¿Regresar o no a las clases presenciales? Chocan las posturas de escuelas privadas

El anuncio realizado por una asociación de escuelas particulares ha reactivado el debate en torno al regreso a clases presenciales en el país, en momentos en que se han superado los dos millones de contagios de Covid-19 y más de 180,000 personas han perdido la vida por esta enfermedad. Las posturas son claras y opuestas: volver a las aulas con todas las medidas sanitarias posibles; o esperar hasta que el semáforo epidemiológico esté en color verde.

Las clases presenciales en México se encuentran suspendidas desde marzo de 2020, con el inicio de la Jornada Nacional de Sana Distancia, y desde entonces ninguna institución educativa en el país a vuelto a abrir sus aulas, en cambio se ha recurrido a un esquema de educación a distancia. Y el regreso sería decidido y anunciado por las secretarías de Educación Publica (SEP) y de Salud (Ssa).

Hace un par de días, el lunes 22 de febrero, la Asociación Nacional de Escuelas Particulares (ANEP) anunció que las clases presenciales en sus planteles afiliados reiniciarían a partir del próximo 1 de marzo sin importar el color del semáforo epidemiológico vigente, y que ante eventuales reacciones de las autoridades, se haría frente a través de vía legal, con la interposición de amparos y otros recursos para atender las multas u otras sanciones de los gobiernos locales en su contra.

“Todo estará apegado al Estado de Derecho, donde se restablecerán, los derechos violados y se garantizará el disfrute de los mismos. El derecho a impartir educación, el derecho a recibir educación, el derecho al trabajo con salarios bien remunerados y el derecho a enviar a los hijos a la escuela”.

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Al respecto, la SEP reiteró a través de un comunicado que la apertura de planteles educativos, tanto públicos como privados” estará sujeta a las disposiciones sanitarias vigentes: “El regreso a clases presenciales será seguro, ordenado, gradual y cauto, siempre y cuando el semáforo epidemiológico esté en verde, y conforme lo determinen las autoridades locales”.

Alfredo Villar Jiménez, presidente de la ANEP, señaló en entrevista con La-Lista, que se está platicando con las escuelas particulares que quieran iniciar ya sus clases presencial, “porque no todas quieren iniciar por el miedo a los contagios; y las que quieran iniciar se les va apoyar en todos los aspectos”.

Asimismo, detalló que se empezarán a abrir poco a poco los planteles educativos que así lo decidan, y aclaró que esta asociación no emitió una orden para el reinicio de clases en las aulas, sino que anunció su apoyo para las escuelas que así quieran realizarlo.

Un problema, dos posturas

A casi un año, una parte de las instituciones privadas encabezada por la ANEP, con cerca de 6,000 centros educativos de todos los niveles afiliados en el país, insiste en que es momento de reiniciar las clases presenciales, tanto por factores económicos, laborales y de salud mental tanto de padres de familia como de alumnos y docentes.

Por otro lado, la Confederación Nacional de Escuelas Particulares (CNEP), a la cual están afiliados más de 3,500 planteles educativos de nivel preescolar a bachillerato, se ha pronunciado por mantener las clases en línea y regresar a las aulas hasta que el semáforo epidemiológico esté en verde, para salvaguardar la salud de alumnos y maestros, así como de padres de familia y círculos cercanos.

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De acuerdo con datos del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), publicados en 2019, en el país hay 243,480 escuelas de educación obligatoria (de preescolar a media superior), que atienden a 30 millones 909,211 alumnos y cuentan con una plantilla docente de un millón 515,526 maestros. Del total de planteles educativos, entre el 9.3% y el 32.7% son privados, dependiendo el nivel educativo.

– Es hora de volver: la postura de la ANEP

En el debate sobre abrir o no abrir las escuelas, la asociación encabezada por Alfredo Villar Jiménez se ha pronunciado por regresar a las aulas a la brevedad, ya que la modalidad en línea han aumentado la deserción escolar y la quiebra de planteles educativos incapaces de sobrevivir por más tiempo esta situación.

Con una pérdida de hasta el 42% de su matrícula, la ANEP también ha señalado que alrededor de 20,000 centros educativos, de los 48,000 de todos los niveles en el país, podrían cerrar de manera definitiva. Asimismo, advirtió que a la cifra de deserción escolar de 1.1 millón al año se sumarían dos millones más derivado de la pandemia; y se perderían cerca de 200,000 empleos entre docentes y administrativos.

“Vamos a abrir con el reconocimiento de la Secretaría de Educación Pública (SEP), sin el reconocimiento, y aún contra la SEP porque el estado de derecho está de nuestra parte y lo vamos a hacer valer”, fueron palabras de Villar en un comunicado emitido en enero, y que fueron reforzadas hace unos días en un nuevo boletín, en el que se asegura que la clases presenciales reiniciarían en marzo, a pesar de que las autoridades aún consideran que no es el momento.

La ANEP destacó la “angustia, desesperación y aburrimiento” de estudiantes, padres de familia y maestros, así como una advertencia en torno a la salud física y emocional por un modelo educativo que está generando rezagos.

“Además, de crisis educativas que llevan a un gran retraso de la educación, capacitación y cultura de la comunidad educativa, que tardará entre 6 y 10 años en recuperarse, independientemente de la recuperación de la salud mental y emocional”, señaló Villar en el comunicado del pasado lunes.

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– Hay que esperar: la CNEP apela a la seguridad

En la otra cara de la moneda se encuentra la CNEP, presidida por María de Jesús Zamarripa Guardado, que si bien señala complicaciones similares como el cierre definitivo de planteles, la precariedad laboral de maestros y las afectaciones para padres y alumnos, considera que considera que el regreso a las aulas debe darse hasta que el semáforo epidemiológico esté en verde, como ha señalado la SEP.

En ese sentido, su llamado las escuelas afiliadas ha sido el de extremar precauciones y a continuar con las actividades de manera remota. “Nos gustaría mucho regresar a las aulas, pero preferimos esperar (…) Vemos la situación a futuro bastante incierta (…) Las condiciones no son las mejores”, dijo Zamarripa Guardado en una entrevista previa para La-Lista.

Hace unos meses, la CNEP realizó una encuesta a nivel nacional a directivos de colegios afiliados para dimensionar el impacto de la pandemia, y en el que destacan datos que difieren de los emitidos por la ANEP.

Por ejemplo, la asociación presidida por Villar apunta que las escuelas afiliadas han perdido hasta el 42% de su matrícula; mientras que la cifra en el estudio de la CNEP revela que si bien existen casos de colegios que temen perder la mitad de sus matriculados, el promedio nacional estimado se encuentra en una tasa de del 18.4%; siendo los niveles preescolar (20.5%) y primaria (17.7%) los que registrarían la mayor cifra, pro encima de secundaria (15.9%) y media superior (13.2%).

Con dicho estudio también se considera que independientemente de la modalidad presencial o a distancia, los padres de familia tendría que sacar a sus hijos de la escuela por una situación más estructural, como la falta de empleo o un menoringreso; ya que la morosidad antes de la pandemia era alrededor del 20%, ahora se encuentra en el 50%.

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