Transporte público eficiente y seguridad vial: pendientes en CDMX
Transportistas de la Ciudad de México realizarán bloqueos en calles de la alcaldía Coyoacán Foto: @Claudiashien / Archivo

En los primeros tres años de gobierno de Claudia Sheinbaum en la CDMX ha habido avances en temas de movilidad como la construcción de las líneas 1 y 2 del Cablebús, la compra de nuevos trolebuses, y los avances en la construcción del Trolebús elevado.

Estos modelos de transporte tienen en común que buscan estar conectados con la red del Metro y Metrobús, reducen los tiempos de traslado y tienen bajas o cero emisiones. La línea 1 del Cablebús conecta de Indios Verdes a Cuautepec, en la alcaldía Gustavo A. Madero. Y la Línea 2 traslada a pasajeros del Metro Constitución de 1917 a Santa Martha Acatitla, en Iztapalapa. El Metrobús elevado tendrá 7 km de longitud en una primera etapa y prevé atender 130 mil viajes al día.

Estas tres obras del gobierno representan una inversión de, al menos, 10 mil millones de pesos, según cifras del informe de tres años de gobierno.

Sin embargo, la deficiencia del transporte público sigue afectando a la mayoría de las personas que viajan en transporte público, debido a que los principales medios continúan siendo los microbuses y las combis.

De acuerdo con la encuesta Origen-Destino 2017 del Inegi, el microbús y las combis son los medios de transporte más usados, pues todos los días se realizan 11.54 millones de viajes en microbús en la Zona Metropolitana, a diferencia del Metro, que realiza 4.47 millones de viajes diarios.

Bernardo Baranda, director para Latinoamérica del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP), consideró que el balance en materia de transporte en los últimos tres años es bueno, sin embargo, un pendiente siguen siendo las rutas de transporte concesionado que principalmente se padecen en la periferia donde también falta la integración con el Estado de México.

“La cantidad que mueven estos sistemas es mayor que Metro, Metrobús, Trolebús, RTP, todos combinados, entonces ahí está realmente donde se pueden hacer mejoras, pero las grandes deficiencias que hay son difíciles de cubrir en tres años”, dijo Baranda.

En el tercer informe de gobierno de Claudia Sheinabum, se señalan avances para mejorar la movilidad en microbuses y autobuses de rutas en la ciudad, aunque en el documento se reportan 801 unidades chatarrizadas en 2020 y 2021, solamente 146 unidades que han sido renovadas.

Víctor Alvarado, gerente de movilidad y cambio climático de la organización el Poder del Consumidor, dijo que “en estos tres años no hubo un avance significativo en cuanto al ordenamiento de los microbuses” y explicó que también hace falta que las rutas de transporte, que actualmente existen con concesionarios individuales, se transformen en empresas que otorguen un mejor servicio y cumplan con la Ley de Movilidad y no tengan unidades con más de 10 años de vida.

“Esos microbuses y autobuses y combis o vagonetas operan bajo un esquema que se conoce como hombre-camión o concesiones individuales, de ahí que de repente en algunas rutas o ramales van compitiendo por el pasaje, porque su ganancia está en recabar mayor número de usuarios, ese es el esquema que sigue predominando en la Ciudad de México”, dijo Alvarado.

En el informe, se reconoce que las unidades son “en su mayoría, muy antiguas y poca profesionalización de las personas operadoras”, y a pesar de esto transportan a 6 millones de personas diariamente en la Ciudad de México.

La seguridad vial es otro pendiente

Otro de los pendientes sobre el uso del espacio en la ciudad para la actual administración es el de la seguridad vial.

De acuerdo con el estudio del ITDP Expansión y fortalecimiento del programa de Fotocívicas, publicado en noviembre de 2021, en la Ciudad de México hubo 615 personas que murieron en siniestros de tránsito en 2020 lo que representa “un ligero aumento en relación al 2019, lo que resulta preocupante si se tiene en cuenta la reducción del tránsito vehícular en el contexto de pandemia”.

Desde el 2019, se comenzó a implementar el programa de Fotocívicas para reemplazar las fotomultas que se habían iniciado con la administración de Miguel Ángel Mancera en 2015. Con las fotomultas, se tenía previsto que aquellos automovilistas que violaran los límites de velocidad previstos en el reglamento de tránsito serían sancionados con multas económicas. 

Con el programa de Fotocívicas se cambiaron esas sanciones para que la violación al reglamento fuera motivo de una sanción con puntos y, posteriormente, los automovilistas serían sancionados con cursos de seguridad vial o con la realización de trabajo comunitario.

Al respecto, Bernardo Baranda, de ITDP, comentó que el diagnóstico que realizó el Instituto señala que si bien las Fotocívicas tienen algún efecto en la seguridad vial este todavía es insuficiente. Por ejemplo, mencionó que una de las mejoras es que estas sanciones dejan de ser un mecanismo del gobierno para recaudar recursos y se convierten en un programa didáctico para la sociedad aunque con efectos limitados.

“Al final las cifras dicen que todavía no ha habido un cambio sustancial en la reducción de muertos y de lesiones (…) Definitivamente se tiene que ser más estricto en cuanto a la sanción de los límites de velocidad, y el seguimiento de que efectivamente se cumplan esas sanciones”, explicó Baranda.

El informe también señala que las Fotocívicas tienen un alcance limitado únicamente a las zonas donde están instaladas las cámaras y que debe analizarse implementar mejoras en este programa.

El tercer informe apunta que se han levantado más de un millón de infracciones a 568 mil vehículos con matrículas en la Ciudad de México. El número de sancionados ha sido 25 mil personas que tomaron cursos de nivel básico en línea, otras 11 mil personas en cursos de nivel intermedio, 3 mil personas que tomaron cursos presenciales y 4 mil 754 personas que hicieron horas de trabajo comunitario en diferentes sedes gubernamentales.

Entre las medidas con las que el gobierno pretende mejorar la seguridad vial para los capitalinos están las reformas al Código Penal para perseguir de oficio el delito de lesiones culposas cuando los conductores manejen en estado de ebriedad o mientras hacen uso de su teléfono celular y se establecieron penas de 5 años a 13 años de prisión para quienes cometan homicidios o lesiones culposas mientras conducen.

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