#BuscoTrabajo: el reclamo de catedráticos de Conacyt por inseguridad laboral
El Conacyt de nuevo en la lupa. Foto: Conacyt

Soy Catedrático CONACYT pero #BuscoTrabajo. Doctor en Ciencia Política. SNI I. Investigo la pertinencia de política social para el bienestar social. He publicado libros y artículos científicos. Experiencia en docencia y gestión académica. #BuscoTrabajo para superar mi evaluación”, se lee en una publicación en redes sociales del politólogo Manuel Martínez en Twitter.

Como él, decenas de investigadores y científicos contratados mediante el programa Cátedras del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) realizaron una protesta en contra de los cambios en el estatuto del mismo.

Este programa tiene como fin la inserción de los investigadores en el campo laboral para “se dediquen en forma exclusiva a realizar actividades de investigación, a formar recursos humanos y a generar conocimiento”, de acuerdo con el organismo.

Para ello, los seleccionados son enviados a una Institución Receptora, ya sean centros públicos de investigación, instituciones federales y estatales pare que realicen actividades de investigación científica, social o de desarrollo tecnológico.

La inconformidad de los investigadores deriva del capítulo tres del Estatuto de Personal Académico -el cual establece los derechos y obligaciones- que indica que para continuar en el programa, el beneficiario “tendrá la obligación de procurar su inserción laboral en la Institución Receptora en la que se encuentre comisionado o en cualquier otra”, es decir, buscar trabajo.

Y agrega que en la evaluación anual para permanecer en el programa se valorará de manera particular ese punto.

Al respecto, Carolina Robledo, secretaria de prensa del Sindicato Independiente de Trabajadoras y Trabajadores de Investigación de Cátedras Conacyt (Siintracátedras), explica que el reclamo en redes es “una reacción natural” a una serie de inconsistencias en los lineamientos del Programa Cátedras Conacyt.

“El mensaje que nosotros entendemos de esta cláusula es que aquí ustedes no tienen estabilidad laboral, nosotros no les vamos a garantizar esta estabilidad laboral, busquen trabajo en otro lado“, sostiene Robledo en entrevista para La-Lista.

La catedrática indica además que con esta acción, Conacyt evidencia que no asume su responsabilidad como patrón al no reconocerlos como trabajadores y trabajadoras científicos a su cargo. “Lo que nos estás diciendo es: ‘esto no va a durar mucho, hagan lo que puedan y busquen trabajo porque aquí no hay’“. 

“Hemos insistido en negociar con Conacyt, en la apertura en diálogo para ajustar las condiciones laborales del programa Cátedras Conacyt que son bastante precarias y violatorias de derechos humanos fundamentales, como el derecho a la estabilidad laboral”, agregó la también catedrática Conacyt y comisionada al Centro de Investigaciones Superiores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (CIESAS).

Para hacer los cambios, el instituto sostuvo que los instrumentos que guiaban el Programa Cátedras daban pie a la toma discrecional de decisiones. Y al anunciar los cambios, María Elena Álvarez-Buylla Roces, directora general del organismo, argumentó que la nueva normativa sería “más humana y sensible”.

Sin embargo, la investigadora Robledo señala que “lo que busca Conacyt es responsabilizarnos como individuos de no conseguir plazas”, cuando “lo cierto es que hay un problema estructural de falta de oportunidades laborales para jóvenes investigadores en este país“.

“Muchas de las personas que participamos en el programa Cátedras nos hemos esforzado, no solo porque seamos absorbidos por nuestras instituciones receptoras, sino también por participar en los pocos concursos que se publican en este país para contratar personal altamente calificado“, recalca.

Actualmente existen 1,273 cátedras contratada con un salario de alrededor de 30 mil pesos mensuales, de las cuales 315 integran el Siintracátedras.

“Nos gustaría mucho que Conacyt se abriera al diálogo, que la doctora María Elena Álvarez aceptara la audiencia, ya le hemos mandado varias invitaciones para que nos sentemos a conversar, la última invitación se la hicimos llegar hace unos 10 días a su oficina, esperaríamos que ya tuviera la voluntad de diálogo que ha expresado públicamente“, sostiene Carolina Robledo.

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