Mujeres trans y el dilema del movimiento feminista
Personas trans se manifiestan en contra de los feminicidios. Foto: EFE/Ernesto Guzman Jr/Archivo.

Así como la violencia de género, los feminicidios, el acoso y el abuso sexual son luchas que unen al movimiento feminista, existe uno en particular que lo separa y pone a las feministas en dos lados opuestos: las mujeres transexuales o trans.

Primero, para entender a qué nos referimos con mujeres trans: se trata de personas que nacieron con genitales masculinos, pero no se identifican como hombres, sino como mujeres y decidieron transicionar y vivir como mujeres (ya sea por la vía hormonal, quirúrgica o ambas). 

Esta confrontación ha creado una grieta en el feminismo. Para una parte del movimiento feminista las mujeres trans no son mujeres, mientras que para la otra sí lo son y también sufren la violencia feminicida. 

Platicamos con una feminista que defiende cada postura para explicar los argumentos de cada lado: Laura Lecuona, vocera de la Campaña de Derechos Humanos de la Mujer (WHRC, por sus siglas inglés) con presencia en 140 países, y con Analhi Aguirre, coordinadora Académica de la Red Universitaria de Géneros, Equidad y Diversidad Sexual.

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¿Cuerpo es destino?

Las feministas que no aceptan a las mujeres trans dentro del movimiento centran buena parte de su argumentación en el hecho de que aunque un hombre haya decidido transicionar y adoptar un rol femenino, eso no lo hace realmente mujer. Mientras que las transfeministas (feministas que incluyen a las mujeres trans en el movimiento) reconocen y aceptan la identidad sexual de las mujeres trans.

“El feminismo es un movimiento centrado en las mujeres, lo que es ahora novedoso es que algunas personas quieren convencernos de que algunos hombres son mujeres. ¿Por qué no consideramos que son mujeres? Porque no lo son y lo que quieren es apropiarse de un movimiento que no les corresponde”, dice Lecuona.

Sin embargo, para las transfeministas las mujeres trans son mujeres, y la configuración biológica no determina el ser. “Ya no podemos estar viéndonos como cuerpos biológicos, como determinaciones biológicas porque somos seres culturales. Una percepción distinta es fortalecer el patriarcado, que justamente está de acuerdo con lo biologicista”, asegura Aguirre.

¿Discriminación?

Para las feministas que defienden el transfeminismo excluir a las mujeres trans del movimiento es un claro acto de discriminación. Sin embargo, quienes no las aceptan aseguran que esto no es así. 

“Si rechazo a las personas que se consideran a sí mismas mujeres pero tienen pene, estoy entrando en el mismo espacio que la gente que apoya el patriarcado y discrimina a las mujeres”, dice Aguirre.

“Las feministas no tenemos ningún problema con que unos hombres se sientan femeninos… Que exista gente intersexual no quiere decir que haya un tercer sexo o sexos intermedios. Pueden ser todo lo femenino que quieran, pero solo hay dos sexos, ese es un hecho biológico innegable e ineludible”, asegura Lecuona.

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Sobre la violencia de género

La violencia machista de la que son víctimas las mujeres y que cobra la vida de 11 de ellas cada día, también atraviesa a las mujeres trans. 

“Las mujeres trans sufren violencia tan pronto salen de su casa… Además, los cuerpos de estas mujeres trans son también los que asesinan y a veces sin tanta visibilidad o casi siempre sin tanta visibilidad”, expone Aguirre.

Sin embargo, para Lecuona todas y todos son víctimas de este tipo de violencia: “La violencia machista tiene muchas formas y afecta a todo el mundo, no sólo a las que llaman mujeres trans… Los hombres ejercen y sufren la violencia machista”, advierte.

¿Hay abusos de la identidad trans?

El partido político Fuerza por México –ya extinto al no obtener el 3% mínimo de la votación para conservar su registro– apuntó a 18 hombres como mujeres trans (que en realidad no lo eran) para ser sus candidatos y así cumplir con la paridad de género que les obliga a postular al mismo número de mujeres que de hombres, en las elecciones que se celebraron este año en Tlaxcala. 

Este es uno de los abusos que Lecuona señala de cómo dar la vuelta o aprovecharse de la autoadscripción de la identidad de género (identificarse con un sexo distinto al biológico), en beneficio del sistema patriarcal. Sin embargo, para Aguirre, estos son hechos particulares que no marcan una generalidad y fueron aprovechados por los mismos hombres, no por auténticas mujeres transexuales.

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Algo que tienes que saber

El término TERF (Femista Radical Trans-Excluyente, por sus siglas en inglés) utilizado para denominar a las mujeres que no aceptan a las mujeres trans como parte del movimiento feminista es considerado como una forma de insultar y agredirlas, por lo que hay que evitar usarlo, nos dice Lecuona.

Lo que hay que rescatar

La nueva ola del feminismo ha demostrado que no existe una sola versión de éste, sino muchos tipos de feminismos, que se desencuentran en puntos como el transfeminismo. Lo que todas las feministas comparten es la sororidad, el apoyo y defensa de otras mujeres, por tener una vida libre de violencia e igualdad de condiciones y oportunidades. Y eso es lo que hay que rescatar de esta nueva ola morada.

Este artículo se publicó originalmente en Cuestione. Consúltalo aquí.

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