para niños porque tienen representaciones ofensivas de personajes no blancos. Una semana antes, los fabricantes del Sr. Cara de Papa anunciaron que de ahora en adelante sólo recibirá el nombre de Cara de Papa.

Han surgido ahora una serie de defensores de la santidad del Sr. Cara de Papa y del Dr. Seuss. Las redes sociales y los medios conservadores se llenaron de memes y hot takes haciendo referencia a los alcances peligrosos de la cultura de la cancelación, que definen como el proceso de castigar a una persona o a un producto que los estándares morales modernos consideran ofensivos.

Fox News dedicó una buena parte del martes a proclamar el fin del Dr. Seuss a manos de los liberales. Un conductor de Fox News, Brian Kilmeade, exclamó: “La cultura de la cancelación está cancelando al Dr. Seuss. Todo está fuera de control”. Durante un debate del congreso, el congresista republicano de California, Kevin McCarthy, de alguna manera convirtió la controversia de Seuss en un argumento en contra de un proyecto de ley que aumentaría los derechos de votación, diciendo: “Primero prohíben al Dr. Seuss y después quieren decirnos lo que tenemos que decir”. El congresista Matt Gaetz, un republicano de Florida, criticó el nuevo nombre del Sr. Cara de Papa durante un discurso en la conferencia conservadora de acción política, CPAC, por sus siglas en inglés. “Cuidado Sr. Cara de Papa, es el que sigue. Lo siento, creo que ahora va a ser Papa X. Ya no puede ser señor”.

Lee: Seis libros de Dr Seuss dejan de publicarse por representaciones racistas e insensibles

Como suele suceder con la cultura de la cancelación, la discusión carece de hechos comprobables y va dirigida a una multitud de izquierda que existe mayormente en la cabeza de los conservadores. El Dr. Seuss y el señor Cara de Papa no están cancelados, nunca iban a estarlo. De hecho, está pasando justo lo contrario. La verdadera cultura de la cancelación ha existido a lo largo de la historia de EU, y mucho de lo que estamos viendo hoy no tiene sentido ni consecuencias, en comparación.

Primero, y antes que nada, ni el Dr. Seuss ni el Sr. Cara de Papa están cancelados. Los herederos de Dr. Seuss decidieron de forma voluntaria dejar de producir seis de sus libros. Estos libros incluyen imágenes racistas que  también podrían avergonzar al Dr. Seuss, cuyo nombre verdadero es Theodor Seuss Geisel. Durante la segunda guerra mundial, Seuss publicó caricaturas antijaponesas y apoyó la creación de campos de concentración para los japoneses americanos. Años después trató de disculparse por sus acciones y escribió el libro de Horton Hears a Who! para demostrar su cambio de opinión. Los libros que ya no van a publicarse no son los más populares y es casi seguro que ni siquiera los estadounidenses hayan oído hablar de ellos. No se van a quemar esos libros. Las hordas de liberales no pidieron que se retiraran. El resto del catálogo permanece intacto.

La historia de nuestra patata favorita es muy parecida. El Sr. Cara de Papa no va a dejar de existir, ni su esposa, que asumimos como su enamorada, la Sra. Cara de Papa. Hasbro, los dueños de la familia Cara de Papa simplemente van a cambiar el nombre a Cara de Papa, que sólo refleja una realidad que abarca al señor, la señora y a una familia de papas que retoñará en el futuro.

En el horizonte se está dando lo opuesto a la cancelación. Los libros del Dr Seuss se están vendiendo mucho y los libros que se retiraron de los estantes se están vendiendo hasta por 500 dólares en línea. Hasbro espera un repunte similar de ventas. Su CEO dijo que espera un crecimiento de dos dígitos el próximo año, y el cambio de nombre y la expansión de la línea Cara de Papa puede ser parte de la ecuación. Ya sea que estas estrategias de mercados sean calculadas o no, es imposible saberlo, pero caen dentro de un patrón establecido en el que las empresas tratan de limpiar sus pasados y atraer al público de tal forma que no afecten negativamente su capacidad de obtener ganancias.

Lo que percibimos como cancelación de la cultura es sólo una función del capitalismo. Las compañías tienen que adaptarse a los tiempos para hacer dinero sobre un camino constante e infinito de obtener ganancias. Es por esto que las empresas realizan prácticas como pintar de verde, o presentar sus bienes y servicios en empaques que aparentan ser amigables con el ambiente, o pintar de rosa, la tradición anual de ofrecer productos rosas para crear conciencia por el cáncer de mama, incluso en productos que podrían provocar cáncer. Estas compañías no tienen moral y no les importan las posturas políticas o éticas. Su propósito es ese sólo un propósito. Es así como una compañía como Chevron puede darse palmaditas en la espalda por invertir 100 millones de dólares en la reducción de emisiones mientras invierte 20 mil millones de dólares en petróleo y gas. O Baker Hughes, uno de los operadores más grandes de los campos de petróleo, pueda distribuir 1,000 brocas rosas en todo el planeta y usar cancerígenos conocidos y probables en sus instalaciones de fracking.

La cultura de la cancelación en EU es real y vale la pena recordar lo que verdaderamente es la cancelación. Los múltiples casos de temor rojo que se dieron en EU que involucran a los socialistas y a los supuestos socialistas. Actores, directores y músicos a los que espiaban y anotaban en las listas negras de los estudios y las compañías productoras a causa de sus posturas políticas. Gente famosa como Charlie Chaplin fue acusada de subversión y se le prohibió el ingreso a EU. Y a personas comunes y corrientes como la maestra de Massachusetts, Anne Hale, les arruinaron la vida total y completamente. Esta ola de “cancelación” involucra a instituciones como la NAACP y la federación laboral más grande de EU, la AFL-CIO, que expulsa a los activistas comunistas y socialistas. Los programas de gobierno como Cointelpro, supuestamente una extensión del temor rojo, hicieron que se molestara y se saboteara a socialistas o a otros activistas  de izquierda, incluyendo el famoso asesinato del líder de las Panteras Negras de apenas 21 años, Fred Hampton. Empresas millonarias de EU no pueden cancelarse. Pueden cambiar los nombres de sus marcas y esperar que pase la tormenta. La verdadera cultura de la cancelación tiene el respaldo de las instituciones del poder.

Te puede interesar: Disney+ etiqueta a los Muppets como contenido con ‘representación cultural negativa’

En una era en la que las empresas como Amazon están atacando a sus empleados afroamericanos por organizar sindicatos y al mismo tiempo organizan una celebración del mes de la historia negra, es importante que el público entienda que la diferencia entre la cancelación de la cultura y la relaciones públicas de las empresas.  Podemos cancelar a las empresas con acciones como boicots, huelgas y toma de instalaciones para el bien del público. Pero nadie está cancelando al Dr. Seuss ni al Sr. Cara de Papa, a pesar de la historia que tiene Hasbro de uso de mano de obra infantil y otros abusos. En lugar de enfocarnos en el coraje de la semana, deberíamos enfocarnos en los empleadores tóxicos que tratan mal a los empleados en todas partes, y considerar utilizar acciones colectivas para castigar a las industrias  y a las empresas que cancelaron en esencia los futuros de generaciones enteras.

Aki Olla es un estratega político nigeriano americano. Trabaja como entrenador en Momentum Community y es el anfitrión del podcast This is the Revolution.

Síguenos en

Google News
Flipboard