Ataques con ácido: La-Lista de claves de la Ley Malena
Los ataques con ácido no se pueden considerar lesiones, señalan sobrevivientes, porque no son moretones ni arañazos.
Los ataques con ácido no se pueden considerar lesiones, señalan sobrevivientes, porque no son moretones ni arañazos.
La saxofonista oaxaqueña María Elena Ríos, sobreviviente de violencia ácida y activista, exigió este miércoles a senadores y diputados que tipifiquen los ataques con ácido en contra de mujeres como una tentativa de feminicidio o feminicidio y no como simples lesiones.
La activista acompañó este miércoles la presentación de la iniciativa de reforma para incluir la violencia ácida como un tipo de violencia distinta a la violencia física y endurecer las penas previstas en el Código Penal Federal, en una propuesta conocida como “Ley Malena“, en su honor.
“Esta iniciativa de ley pretende que estos tipos de agresiones con ácidos y agentes químicos sea tipificada de una forma más adecuada”, dijo la activista en conferencia de prensa desde el Senado, donde pidió que se escuchen a las víctimas al momento de legislar.
“No se trata de lesiones porque no son moretones, no son rasguños, no son arañones, son lesiones que te dejan marcada de por vida“, comentó María Elena. “Es por ello que a través de esta iniciativa solicitamos a la Cámara de Diputados y también de Senadores que se pueda tipificar, por favor, como feminicidio o como tentativa porque desafortunadamente al seguirla tomando como lesiones, no compete a un delito grave”.
Explicó que los ataques con ácido y sustancias químicas “son el vivo ejemplo del borrado de la mujer” porque no solamente les borra su identidad sino de la vida, cuando les carcome la piel y fallecen en el hospital.
La iniciativa presentada por la senadora Citlalli Hernández y César Cravioto, del grupo parlamentario de Morena, se junta a un puñado más que han presentado senadores y diputados sin que, hasta ahora, se haya llegado a un dictamen firme sobre cómo castigar la violencia ácida.
Esta propuesta incluye otros asuntos relacionados con el efecto de estos tipos de violencia, la forma de medirla y atenderla. Estas son las claves de la iniciativa que se dio a conocer este miércoles en el Senado de la República, por parte de integrantes del grupo parlamentario de Morena.
La Ley Malena
La Ley Malena se denomina así en honor a María Elena Ríos, una mujer originaria de Oaxaca, sobreviviente de violencia ácida que se ha convertido en activista en lucha de acceso a la justicia.
El Congreso de la Ciudad de México aprobó la Ley Malena en febrero de este 2023; en marzo se logró aprobar por el Congreso de Puebla y, al siguiente mes, fue aprobada por el Congreso de Sonora.
Hay, al menos, otras cuatro iniciativas presentadas en los congresos de Hidalgo, Veracruz, Colima y Campeche.
Los registros
Se calcula que en el lapso de 2010 a 2012, 3 mil 354 mujeres han sufrido ataques con ácido en México, según datos citados de la Secretaría de Salud, citados en la iniciativa de la senadora Citlallli Hernández
Esto quiere decir que, cada año, en promedio, 270 mujeres fueron ingresadas a algún hospital del sector salud en México después de haber sufrido agresiones con sustancias corrosivas o productos químicos en un periodo de 12 años.
La iniciativa propone generar un registro sobre casos de violencia ácida para que sea visible y se diseñen políticas de prevención.
Los estados con más casos de violencia ácida
Según la iniciativa, los datos disponibles en el sector salud indican que las entidades con mayor número de registros son Guanajuato, con 578 mujeres que han sufrido ataques con ácido, seguido por Querétaro, con 272, y Ciudad de México con 242 casos, en el periodo de 2010 a 2012.
Los agresores
La Fundación Carmen Sánchez, creada por una sobreviviente de violencia ácida, tiene registrado que el 85% de los agresores de los casos que contabiliza son hombres y muchos de ellos son parejas o exparejas sentimentales de la víctima.
La fundación tiene contabilizados 32 casos, muchos de ellos, se trata de mujeres entre 20 y 30 años, de las cuales solo 26 han logrado sobrevivir en los últimos 20 años.
La violencia ácida
La iniciativa propone modificar la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para que la violencia ácida se distinga de la violencia física y tenga su propia definición para quedar así:
Violencia ácida: toda aquélla que se inflija causando daño emocional, psicológico o físico provocado por la acción de arrojar cualquier tipo de agente o sustancia corrosiva, cáustica, irritante, tóxica, inflamable, líquidos a altas temperaturas, álcalis, ácidos y sustancias químicas similares, incluyendo las que necesiten de otro agente para reaccionar, o cualquier otra que pueda o no provocar daño irreparable, enfermedad incurable o la afectación o pérdida de una extremidad u órgano.
Las leyes
En 2022 se reconoció que la violencia con sustancias corrosivas es violencia física en materia de género.
Desde entonces, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia suma a la definición de violencia física “el uso de ácido o sustancia corrosiva, cáustica, irritante, tóxica o inflamable o cualquier otra sustancia que, en determinadas condiciones, pueda provocar o no lesiones ya sean internas, externas, o ambas en un acto dirigido a infligir daño no accidental”, señala la iniciativa del Senado.
En el Código Penal Federal actual, solo prevé las sanciones de este tipo de agresiones bajo el tipo penal de lesiones, que puede alcanzar una pena mínima de tres años.
La salud
Propone modificar la Ley General de Víctimas para que se garanticen los servicios de salud y tratamientos a las personas sobrevivientes de violencia ácida. En caso de que las dependencias de salud no cuenten con la capacidad de brindar esta atención, las autoridades deberán reembolsar a las víctimas el tratamiento que lleguen a recibir en otros servicios de salud.
Toda víctima “tendrá garantizado el acceso a servicios de curación, cirugía reconstructiva, rehabilitación, atención psicológica y asistencia jurídica, con absoluto respeto a su voluntad; periódicamente se le practicarán exámenes y tratamiento especializado durante el tiempo necesario para su completa recuperación y conforme al diagnóstico y tratamiento médico recomendado”, propone la iniciativa de reforma.
Las penas
La iniciativa propone de siete a quince años de prisión y de 300 a 700 días de multa a quien lesione a otra persona usando “cualquier tipo de agente o sustancia corrosiva, cáustica, irritante, tóxica, inflamable, líquidos a altas temperaturas, álcalis, ácidos y sustancias químicas similares, incluyendo las que necesiten de otro agente para reaccionar, o cualquier otra que pueda o no provocar daño irreparable, enfermedad incurable o la afectación o pérdida de una extremidad u órgano”
Estas penas pueden aumentar según el perfil de la víctima de acuerdo con su edad y estado de vulnerabilidad.
Con información de Alejandra del Castillo
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