La-Lista de actitudes para identificar relaciones tóxicas y abusivas

Estar en una relación abusiva atenta contra tu salud mental, emocional y física. No siempre se empieza por las actitudes más extremas o violentas, y por eso es importante reconocer las señales tempranas.

A veces estas acciones son pequeñas, parecen normales y sin importancia. Pero si se dejan pasar desapercibidas, tienden a escalar y culminar en acciones más violentas como malos tratos cotidianos, amenazas e incluso violencia emocional, económica o física.

Aprende a reconocer y nombrar la señales para poder remediarlas si se está a tiempo y se tiene la disposición, o poder salir de ahí antes de que empeore la situación.

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1. Falsas expectativas

• Cumplidos exagerados: como si fueras una cosa sobrenatural o extraordinaria.
• Espera que seas perfecta.
• Frases como “soy todo lo que necesitas”, “eres todo lo que necesito”, “solo importamos tú yo”.
• Depende de ti para todo. No toma ninguna decisión, ni acción sin consultarte o acompañarte.
• No acepta que no actúes como la “persona perfecta” que espera que seas.

2. Compromiso acelerado

• Inmediatamente te dice cosas como “nunca me había sentido así”, “eres la única persona que me puede hace sentir así” o “no podría vivir sin ti”. Esto se conoce como love bombing (bombardeo de amor).
• Quiere mudarse juntos o comprometerse extremadamente rápido, cuando apenas acaban de conocerse o empezar una relación.
• Te presiona para adquirir compromisos conjuntos (renta, cuentas de banco, compra de cosas grandes, invitaciones a eventos formales o familiares…)

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3. Gaslighting (luz de gas) emocional

• Cuando recuentas algo que pasó entre ustedes: “Te estás imaginando cosas… Estás loca.”
• Cuando dices cómo te sientes: “Tu problema es que eres demasiado sensible.”
• Cuando no quieres hacer algo: “Si realmente me amaras harías (o no harías) esto.”
• Cuando te quejas de alguna situación o actitud: “Todo esto paso por ti, todo es tu culpa.”
• Cuando reclamas una actitud mala o violenta: “¿Por qué me hiciste decirte/hacerte eso?”
• Cuando expones algo que haces en beneficio suyo o de la relación: “Eso lo haces porque quieres, nadie te lo pidió.”

4. Celos extremos & posesivos

• Quiere estar contigo todo el tiempo. Cuando no, quiere saber en dónde y con quien estás.
• Monitorea tus comunicaciones: revisa tus correos, mensajes, llamadas y redes sociales.
• Exige tener tus contraseñas y cuentas de todo. Te dice que sino estás haciendo nada malo no tienes por qué no dárselas.
• Constantemente te acusa de engañarlo.
• Cuando no están juntos, te escribe y te llama constantemente, como para monitorearte.
• Cosas raras como revisar el kilometraje de tu auto, el saldo de tu tarjeta de transporte público o “verificar” algo que le dijiste con tus amigos, familia o compañeros de trabajo. Como si pudiera cacharte en una mentira en cualquier momento.

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5. Conducta controladora

• Actúa como si no pudieras tomar buenas decisiones por ti misma.
• Todo el tiempo hace como que se preocupa por tu seguridad para saber dónde estás, con quién estás y lo qué estás haciendo. Exige que le mandes tu ubicación o fotos en tiempo real.
• Constantemente cuestiona tu compañía, tu forma de vestir, de hablar, los lugares que frecuentas, etc.
• Pone restricciones de lo que puedes o no puedes hacer, a quién puedes ver, o hace que le pidas permiso para ciertas cosas.
• Se enoja desproporcionadamente si llegas tarde o si sales con ciertas personas o vas a ciertos lugares.

6. Hipersensibilidad

• Toma todo como un ataque personal.
• Todo el tiempo quiere pelear y busca razones para hacerlo.
• Te hace sentir como que tienes que andar de puntitas a su alrededor. Todo el tiempo te tienes miedo que lo que vas a decir o hacer lo vaya a hacer enojar.
• Hace panchos de cosas triviales que le suceden, y le echa la culpa a todos y a todo.
• Saca las cosas de proporción, haciendo dramas gigantes de cosas insignificantes.

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7. Aislamiento

• Intenta alejarte de tus recursos personales (amigos, familia, trabajo, y otras actividades como deportes y encuentros sociales).
• Habla mal de tu gente cercana, y/o te acusa de engañarlo con ellos.
• Te dice que las otras personas son controladoras, que te hacen daño, que son malas influencias, que no te quieren, que solo buscan algo específico de ti o que dependes demasiado de ellas.
• No te deja hablar por teléfono, usar tu coche o tener ningún espacio independiente.
• Te dificulta asistir a la escuela, al trabajo o cumplir con otras obligaciones.

Todas estas acciones deben de ponerse en el contexto de cada relación, y puede ser que un incidente asilado no sea una señal grave, pero si notas que varias de estas son recurrentes, vale la pena alertarse. También aplican para relaciones no románticas, de amistad o familiares.

Si no estás segura si estás en una relación abusiva, pregúntate si te sientes segura y respetada dentro de esa relación. Platica con tu gente cercana o con un profesional de los detalles.

Sobre todo: habla.