Gas Bienestar no llegará a todo México y no operará mucho tiempo, pronostican expertos
Foto: Cortesía / SSP Puebla

El presidente Andrés Manuel López Obrador busca frenar el aumento del precio del gas LP y para lograrlo, anunció la creación de Gas Bienestar, una nueva filial de Petróleos Mexicanos (Pemex). “Ya estamos preparando la creación de una empresa para distribuir gas a precio justo”, dijo el mandatario el pasado 7 de julio en su conferencia de prensa matutina.

Desde Palacio Nacional, el presidente criticó que este energético se encareció en los últimos años porque cinco empresas concentran el 50% de su distribución. “Pemex les vende a un precio y ellos venden al consumidor a un precio muy elevado”, cuestionó el Ejecutivo federal, quien tiene previsto que en dos meses, hacia finales de septiembre, la empresa esté comercializando cilindros de gas a un precio menor que su competencia en la Ciudad de México y Estado de México.

“Vamos a empezar aquí y poco a poco se va a ir ampliando”, reiteró el viernes López Obrador en Palacio Nacional, aunque especialistas en Economía y Energía dudan de la viabilidad del proyecto, al grado de estimar que Gas Bienestar podría no tener mucho tiempo de vida por su costo económico y tampoco llegaría a todos los estados por falta de infraestructura.

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Uno de los principales argumentos de los expertos consultados por La-Lista es que México importa más del 70% del gas LP que consume. Esto quiere decir que la mayor parte del energético que Gas Bienestar venderá a los ciudadanos se va a adquirir en el extranjero con un precio mayor al que el gobierno federal busca comercializarlo, lo cual de inicio representaría una pérdida económica para la empresa y las finanzas del país.

“Para que Gas Bienestar pudiera proveer gas LP a los hogares a precios más estables o incluso fijos tendría que incurrir en algunas pérdidas para poder proveer ese beneficio, el punto es saber de dónde se van a financiar esas diferencias”, señala Víctor Gómez Ayala, profesor de Economía en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).

El académico refiere que algunas opciones para subsanar las pérdidas económicas podrían ser el aumento de impuestos o contraer deuda externa, pero estas son acciones que el presidente López Obrador ha descartado desde el principio de su sexenio. Ante eso, solo quedaría la opción de hacer más recortes presupuestales a otros proyectos y programas.

Hasta ahora, el gobierno federal no ha ofrecido mayor información sobre cómo estará estructurada esta empresa, cómo operará, quién estará a cargo y cuáles serán los precios con los que aliviará al mercado del gas LP, que en los últimos tres años tuvo un incremento en su costo promedio por litro del 44% en la Ciudad de México y 23% en los últimos 12 meses, la entidad donde es más caro, de acuerdo con datos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).

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Gonzalo Monroy, analista de Energía en GMEC, considera necesario que el gobierno federal explique de una vez cómo es que la compañía para distribuir gas LP obtendrá el energético que va a vender a los mexicanos, pues este es un movimiento que podría costar miles de millones de dólares a Pemex, empresa del Estado que ya de por sí enfrenta una crisis económica.

“Idéntico que Liconsa, Conasupo, igual que todo eso, Gas Bienestar no podría perdurar en el tiempo desde el punto de vista económico, no les alcanza, no les va a dar, pero si lo enmarcamos en términos de una política de combate a la pobreza podría ser, aunque no se ve que le dé tiempo al presidente en lo que le queda del sexenio”, menciona Monroy.

Los expertos agregan que Pemex no tiene mucha experiencia en el mercado del gas LP, otro factor que podría ser contraproducente en su operación. “Se puede vender (gas LP barato), pero a un costo muy alto para las finanzas públicas y a un costo muy alto para Pemex, que tiene una deuda de más de 100 mil millones de dólares”, señala Oscar Ocampo, coordinador del área de Energía del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

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Falta de infraestructura, otro problema para Gas Bienestar

El presidente López Obrador ha dicho que Gas Bienestar se expandirá a todo el país, pero en dos meses iniciará sus operaciones en la Ciudad de México y Estado de México, donde ya están los terrenos y los vehículos para que la empresa entregue cilindros casa por casa.

En su conferencia matutina del pasado 7 de julio, el titular del Ejecutivo federal presumió que en su administración no ha incrementado el precio de la gasolina ni de la luz, por lo que su siguiente objetivo sería estabilizar el costo del gas LP que, según la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), es utilizado por 90 millones de personas en nuestro país.

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Pero los expertos guardan sus reservas sobre la posibilidad de que Gas Bienestar llegue a todas las entidades federativas, ya que Pemex no cuenta con la infraestructura necesaria para almacenar grandes cantidades de energético y eso podría repercutir en la distribución.

“La capacidad de cubrir el mercado con este gas subsidiado es muy poca, cuando el presidente dice que lo van a llevar a Oaxaca, la verdad es que no les da. La realidad es que gran parte de las terminales (donde se guarda el energético) son privadas”, asevera Monroy de GMEC. “Las refinerías tampoco tienen la capacidad de incrementar su producción de gas LP, no van a llegar a su 100%”.

Gómez Ayala, del ITAM, incluso es más pesimista con que Gas Bienestar comience sus operaciones en la Ciudad de México y Estado de México tomando en cuenta las condiciones de infraestructura y los costos económicos que implica en estos momentos.

“La posibilidad de que veamos a esta empresa comenzar sus operaciones en menos de un año o un año y medio es reducida, y si llega a hacerlo, la posibilidad de que lo haga por un tiempo prolongado es menor”, opina el académico.

Combate al oligopolio para reducir el costo

En el fondo de la creación de esta filial de Pemex se encuentran los altos costos producidos por la poca competencia en el mercado del Gas LP. Este año la Cofece incluso anunció el inicio de una investigación contra empresas privadas que venden este recurso por posibles prácticas monopólicas. Las irregularidades en las que las compañías habrían incurrido, a falta de conocer los resultados de la indagatoria, son manipular los precios del producto, repartirse el mercado, la distribución y la comercialización.

Ocampo, coordinador del área de Energía del IMCO, advierte que si bien el presidente López Obrador puede crear Gas Bienestar para vender Gas LP barato, una mejor ruta para lograr este objetivo podría ser tomar cartas en el asunto con el oligopolio de las cinco empresas que él mismo señaló en su conferencia matutina del 7 de julio.

“Repartir cilindros no te lleva al desarrollo, si queremos pensar en una solución sistémica al problema del Gas LP, hay que fomentar la competencia y romper oligopolios, dejar que la Cofece haga su trabajo en las investigaciones, promover mayor competencia en el mercado e incluso pensar en una alternativa como el gas natural”, menciona.

Al igual que sus colegas del ITAM y GMEC, Ocampo duda de que el gobierno federal cumpla con su meta de llevar gas barato a todo el país.

“Las cosas al vapor nunca son una buena idea, yo creo que el gobierno va a acabar anunciando que se echó andar Gas Bienestar en unos cuantos municipios repartiendo cilindros a unos cuantos hogares, eso es lo que sí pueden lograr”, concluye.

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